• Antonio Fernández-Galiano se desmarca y destaca el
  • Casimiro García-Abadillo pide mirar hacia el futuro
  • Pedro J. recuerda la lealtad de su equipo
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El diario ‘El Mundo’ cumple 25 años, y lo hace en medio de la polémica. Las tensiones que se viven últimamente en el rotativo se han dejado notar en el especial que ha lanzado Unidad Editorial para conmemorar las ‘bodas de plata’ de su buque insignia. Antonio Fernández-Galiano, Casimiro García-Abadillo y Pedro J. Ramírez dejan, por este orden, sus impresiones sobre los últimos cinco lustros.

Cada uno tiene un papel en el drama de traiciones que supuso el cambio en la dirección del diario. Pedro J. Ramírez, como si escribiera desde el destierro, llama a los suyos, a su “tripulación”; Casimiro García-Abadillo se escuda en su condición de fundador del diario para intentar legitimarse como nuevo director, con la promesa de no dejar caer El Mundo, y Antonio Fernández-Galiano, como presidente de Unidad Editorial, intenta apartarse del conflicto alegando que su presencia es fruto del destino.

"Pedro J. Ramírez hizo de la necesidad virtud y asumió el liderazgo de esa aventura"

PROYECTO COLECTIVO

El primero en dejar sus impresiones en este especial, que ha estado cocinándose durante un año, ha sido Fernández-Galiano. “El destino ha querido que el vigésimo quinto aniversario de El Mundo coincidiera con mi presidencia en Unidad Editorial”, comienza el directivo. Su llegada al diario también fue casual: “Recibí la llamada de un headhunter ofreciéndome ser candidato en un proceso de selección para cubrir una posición ejecutiva, director gerente, en un periódico”, relata.

El resto del texto se vuelca en elogiar el trabajo en equipo que se ha desarrollado durante los últimos 25 años. Habla de “proyecto colectivo y sentido del compromiso, ilusión, consenso en torno a unos principios y subordinación de los intereses particulares a la obra colectiva”, ingredientes que han llevado a “nuestros éxitos colectivos”. No obstante, reparte su lealtad entre “el sólido respaldo empresarial de nuestro accionista, RCS MediaGroup” y “los fundadores”, entre ellos, como no podría ser de otra manera, a Pedro J. Ramírez.

Más tibia es la opinión de García-Abadillo, quien prácticamente se limita a enumerar las dificultades a las que se enfrenta tanto el diario como el resto del sector de la prensa. Su homenaje a los orígenes se limita a reclamar la legitimidad que le confiere haber sido uno de los fundadores. Tampoco olvida la mención a “un director, Pedro J. Ramírez, que hizo de la necesidad virtud y asumió el liderazgo de esa aventura”.

"¡Oh tripulación, mi tripulación! ¿Nuestro azaroso viaje ha terminado?"

"OH TRIPULACIÓN"

Pedro J., último en aparecer en escena en este suplemento, escribe desde “el torreón en el que llevo nueve meses cautivo”. “Estaba preparado para la prisión, pero no para el confinamiento solitario”, lamenta el exdirector y fundador de El Mundo.

El exdirector mira al pasado, pero sin olvidar el presente: "Fundamos un periódico porque no nos dejaban escribir en ningún otro. Siempre pensé que sólo me sucedería una vez en la vida”. También deja la puerta abierta a lo que pueda venir en el futuro: “¡Oh tripulación, mi tripulación! ¿Nuestro azaroso viaje ha terminado?”.

El periodista riojano recuerda a todos los que iniciaron con él esta aventura, con especial cariño para Francisco Umbral, a quien posiciona como uno de los más leales de su equipo. “Si Umbral viviera, una de dos: o yo no estaría preso en esta Torre de Juan Abad o él se habría mudado, como hace 25 años, a hacerme compañía”, señala. Tampoco olvida a RCS: "Milán no cree en las lágrimas pero cuánto anhelo volver a ocupar mi lugar en el senado de la libertad".

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