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Javier Marín, Banco SantanderEuropa Press

El anterior consejero delegado del Banco Santander, Javier Marín, ha devuelto los 10,8 millones que recibió como prejubilación al ser sustituido por José Antonio Álvarez en noviembre de 2014. Esta indemnización estaba sujeta a la condición de no competir con el banco, algo que Marín pretende hacer en la nueva firma de gestión de altos patrimonios que está montando sobre la base de SelfBank, entidad que adquirió en junio.

Distintas fuentes confirman la devolución de esta cantidad, aunque un portavoz del Santander declinó hacer comentarios al respecto. En el sector se ve con admiración el movimiento: "Hay que ser muy valiente para renunciar a ese dinero por jugártela en un proyecto nuevo que puede salir mal, porque no es lo mismo dirigir Banif que empezar desde cero", según un alto directivo del sector.

Marín recibió esos 10,8 millones como valor actuarial de una prejubilación de 800.000 euros anuales desde su despido hasta que alcanzara la edad de jubilación; el mismo sistema por el que Ángel Ron tiene derecho a cobrar 23 millones. Sin embargo, como suele ser habitual en el sector, este cobro estaba condicionado a que Marín no ejerciera ninguna actividad en el sector financiero en la que compitiera con el Santander (es lo que se conoce como cláusulas 'non-compete').

El lanzamiento de su nueva firma -que todavía no tiene nombre- supone competir con uno de los principales negocios de la entidad, la banca privada (de la que él provenía antes de ser consejero delegado). Así que Marín debía elegir entre quedarse quieto con su indemnización o lanzarse a la piscina y devolver los 10,8 millones. Y ha elegido lo segundo.

"Hay que ser muy valiente para renunciar a 11 millones por jugártela en un proyecto nuevo que puede salir mal"

"Hay quien dice que en estos niveles la gente se mueve por retos profesionales y no por dinero. Pero eso puede ser cierto en casos como los de Goirigolzarri o César González-Bueno, que tienen la vida resuelta. Pero no en el de Marín, que no está en su misma situación ni por edad ni por patrimonio. Así que tiene mucho mérito lo que ha decidido hacer", comenta otra fuente del sector.

A AÑOS LUZ DE ECHENIQUE, SÁENZ O LUZÓN

Lo cierto es que la indemnización de Marín está muy lejos de las recibidas por otros altos cargos del Santander. Su antecesor como consejero delegado, Alfredo Sáenz, se fue en 2013 con 88 millones bajo el brazo tras el polémico indulto que le concedió Zapatero. Una cifra solo superada, precisamente, por el CEO al que Sáenz sucedió: Ángel Corcóstegui, quien ostenta el récord absoluto de la historia empresarial española con 108 millones. Francisco Luzón fue compensado con 65 millones cuando Emilio Botín le obligó a dimitir en 2011.

Más recientemente, el histórico Matías Rodríguez Inciarte ha abandonado el consejo del Santander con una indemnización de 48 millones tras una larga carrera en que ha ocupado diversos cargos en el organigrama. Por último, Rodrigo Echenique, la mano derecha de Emilio Botín y albacea de su testamento, cobrará 13 millones cuando se retire en enero, según El Confidencial.

Marín es mucho más joven que todos ellos (tiene 52 años) y solo ocupó el cargo de consejero delegado entre abril de 2013 y diciembre de 2014; anteriormente, dirigía la unidad de banca privada (el antiguo Banif). En junio, se alió con Waburg Pincus para hacerse con SelfBank, el banco online que Société Générale había puesto a la venta en marzo y sobre el que Marín piensa construir su nuevo negocio.

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