• "Tengo dudas de que las sanciones sean disuasorias", reconoce José María Marín Quemada
jose maria marin quemada

Los organismos reguladores, para funcionar correctamente y conseguir el objetivo por el que fueron creados, deben ser independientes. Esta es la máxima que se impone en su trabajo José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), y lo que les ha amparado para imponer multas millonarias a los cárteles que torpedeaban el desarrollo de la libre competencia.

“La CNMC debe ser lo suficientemente independiente del Gobierno, pero también me preocuparía si hubiese alguna prueba de que no somos independientes de las empresas”, asegura Quemada, protagonista de la última reunión del Comité Editorial de 'Bolsamanía'. Concede, eso sí, que sí hay una 'dependencia': "Tienes que ser dependiente de las instrucciones que te da el Parlamento. Y tengo que decir que en el tiempo que llevo al frente del organismo [desde 2013] no he recibido ninguna instrucción distinta a que tenemos que perseverar en la independencia; eso es lo que me anima a estar aquí”.

Quemada se muestra satisfecho y asegura que hay mecanismos suficientes que garantizan la independencia que requiere la institución

Sobre el funcionamiento de la CNMC, Quemada se muestra satisfecho y asegura que hay mecanismos suficientes que garantizan la independencia que requiere la institución. En los estatutos del organismo regulador hay dos puntos que son de especial importancia: uno de ellos obliga a publicar “absolutamente todo” lo que hacen y otro que dice que “no podemos solicitar ni recibir instrucciones del Gobierno”. Seguir a rajatabla los estatutos y permanecer al margen de cualquier tipo de poder es lo que ha permitido a la CNMC imponer sanciones a los cárteles por valor de 1.000 millones de euros durante los tres años que lleva de existencia de la institución reguladora, subraya.

Preguntado sobre la posibilidad de que el Ejecutivo llegue a un acuerdo para dividir la CNMC en dos organismos (uno para defender los derechos del consumidor financiero y un regulador de los seguros), Quemada se hace la siguiente cuestión: “¿Por qué?”. “Una vez que se responda, todos encontraremos razones para entenderlo. En cualquier caso, el Parlamento decidirá y yo cumpliré la ley, como no puede ser de otra manera. Ahora bien, no sé las razones para hacerlo, nadie me las ha explicado”, argumenta Quemada.

DUOPOLIOS Y OLIGOPOLIOS

El duopolio en el sector audiovisual, formado por los dos grandes grupos, Atresmedia y Mediaset, ha sido, en palabras del presidente de la CNMC, construido poco a poco, gracias a los sucesivos gobiernos de España. Este perjuicio a la competencia es difícil de deshacer, pero hay que buscar soluciones. “Merecería la pena replantearse el modelo de RTVE, o pensar si queremos un modelo como el de la BBC, por ejemplo. Que vuelva la publicidad puede ser una opción”, ha explicado Quemada, sin dejar de apuntar otros problemas: “Habría que preguntarse por qué una televisión funciona con 1.500 personas y otra necesita 6.000. Este es un tema de enorme calado, competencia del Gobierno de turno”.

La CNMC no puede per se acabar con un duopolio. Puede imponer sanciones, pero acabar con esta práctica es una decisión del Consejo de Ministros. “Tengo dudas de que las sanciones sean disuasorias, porque por más que se las apliquemos –por el motivo que sea, como interrumpir programas simultáneamente por ejemplo– continúan haciéndolo”, lamenta

¿Hay pocas empresas eléctricas? "No sé si son las que hay, pero tengo dudas de que cupieran muchas, y esto no lo podemos perder de vista"

En el sector energético se da un oligopolio, una situación mediante la cual el mercado está dominado por un pequeño número de vendedores. Ahora bien, sucede algo muy distinto que en el sector audiovisual, tal y como ha explicado Quemada: “El mercado se basa, en principio, en la competencia entre empresas, que tienen que ofrecer precios y servicios de calidad y salvaguardar su cuenta de resultados. Tenemos que pensar que los mercados deben tener una dimensión que sea capaz de retribuir las cuentas de resultados de las empresas que están actuando allí porque, si no, no actuarán allí. Entonces, ¿cuántas empresas eléctricas caben en España? Pues las que el mercado es capaz de retribuir. No sé si son las que hay, pero tengo dudas de que cupieran muchas, y esto no lo podemos perder de vista”, argumenta Marín Quemada.

Hablando del sector energético, también pone el foco sobre las energías alternativas. La suma de pequeñas empresas destinadas a la generación de energía eólica o solar le está costando a los españoles 7.000 millones de euros al año. “Para que estas compañías tengan una retribución, asegurada por el Gobierno de turno, todos los españoles pagamos de nuestro bolsillo la manutención de estas pequeñas plantas distribuidas por toda España”, ha recordado el presidente de la CNMC.

El encarecimiento en la factura de la luz es un asunto que ha tenido en vilo a los españoles en los últimos tiempos. ¿Bajarán los precios alguna vez? Todo hace presagiar que incluso ocurrirá lo contrario. La energía nuclear es la más barata, pero con el futuro cierre de Garoña, nos surge una duda: ¿qué energía va a ocupar el hueco que generaba la nuclear? Marín Quemada explica que ese hueco se rellenará con la eólica y la solar, pero como estas fuentes no son de generación continua (es decir, la eólica deja de producir cuando no hay viento), entrarán en juego los ciclos combinados. “Tendremos que utilizar el gas natural, y esta fuente de energía está ligada al precio del petróleo. Por tanto, estamos cambiando una energía que es barata, pero con mucho rechazo social, por una más cara y que necesita otra fuente energía que actúe de soporte para cuando no haga sol ni viento. Eso, obviamente, se va a notar en la factura”.

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