• Se trata del primer proyecto 'offshore' que la energética española ejecuta en solitario
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Parque eólico de Wikinger de IberdrolaIBERDROLA
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Iberdrola ha conectado a la red eléctrica alemana su parque eólico marino de Wikinger (Alemania), instalación construida durante los últimos 18 meses en aguas del mar Báltico y que es el primer proyecto 'offshore' que la energética ejecuta en solitario.

La inversión en el parque elólico de Wikinger ha ascendido a unos 1.400 millones de euros

Wikinger, cuya inversión ha ascendido a unos 1.400 millones de euros, aportará 350 megavatios (MW) de capacidad al sistema, capaces de suministrar energía renovable a unos 350.000 hogares, cuyo consumo equivale a más del 20% de la demanda de energía del Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde está situado el parque.

Con esta puesta en marcha del parque de Wikinger, que evitará la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año, Iberdrola cumple los exigentes plazos previstos en su construcción, que ha sido especialmente compleja, según ha explicado la propia compañía en un comunicado del que se hace eco Europa Press.

Ubicado frente a la costa Noroeste de la isla alemana Rügen, el parque reúne los principales ejes de la estrategia de Iberdrola, como son la fuerte apuesta inversora por el desarrollo de las energías renovables, la innovación tecnológica, el crecimiento internacional, el compromiso con la reducción de emisiones o la apertura de nuevos negocios y mercados a sus proveedores. Asimismo, ha supuesto un importante efecto tractor, ya que se han creado 2.000 empleos destinados a la construcción en el puerto de Mukran y en las fábricas donde se han construido todos sus componentes, tanto en Alemania como en España.

EL PROYECTO

En el desarrollo del proyecto de Wikinger han participado empresas como la asturiana Windar, con la construcción de 280 pilotes de 40 metros de longitud, así como la danesa Bladt y la española Navantia, que han fabricado las 70 cimentaciones ('jackets'), o Adwen, que se ha encargado de las turbinas.

Además, una de las infraestructuras clave de Wikinger ha sido la subestación marina, a la que se ha llamado 'Andalucía', que va a ser utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema eléctrico alemán y que también ha sido construida por Navantia en las instalaciones de Puerto Real (Cádiz).

La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento para Iberdrola, sector en el que está acometiendo fuertes inversiones en Reino Unido, Alemania y Francia, principalmente. El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ya tiene en operación en el mar de Irlanda el parque de West of Duddon Sands (WoDS), de propiedad conjunta con Orsted, que fue puesto en marcha en 2014 y cuya inversión en el proyecto superó los 1.600 millones de libras (unos 1.802 millones de euros).

WoDS cuenta con una capacidad de 389 MW y es capaz de generar la energía suficiente para abastecer a aproximadamente 300.000 hogares británicos. Además, está desarrollando en aguas británicas del Mar del Norte el proyecto de East Anglia One (EAO), que será uno de los mayores parques eólicos marinos del mundo cuando comience a operar en 2020.

La compañía ya ha concedido el 90% de los contratos de suministros para esta instalación, que requerirá una inversión de 2.500 millones de libras (unos 2.816 millones de euros) y contará con 714*MW de capacidad para abastecer de energía limpia a más de 500.000 hogares ingleses. Las dimensiones de este proyecto serán un hito para la industria renovable, con un área de parque que sobrepasará los 298 kilómetros cuadrados, el equivalente a 30.000 campos de fútbol.

Por último, Iberdrola también tiene en fase de desarrollo el proyecto de Saint-Brieuc, ubicado 20 kilómetros mar adentro frente a la costa de la Bretaña francesa, en el Norte del país y a unos 100 kilómetros de la ciudad de Rennes. El parque marino contará con 62 turbinas Siemens-Gamesa de 8 MW de capacidad.

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