• En España, la única financiación para sufragar los gastos de la EvAU es el pago de las tasas de los estudiantes
  • Fuera de nuestro país tampoco es suficiente el dinero destinado actualmente a la organización de estas pruebas
ep selectividad
EUROPA PRESS/UCLM

Es época de apuntes, subrayadores, cafés, dudas existenciales y nervios: la próxima semana comienza en España la EvAU, es decir, la Evaluación de Acceso a la Universidad que realizarán los alumnos que han superado bachillerato y quieren cursar estudios universitarios. Dependiendo de la comunidad autónoma, han pagado distintas tasas para poder presentarse a estos exámenes que pueden determinar su futuro. Sin embargo, el dinero que reciben de esos pagos los centros donde se realizan las pruebas no es suficiente para sufragar todos los gastos que producen.

A pesar de la LOMCE y su intención de implantar reválidas para sustituir a la llamada comúnmente Selectividad, los alumnos que quieran estudiar en la universidad deberán superar unos determinados exámenes otro año más. Sin embargo, se estrena un nuevo formato: la EvAU, que sustituye a la anterior PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), excepto en Cataluña y la Comunidad Valenciana donde esta última se mantiene. La nueva forma tendrá unas características muy similares a su predecesora: por ejemplo, se compondrá igualmente de dos fases, la general y la específica, y se podrán alcanzar hasta 14 puntos en la nota final si se hacen ambas fases.

Y, de nuevo, dependerá de la comunidades autónomas muchos factores de la EvAU. Entre ellos, los modelos de los distintos exámenes que la componen y las fechas de celebración, además de la decisión de cuánto es la tasa que han tenido que pagar aquellos que se presentarán a las pruebas. Con respecto a este último, el Observatorio del Sistema Universitario analizó en su informe ‘¿Por qué precios tan distintos?’, publicado en diciembre de 2016, las diferentes tasas de cada comunidad autónoma.

MÁS DE 71 EUROS DE DIFERENCIA SEGÚN LA COMUNIDAD

De esta forma, el informe explica que mientras Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y País Vasco tienen un "precio único" para hacer toda la prueba, incluidas tanto la fase general como la específica, el resto de comunidades dividen la tasa en dos o más partes: una para la fase general y otras que se suman por cada examen de la fase específica que el alumno realice. En el caso concreto de Aragón y Extremadura, el pago para poder examinarse en la fase general incluye dos materias de la fase específica.

La tasa más alta es la de Aragón (124,12 euros que incluye dos exámenes de la fase específica) y la más baja la de Castilla-La Mancha (52,99 euros)

Como muestra el Observatorio del Sistema Universitario, las tasas de solo la fase general pueden oscilar entre los 124,12 euros que se exigen en Aragón, que incluye dos exámenes de la fase específica como se ha indicado, y los 52,99 euros que deben pagar los bachilleres de Castilla-La Mancha. Es decir, la diferencia de querer acceder a la universidad según la comunidad autónoma puede ser de hasta más de 71 euros. Y tal y como indica el informe, si se tienen en cuenta también el número de exámenes que se pueden hacer en la fase específica, “el precio total puede oscilar entre los 53 y los 192 euros”.

Todo ello implica que la distinción no es solo geográfica, sino que también afecta a la rama de estudios a la que el alumno quiera acceder, porque dependiendo de esta necesitará examinarse de más materias en la fase específica para alcanzar la nota necesaria; en otras palabras, tendrá que pagar más.

¿QUÉ FINANCIAN LAS TASAS?

Las tasas son pagadas de forma directa a los centros donde se organiza y tiene lugar la EvAU. Es decir, la comunidad autónoma establece la cuantía que debe pagar el alumno, y esta es la única fuente de financiación con la que cuentan las universidades y centros que convocan las pruebas para sufragar todos sus gastos.

