• Tienen preocupación por la responsabilidad que la CNMV pone en el trabajador, por lo que CC.OO. plantea un seguro para los empleados
  • Los sindicatos negociarán entidad por entidad, y no descartan acudir a la vía judicial o movilizaciones si no son fructíferas
sindicatos dia del trabajador
Manifestación de los sindicatos en el 1 de mayoEP

La entrada en vigor de MiFID II -directiva europea para proteger al inversor- se ha convertido en una contrarreloj que tiene en tensión a todos los implicados. Entre ellos están los trabajadores de la banca que soportan -o deberán hacerlo- un elevado grado de formación en poco tiempo. Los sindicatos denuncian que muchas de las horas empleadas para ello están fuera de la jornada laboral y sin compensar, lo que amenaza con crear un nuevo conflicto con los bancos.

El enésimo choque también se produce en torno a la jornada laboral, en este caso por la formación que exige MiFID II para los trabajadores que asesoren o únicamente comercialicen productos de inversión. A lo que obliga en esencia la normativa europea es que acrediten conocimientos que impidan vender productos que no sean adecuados para cada cliente. Con lo que se necesita una formación para entender el vehículo de inversión y también para categorizar al inversor.

La transposición definitiva de MiFID II se conocerá a finales de este mes o principios del próximo, según apuntan fuentes del mercado, después de que el Ministerio de Luis de Guindos no cumpliera con los plazos previstos de presentarla el 3 de junio. No obstante, en abril la CNMV publicó una guía técnica sujeta a peticiones y cambios. En ella, habla de “personal relevante” en la banca y sociedades de inversión como el colectivo que “da información o asesora a clientes o potenciales clientes, considerándose también como personal que asesora el que atienda a clientes con contratos de gestión discrecional de cartera”.

La formación y acreditación de este “personal relevante” puede correr a cargo de la propia entidad, con lo que su consejo de administración asumiría la responsabilidad, o firmas externas como EFPA, escuelas de negocio o universidades. El regulador especifica, además, que se debe haber dedicado a formación un número de al menos 80 horas en el caso del personal “que sólo facilita información y de 150 horas en el caso del personal que asesora”. El organismo presidido por Sebastián Albella dejó la puerta abierta a que “teniendo en cuenta la naturaleza y complejidad del servicio a prestar y bajo la responsabilidad del órgano de administración, la entidad podrá establecer motivadamente un número de horas inferior”.

Desde CC.OO. denuncian que los cursos que se están llevando a cabo tienen un tiempo medio de horas lectivas más horas de autoestudio de entre “200 y 400 horas”

Aunque algunos se han quedado más rezagados, la mayoría de los bancos “han elaborado sus propios planes de formación para poder cumplir con esta exigencia -que aún no se conoce con exactitud-”, explica José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB). Desde CC.OO. explican que los cursos que se están llevando a cabo tienen un tiempo medio de horas lectivas más horas de autoestudio de entre “200 y 400 horas”, lo que “implica para el personal del sector financiero que tiene que compaginar trabajo y estudio dentro de su jornada laboral, lo que supone que se generen problemas organizativos importantes. Ante ellos, las entidades están derivando la carga del autoestudio hacia el tiempo libre de las personas, incidiendo muy negativamente sobre la conciliación de la vida personal de las plantillas”.

Asimismo, desde UGT aseguran que la mayor parte de horas de formación -clases o estudio- se realiza finalmente fuera de la jornada laboral. Según la organización, es una tónica constante en el sector financiero, ya que en 2014 publicó un estudio en el que estimó que tres de cada cuatro empleados de la banca hacen horas extra “ilegales”. Precisamente, la Audiencia Nacional condenó en 2015 a Bankia, a instancias de las agrupaciones sindicales, a establecer un sistema de registro de la jornada para evitar las horas extra sin remunerar. Aunque en abril de este año, el Supremo dio la razón a la entidad al estimar su recurso.

Los sindicatos mayoritarios en el sector financiero explican que habrá negociaciones entidad por entidad, sin que participen las patronales AEB y la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA). “Por la información que tenemos de las entidades, nos consta que, en su mayoría, están manteniendo conversaciones con la representación legal de los trabajadores con la finalidad de encontrar soluciones prácticas a una problemática que afecta tanto a los trabajadores como a las empresas, ya que la exigencia formativa es común para ambas partes”, confirma Campuzano.

Los sindicatos negociarán entidad por entidad la compensación de las horas extra, y no descartan acudir a la vía judicial o movilizaciones

Así, para bancos y sindicatos hay un nuevo frente abierto que se suma a los que temen que surjan en el Popular tras la intervención y adjudicación al Santander, ante el solapamiento de sucursales. “Además de la tensión e incertidumbre a la que se están sometiendo a los trabajadores, hay muchas horas extra sin remunerar. Vamos a intentar negociarlo con los bancos. Algunos se escudan en que es formación voluntaria, pero en la práctica no lo es. En caso de que no fructifique el diálogo, no descartamos la opción jurídica, mediática o movilizaciones, pero la prioridad será el consenso”, apuntan a ‘Bolsamanía’ fuentes sindicales.

MIEDO AL SUSPENSO

La guía que publicó hace dos meses la CNMV habla de un periodo de cuatro años bajo el cual un trabajador de banca puede trabajar en la comercialización o asesoramiento de productos de inversión sin la acreditación necesaria, siempre y cuando tenga a su lado “un supervisor” que sí acredite la formación. “¿Me van a echar? No deberían dejar a los trabajadores con esta incertidumbre”, señala Roberto Tornamira, secretario del sector financiero de UGT. “Los trabajadores en la banca son en general cualificados y tienen una formación continua. Nos parece bien que haya iniciativas como esta pero se podría haber hecho con menos prisas”, añade Joan Sierra, secretario general de la federación del sector financiero de CC.OO.

Las ramas para la banca de ambos sindicatos han enviado documentos con alegaciones a la CNMV para tratar de que el regulador reconsidere algunos puntos de la guía. Las hay lingüísticas, como dice UGT al criticar que utilice la idea de evaluación para garantizar que el personal “actúa de forma honesta”. “Da la impresión que presupone la falta de honestidad”, matiza. El grupo también pide que los sindicatos estén presentes en los órganos que evalúen el desarrollo de la formación, que la CNMV establece que serán necesarios en entidades “de tamaño relevante”, aunque no cuantifica este requisito.

SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL

Una de las grandes quejas de los sindicatos va más hacia la propia normativa que en contra de los bancos. “No puede ser que el trabajador del banco sea el que asuma el riesgo de las operaciones, que sea analista y que prevea lo que sucederá en el mercado”, indica Tornamira. El líder sindical hace referencia a una de las exigencias de la CNMV sobre los conocimientos y competencias del personal: “Conocer el funcionamiento de los mercados financieros y cómo afectan al valor y fijación de precios de los productos de inversión sobre los que proporcionan información a los clientes”.

El regulador apunta a que el asesor o comercializador del producto debe “conocer cómo el tipo de producto de inversión ofrecido por la sociedad (el banco) puede no ser adecuado para el cliente”. Tornamira critica que recaiga la responsabilidad en el empleado, en vez de en en los máximos responsables de la entidad. Por su parte, Sierra confirma que en CC.OO. han planteado a los bancos que contraten seguros de responsabilidad civil para su plantilla con el fin de “evitar futuras posibles demandas sobre los trabajadores”.

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