• AQR maneja 700 millones de euros en corto sobre Caixabank y tres empresas en su órbita (Telefónica, Abertis y Cellnex)
  • El fondo comenzó a apostar a la baja sobre Popular a finales de 2014, con la acción del banco en 4,4 euros.
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El 'hedge fund' AQR Capital, que gestiona activos valorados en 130.000 millones de euros, tiene el 3,5% del banco español en corto, pero lleva apostando por su derrumbe desde finales de 2014. Con esa posición, que ha crecido con el paso del tiempo, se ha beneficiado del gran 'crash' bursátil que sufre Banco Popular desde entonces (-75%). Sus algoritmos, no obstante, también han puesto en el punto de mira a Caixabank y varias empresas de su órbita. En total, AQR tiene más de 700 millones invertidos a la baja en España.

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Más allá de la City de Londres, en el condado de Fairfield (Connecticut) en EEUU es donde late el corazón de la industria de ‘hedge funds’ de Wall Street. Lo ha llevado a la ficción la serie de ‘Billions’, que escenifica las guerras y venganzas en el sector financiero y judicial. En ella, Bobby Axelrod (Damian Lewis) es un multimillonario gestor de hedge funds que hace y deshace compañías enteras junto a sus traders a través de operaciones rocambolescas y a golpe de testosterona. La serie, co-guionizada por el periodista Andrew Ross Roskin (Dealbook, Too Big to fail…), se desarrolla en el condado de Fairfield, donde también tiene su sede AQR Capital, la pesadilla bajista de la bolsa española y, en particular, de Banco Popular, que este martes protagonizó la mayor subida del Ibex 35 con un alza del 6,66% hasta 0,98 euros.

Desde que irrumpió en el capital del banco en diciembre de 2014 con un 0,5%, la cotización de la entidad financiera no ha dejado de caer, dejando una herida abierta difícil de cerrar para el Popular, y una montaña de plusvalías para AQR: entró a 4,4 euros por acción y ahora el banco se mueve por debajo del euro por título. Actualmente controla el 3,5% del capital de Popular y lidera la manada de fondos bajistas (Samly, Marshall y Citadel) que controlan el 9,5% del capital de la entidad, según los registros de la CNMV. Su posición actual puede acumular plusvalías próximas a los 300 millones de euros, según la evolución de su posición.

Por el camino se han esfumado miles de millones de capitalización bursátil. Desde los máximos de 2007, Banco Popular ha perdido más de 15.000 millones de valor en bolsa, pasando de ser la tercera entidad más importante del Ibex 35, a ocupar un puesto en el vagón de cola. Y todo ello pese a levantar más de 5.000 millones de euros en dos ampliaciones de capital extraordinarias, amén de echar a uno de cada cinco empleados en un ajuste histórico de plantilla (cerca de 3.000 trabajadores) y crear su propio 'banco malo' de activos inmobiliarios ocho años después del estallido de la crisis.

SARACHO, EL DOMADOR DE ‘HEDGE FUNDS’

La crisis bursátil se ha llevado por delante a Ángel Ron, que desde 2004 lleva las riendas del Popular tras sustituir a los hermanos Valls Taberner. Esta semana tendrá fecha definitiva de salida, ya que la entidad prevé anunciar la fecha de la Junta General de Accionistas de la entidad y en ella se aprobará la salida de Ron y el nombramiento de Emilio Saracho como nuevo presidente del banco en el momento más difícil de su historia.

Pero al ex directivo de JPMorgan y consejero de Inditex no le va a temblar el pulso ante el desafío y lo que se va a encontrar. Él es un experto en reestructuraciones y gran conocedor del comportamiento de los inversores agresivos que acosan la marcha en bolsa del Popular. El banco estadounidense es uno de los mayores financiadores de ‘hedge funds’ del mundo y quien, en un momento dado, puede exigir mayores o menores garantías por determinadas inversiones. También es quien mejor conoce las técnicas y tipos de operativas que usan cada uno de estos fondos o, incluso, el horizonte temporal que puede tener la inversión.

Pero antes deberá poner en orden las cuentas y el balance de Banco Popular. La entidad ya ha comenzado a dar pasos importantes en esa dirección con la creación de un 'banco malo' para los activos inmobiliarios problemáticos. El grupo anunció este lunes la apertura de 40 oficinas con 400 empleados dedicados a la recuperación de crédito moroso, la venta de inmuebles y de crédito vinculado al 'ladrillo'.

Este paso le obligará a vender con descuento algunos activos y asumir pérdidas, como las que vendrán por el impacto de la reciente sentencia que invalida las cláusulas suelo en las hipotecas. "Estas pérdidas más altas de lo esperado pondrán la posición de capital del banco bajo presión adicional (...) Las pérdidas adicionales pueden reflejar costos adicionales de reestructuración; mayores impagos y cláusulas suelo", apuntó el banco alemán Berenberg en un informe reciente. Citi, por su parte, elevó la valoración del banco español de 1,15 a 1,3 euros, con un potencial del 40%.

CAIXABANK, EN EL PUNTO DE MIRA

Pero enfrente tendrá a AQR, una firma fundada por antiguos directivos de Goldman Sachs como Cliff Asness y David Kabiller (en la foto, entre Ángel Ron y Pedro Larena), que cuenta con unos 130.000 millones de euros bajo gestión. El gigante de Connecticut la ha tomado no sólo con Popular, sino con otras empresas de la bolsa española y, en especial, con Caixabank y sus empresas afines, es decir, en aquellas en las que el grupo catalán tiene participación directa o indirecta, y que forman parte de su colchón de solvencia y liquidez inmediata.

AQR, con 700 millones a la baja, mantiene ahora mismo cerca del 15% de todas las posiciones cortas de bolsa española, que están valoradas en algo más de 5.000 millones de euros. La entidad financiera catalana, una de las candidatas a comprar Popular en el pasado junto al Sabadell o BBVA, ha visto cómo AQR ha construido una posición bajista del 0,7% en su capital, valorada en 135 millones de euros. También tiene otro 0,6% en corto sobre su participada Abertis y otro 0,6% en Telefónica, donde Caixa ocupa la posición de accionista de referencia. El fondo estadounidense cuenta con el 2,4% en corto de Cellnex, compañía de telecomunicaciones que está controlada a su vez por Abertis. También les persigue AQR, las tres letras de Applied Quantitative Research (Investigación Cuantitativa Aplicada), un fondo de matemáticos, físicos y financieros agresivos.

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