En el caso de Madrid, la segunda comunidad donde más alumnos se examinaron en 2016 de la PAU en junio y septiembre (38.310), solo superada por Andalucía (53.602) y seguida por Cataluña (36.991), este año sigue en vigor el decreto 83/2016,que mantiene la misma tasa desde 2012: 81,60 euros por la inscripción en la prueba, a los que se pueden sumar 10,20 euros por cada asignatura de la que se examine el alumno en la fase específica; y la tasa es de 40,80 euros si solo se matricula para la fase específica, tal y como explica la Consejería de Educación, Juventud y Deporte madrileña. Además, la Comunidad indica que hasta la finalización de la EvAU, las universidades no le envían los datos definitivos de la matriculación de las pruebas.

Estas tasas son pagadas directamente a las seis universidades públicas de la comunidad madrileña, que son las encargadas de convocar la EvAU. Una de ellas es la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la que la semana próxima se examinarán previsiblemente 10.416 estudiantes, y que afirma que la cantidad total que ingresan por el pago de las tasas “no cubre los gastos necesarios para convocar y organizar una prueba tan compleja”, según su directora de comunicación Margot Almazán. La UCM recibirá para la celebración de la EvAU cerca de 850.000 euros como mínimo.

En la Comunidad de Madrid, la Comisión Organizadora de la EvAU está formada por la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, las seis universidades públicas de la comunidad y los centros de secundaria

Parte de los costes de la EvAU son acordados por su Comisión Organizadora, formada por las seis universidades públicas de la comunidad (UCM, Universidad Rey Juan Carlos, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Carlos III de Madrid, Universidad de Alcalá de Henares y Universidad Politécnica de Madrid), junto con la Consejería de Educación, Juventud y Deporte y los centros de secundaria madrileños. Así, en marzo de este año decidieron conjuntamente, entre otras cosas, que los profesores universitarios presidentes de los tribunales de corrección de los exámenes cobren 1.761 euros, el resto de miembros 1408 euros y los elaboradores de los exámenes de italiano y portugués 583 euros, una vez finalice la EvAU.

A ello hay que sumarle los gastos en seguridad, conserjería, alquiler de las aulas e impresión de los exámenes, entre otros muchos. De hecho, según Almazán, el gasto total que provoca la EvAU a las universidades donde tiene lugar “no está cuantificado”.

¿Y EN EL EXTRANJERO?

La EvAU también se convoca fuera de nuestras fronteras en los centros de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Esta universidad solo examinará en 2017 de estas pruebas a los alumnos que estudien por el sistema educativo español en centros en el extranjero y a los del Centro para la Innovación y Desarrollo de la Educación a Distancia (CIDEAD) del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, no como los pasados años en los que también se examinaban a estudiantes de sistemas educativos internacionales. En total, serán alrededor de 900 estudiantes este año.

A diferencia de los centros que organizan las pruebas dentro de España, la UNED recibe una subvención del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y aportaciones de algunas entidades colaboradoras, además del ingreso por las tasas que pagan los alumnos para hacer la EvAU, que este año ha sido de 131,50 euros.

Óscar Vila Chaves, vicerrector adjunto de acceso a la universidad de la UNED, defiende que “los costes de exámenes en el extranjero son muy superiores, ya que suponen el gasto de desplazamiento de tribunales, la supervisión de exámenes y de alquiler y preparación de aulas y centros de examen”. Entre esos costes se encuentran la adecuación informática, el pago de coordinadores de las pruebas, pagar los tribunales supervisores y la corrección de las pruebas, además de la logística de los exámenes y el costes de personal, entre otros gastos.

Actualmente la UNED está negociando con el Gobierno la cuantía de dicha subvención. Seguramente porque, a pesar de los ingresos adicionales que recibe aparte del pago de las tasas de los estudiantes, tampoco son suficientes para cubrir los gastos de la EvAU fuera de España. Según Vila Chaves, el pasado año solo se cubrió con ello “en torno al 25% de los costes directos”.

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