• El objetivo del proyecto es contribuir a adaptar la normativa, los centros de control de tráfico y las infraestructuras a la conducción autónoma
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Indra, una de las principales empresas globales de consultoría y tecnología, ha comenzado el despliegue del piloto madrileño del proyecto europeo de innovación AUTOCITS, que va a probar la conducción autónoma en el área metropolitana de la capital española, así como en Lisboa y París, las tres ciudades más grandes del llamado Corredor Atlántico, formado por vías consideradas prioritarias para el desarrollo de la infraestructura de transporte europea.

El objetivo del proyecto es contribuir a adaptar la normativa, los centros de control de tráfico y las infraestructuras a la conducción autónoma para mejorar la interoperabilidad de los coches autónomos, asegurar su correcta circulación a través de todo tipo de carreteras de los diferentes países europeos y su convivencia segura con el resto de vehículos. Para ello se van a desarrollar servicios inteligentes de transporte basados en sistemas cooperativos (C-ITS), que permiten la comunicación y el intercambio seguro de datos entre vehículos, usuarios e infraestructura, utilizando el estándar de comunicaciones europeo ITS-G5.

Para el piloto de Madrid se han desarrollado tres servicios C-ITS que ampliarán la “visión” del vehículo autónomo y facilitarán la toma de decisiones mediante avisos como, por ejemplo, notificaciones sobre obras en carretera, situaciones de congestión o de condiciones climatológicas adversas.

Estos servicios C-ITS se han integrado en la solución de gestión de tráfico y túneles Horus, desarrollo propio de Indra, para la que se ha creado un nuevo módulo que permite tanto gestionar el envío de información al vehículo autónomo o conectado como aprovechar todos los datos que este tipo de vehículos generan, procesándolos en tiempo real y ofreciendo información de valor para la toma de decisiones de los gestores, de los propio vehículos conectados y de los conductores de vehículos convencionales.

La plataforma Horus, implementada en la nube, obtiene información de las incidencias a través del canal de información de la DGT mediante el protocolo DATEX2, un estándar europeo para el intercambio de información entre centros de control de tráfico.

El objetivo del proyecto es contribuir a adaptar la normativa, los centros de control de tráfico y las infraestructuras a la conducción autónoma

Ya se están instalando también en el escenario del piloto, el busVAO de la A-6 que conecta con la vía de circunvalación M-30 en Madrid, las primeras unidades de carretera RSU (Road Side Units), que cuentan con varias tecnologías de comunicación ITS-G5 y comunicaciones móviles. Estos equipos enviarán la información a los vehículos autónomos y conectados cuando estén circulando por el carril reversible de alta ocupación de la A-6.

Además de este despliegue inicial, ya se han realizado las primeras pruebas con un vehículo autónomo en un circuito cerrado en las instalaciones de Indra en San Fernando de Henares para comprobar el correcto envío y recepción de información. Tanto las pruebas en este entorno como en el BUS VAO se realizan según el reglamento aprobado por la DGT, que pone a disposición de empresas y centros de investigación una normativa abierta para la realización de ensayos, al no estar condicionada por la Convención de Viena.

INTERCAMBIO DE SERVICIOS ENTRE PILOTOS

Tanto el piloto de Madrid como los de Lisboa y París son pioneros en el Corredor Atlántico y de los primeros que van a incluir en Europa pruebas de vehículos autónomos, de distintos proveedores, cerradas y abiertas al tráfico convencional en carreteras urbanas, suburbanas y enlaces con autopistas. Está previsto que los servicios y sistemas que se prueben en una ciudad se intercambien con los de las otras dos para comprobar que son interoperables y funcionan correctamente.

El piloto de Lisboa se va a llevar a cabo en la autopista A-9, en el tramo entre la A16 y la EN6. Los servicios C-ITS que se van a desplegar enviarán al vehículo autónomo alertas sobre congestiones de tráfico, notificaciones sobre vehículos lentos o estacionados y avisos de climatología adversa. Para la comunicación con los vehículos se van a instalar seis unidades de carretera RSU (Road Side Units) y se van a desplegar al menos dos vehículos autónomos, del IPN y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), y un vehículo instrumentado para realizar las pruebas de validación de los servicios y de las infraestructuras.

Además, para hacer las pruebas en el ámbito más urbano se utilizarán otros dos vehículos autónomos de baja velocidad que actuarán como lanzaderas en el IPN, permitiendo el transporte de pasajeros en un tramo aproximado de 500 metros.

En París, además de avisos de situaciones peligrosas se notificarán los atascos y se contribuirá a gestionarlos, ofreciendo información sobre la velocidad o carriles recomendados, alternativas, etc. utilizando la comunicación desde el centro de control a los vehículos autónomos. Las pruebas se realizarán en la autopista A-13, a las afueras de la ciudad.

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