• Los 40 museos que existen en la ciudad la convierten en una de las capitales culturales de Europa
  • Recorrer la ciudad en bicicleta, una opción más que ventajosa
suiza

Con el calor asfixiante que empieza a vivir la Península Ibérica en el mes de junio, un poco de aire fresco no viene nada mal. Por eso, ofrecemos una buena escapada a Basilea. El metabuscador Skyscanner oferta un vuelo Barcelona-Basilea por apenas 71 euros.

Con salida el viernes a las 07:40 y llegada el domingo a las 20:10, poder disfrutar de Suiza por un precio asequible es una gran opción. En cuanto a la pernoctación, Airbnb ofrece apartamentos por 39 euros la noche y Trivago ofrece hoteles por 55 euros la noche por apenas dos kilómetros del centro de la ciudad.

Lo mejor es empezar por lo más vistoso: el centro. La Plaza del Teatro debe ser el primer destino que visitar. Las esculturas de Richard Serra y la fuente de Tingely para abrir boca no está nada mal. La visita continúa por el centro de la mano del Casco Histórico callejeando la Rittergasse, hogar de diversos palacetes levantados sobre las primeras empresas químicas de la ciudad. Unas corporaciones que nacieron del tejemaneje de los tintes para convertir a Basilea en la metrópoli farmacéutica por excelencia. Unas calles más al sur se encuentra la Catedral Roja, un edificio pequeño y coqueto. Los templos santos en Suiza han dejado de tener significado religioso para ganar en polivalencia. En este ‘santuario’ se exponen varios monográficos de Erasmo de Róterdam. Antes de hacer la primera gran parada para coger fuerzas hay que caminar un poco más por las calles del centro hasta darse de bruces con el imponente río Rin.

¿Qué hacer por la tarde? Una tarde en tranvía. El número 11 es famoso porque recorre las arterias principales de la ciudad lo que permite comprobar la belleza de Basilea a ritmo de tren. Como la tarde va de transporte público, que mejor opción que visitar el pequeño pueblo de Riehen (línea 1). En este pequeño pueblo hay un museo de Renzo Piano que las obras de arte se fusionan con la naturaleza. Para acabar el día, pasear por la orilla del río Rin es la mejor guinda al pastel.

SÁBADO DE MUSEOS Y BARRIOS ALTERNATIVOS

Basilea, además de por la belleza de los edificios y de las casas, es mundialmente conocida por ser una de las capitales de los museos. Hasta 40 tiene repartidos por toda la ciudad. Los más populares y visitados son el Museo de Arte de Basilea, la Fundación Beyeler o el Museo de Arte Contemporáneo. Algunos de ellos son gratuitos y en fin de semana ofrecen descuentos. La bicicleta es el medio de transporte más usado por la población helvética, por lo que por menos de 20 euros, se puede alquilar durante todo el fin de semana. Ideal para ir de un museo a otro y pasar de la mejor manera el sábado por la mañana antes de reponer fuerzas.

Para que el paladar se dé un buen homenaje, nada mejor que cruzar el río Rin y asombrar la preciosa catedral. En la otra orilla de la ciudad se entremezclan numerosas culturas y etnias lo que le da una peculiar y agradable distinción. En las calles Burgweg y Greznacher se pueden pasar las horas muertas degustando las grandes cervezas, vinos y los mejores quesos de Suiza. En la calle Braurei, la comida es bastante buena y el precio no supera los 20 euros. Una vez que hemos comido, qué mejor manera que disfrutar de las terrazas con un buen café. Después es obligatorio bajar hasta la zona Sud donde los conciertos improvisados están a la orden del día. Cuando cae la tarde, una opción atractiva es ir a la estación Badischer, conocida porque todos los trenes que partían acababan en Alemania. Plagada de esculturas la hacen atractiva para los ojos. Si se ha abierto el apetito, nada mejor que picotear algo en las tiendas de comida rápida.

Antes de que acabe el día, el Rin ofrece playas que tiene unas vistas inmejorables con pequeñas embarcaciones que hacen un recorrido por el río y llegan hasta el pintoresco pueblo de Shaffhausen.

ANTES DE IRSE HAY QUE VISITAR VITRA CAMPUS

Antes de coger el vuelo a media tarde resulta aconsejable Vitra Campus, un enorme ‘parque de atracciones de la arquitectura’. Está considerado como el mayor parque temático del diseño y de la creatividad. Lo mejor de todo es que cualquier cosa que se vea, cada ladrillo, cada tejado, cada ventana, se puede comprar. Es popularmente llamado como el Ikea al aire libre. ¿A qué esperas para hacer las maletas y volar a Basilea?

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