• Esta firma actuó como colocador de muchos de los valores que tenían en cartera
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La CNMV decretó ayer la suspensión de reembolsos de dos fondos y siete sicav con la gestión delegada en la firma Q-Renta, debido a la escasa liquidez de los valores en que invierten, que les impide atender las salidas de dinero. La mayoría de esos valores pertenecen al MAB y se da la circunstancia de que la propia Q-Renta participó en su colocación. Es decir, vendía las empresas a los fondos que gestionaba. Un nuevo escándalo para el mercado alternativo ahora que empezaba a recuperarse del caso Gowex.

Los fondos cuyos inversores no pueden retirar su dinero son el Annapurna y el Esfera Renta Variable Internacional. Ambos están formalmente bajo el paraguas de Esfera Capital Gestión SGIIC, pero en realidad su gestión está delegada en Q-Renta AV, una agencia de valores catalana presidida por David Albacete, al igual que la de las siete sicavs también bloqueadas: Alfagon 1, Balaguer 98, Geiser Inversiones 2000, Global Stock Picking, Sagitari 2000, Sigma Activa y Busbac 1994.

La razón esgrimida por Esfera Capital y aceptada por la CNMV es la falta de liquidez de estos vehículos derivada de la elevada concentración de su patrimonio en unos cuantos valores del Mercado Alternativo Bursátil. La gestora cita expresamente a Clever, Cerbium, Euroconsult, Home Meal, Inclam, 1nkemia y Eurona.

Pues bien, resulta que en todos los casos (salvo el último) la propia Q-Renta actuó como entidad colocadora bien de su salida a bolsa, bien de las ampliaciones de capital realizadas por estas empresas para captar inversores en el mercado. Esto es, por un lado vendía las acciones de estas compañías y por el otro las compraba para los vehículos que gestionaba.

Esta situación ha terminado por estallar en cuanto se han acumulado algunos reembolsos y esa iliquidez ha impedido atenderlos; un portavoz de la CNMV no precisó su volumen, pero el patrimonio de estos productos es bastante reducido en general, inferior a 10 millones.

LA FALTA DE INTERÉS INVERSOR, DETRÁS DEL CONFLICTO

¿Por qué incurrió Q-Renta en esta práctica tan arriesgada? Pues porque las empresas del MAB siguen sin despertar un gran interés entre los inversores. Por tanto, si quería sacar a cotizar a este tipo de compañías (y cobrar las correspondientes comisiones) y no tenía inversores suficientes para ello, la agencia de valores tenía que inventarlos. Y la forma más fácil era que compraran las acciones los fondos y sicav que gestionaba.

NUEVO GOLPE PARA EL MAB

Este nuevo escándalo supone un nuevo golpe para el MAB, ahora que empezaba a recuperarse del golpe que le asestó el fraude de Gowex en 2014, que redujo su credibilidad a cenizas. Es verdad que la mayoría de las incorporaciones han sido de socimis (sociedades de inversión inmobiliaria), que necesitan cotizar para beneficiarse de ventajas fiscales, pero también ha atraído a numerosas 'start-ups' que buscaban recursos para crecer.

Ahora sabemos que la demanda de sus títulos no era real. Y los partícipes de estos fondos y sicav pagan el pato, porque las soluciones para que puedan salirse son complicadas y llevan tiempo.

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