ep francisco riberas
Francisco RiberasINSTITUTO DE LA EMPRESA FAMILIAR
2,780€
  • 0,005€
  • 0,18%

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y también primer ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas, considera que es "bastante triste" que una compañía inmersa en una crisis familiar por la sucesión del presidente se vea abocada a salir a bolsa para solucionar el problema.

Preguntado durante el curso organizado por Apie y BBVA que se celebra estos días en Santander por el caso de El Corte Inglés, que se encuentra gestionando su peor crisis originada en una disputa familiar entre el ya expresidente del grupo Dimas Gimeno y sus primas Marta y Cristina Álvarez, herederas a Isidoro Álvarez.

Gimeno quiso antes de salir de la compañía impulsar una salida a bolsa que las hermanas Álvarez rechazaron. La guerra familiar entre los primos alejaba el salto al mercado de El Corte Inglés, comprometido con el jeque qatarí que posee el 10% del capital. El nuevo presidente de la compañía, Jesús Nuño de la Rosa, transmitió a los trabajadores a su llegada que va a preparar a El Corte Ingles para la salida a bolsa, que en cualquier caso no se dará en el corto plazo.

"La bolsa es una solución, un paso, que tienen que adoptar algunas compañías en su proceso de maduración que puede estar ligado a la necesidad de atraer o generar talento o a la necesidad de recursos financieros, pero también puede tener que ver con la sucesión", ha reconocido. En todo caso, ha explicado que sería "bastante triste" que el salto al mercado de una empresa fuera "la única manera de buscar la solución a un problema de sucesión".

Riberas ha señalado que las empresas familiares tienen "muchísimas cosas buenas", pero también "inconvenientes derivados de su naturaleza familiar". En el caso de Gestamp, su presidente ha explicado que los problemas familiares se evitan "poniendo una serie de normas bien claritas para que todo el mundo sepa que más allá de lo que quiera cada uno lo que está por encima es el proyecto".

"Ellos podrán ser accionistas, pero si y solo si aportan valor a la compañía. Si no, no seríamos capaces de atraer a los mejores profesionales externos", ha continuado el presidente del Instituto de la Empresa Familiar.

En todo caso, ha explicado que una disputa familiar en el seno de una compañía no tiene que ver solamente con el hecho de que sus gestores sean de segunda o tercera generación, sino con el tamaño del grupo. "Las empresas que no son capaces de crecer a una determinada velocidad cuando vienen momentos complicados tienen dificultad para sobrevivir", ha añadido.

En su opinión, "cuando una empresa familiar crece y de manera sana hay campo para todo el mundo, ya sea accionista o gestor. Si se queda estancada y no crece, se convierte en una jaula de grillos".

Noticias relacionadas

contador