• Los analistas siguen apostando mayoritariamente por IAG, aunque las recomendaciones favorables han ido reduciéndose desde máximos
  • El conglomerado de aerolíneas publica sus cifras el próximo 5 de mayo y el consenso espera una caída en su beneficio neto
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Willie Walsh, consejero delegado de IAGBERND SETTNIK/DPA

IAG

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IAG ha dicho adiós al golpe del Brexit. El grupo de aerolíneas nacido de la fusión entre Iberia y British Airways ha experimentado altos vaivenes por el camino. Primero se desplomó un 40% en cuatro meses, para después recuperarse y subir un 65% desde los mínimos del pasado año que marcó en octubre. En 2017 se revaloriza un 30%. Movimientos que los fondos de inversión, en general, no han sido capaces de aprovechar. El impacto de la salida de Reino Unido de la Unión Europea aún asusta a los gestores.

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De hecho, este temor hacia Reino Unido es generalizado en renta variable. La incertidumbre política de la Eurozona, con las elecciones de Francia y Alemania y el futuro de Italia, no ha frenado, sin embargo, los flujos hacia empresas cotizadas en las principales plazas financieras de estos países, como muestra la encuesta de Bank of America entre gestores. Los fondos han protagonizado la segunda mayor rotación desde Estados Unidos hacia el ‘Viejo Continente’ desde 1998. Sin embargo, se han dejado de lado Reino Unido. Mientras sobreponderan Alemania, Francia o España, Londres es la bolsa que sale peor parada. El resultado neto de las respuestas es que el 34% infrapondera la renta variable británica.

La razón es simple: el Brexit está por negociarse entre Bruselas y el Gobierno que salga elegido en las elecciones que ha convocado Theresa May para el 8 de junio. Y esto deja fuera del radar a compañías como IAG, pese a que el consenso era claro en torno a un castigo excesivo tras el referéndum del 23 de junio. Ese día, antes de conocerse el resultado, la acción cerró en Madrid en 6,86 euros. Perdió un 40% en dos días y no se recuperó hasta octubre, tras marcar mínimos anuales en 4,06 euros.

Mientras otros títulos castigados en bolsa el pasado año, como Telefónica o BBVA, o como ocurrió en 2015 con Repsol o ArcelorMittal, sí entraron en el radar de los fondos, en este caso los gestores se han perdido el rally de IAG

Mientras otros títulos castigados en bolsa el pasado año, como Telefónica o BBVA, o como ocurrió en 2015 con Repsol o ArcelorMittal, sí entraron en el radar de los fondos, en este caso los gestores se han perdido el rally de IAG. Y no porque hubiera dudas entre los expertos del potencial que arrojaba tras la caída, ya que en octubre la recomendación del consenso de analistas de FactSet estaba claramente en la dirección favorable: el 63% aconsejaba comprar/sobreponderar, el 30% mantener y sólo el 7% vender. El precio objetivo otorgado en aquel momento estaba por encima de los 6 euros, con un potencial de revalorización del 45%.

Las recomendaciones se quedaron cortas. Desde los mínimos del pasado año el valor ha protagonizado un rally del 65%. Una subida de la que pocos inversores de fondos se han aprovechado. Entre las excepciones está la gestora de Deutsche Bank, que en los últimos seis meses ha incrementado su posición en 426 millones, hasta los 433 millones de euros. También Oppenheimer Funds, que ha comprado acciones por valor de 100 millones; JP Morgan, con compras que alcanzan los 58 millones y aumentan su participación hasta los 69 millones; y Capital Research & Management, uno de los vehículos más expuestos a IAG con 1.429 millones, 88 millones más que hace un año, según los datos de FactSet.

Lo curioso es que son inversores de estilo ‘growth’. Es decir, o se han salido de su filosofía habitual o compran en función de la capacidad de crecimiento de la empresa y no porque esté infravalorada. Entre los jugadores ‘value’ o valor, sólo destaca la adquisición de títulos valorados en 21 millones por parte de GLG Partners. Mientras que entre las desinversiones sobresalen Standard Life Investment, que baja su participación en 307 millones hasta los 507 millones; y Morgan Stanley, que reduce su exposición en 58 millones hasta los 16 millones.

Los principales movimientos en el capital han sido de jugadores internacionales. También tienen participaciones relevantes Qatar Airways, con un 20,01%; Lansdowne Partners, con un 6,971%; y BlackRock, con un 3,544%. Entre los fondos españoles, apenas hay presencia de IAG en las carteras. Geescoperativo tiene una inversión de 15 millones, mientras que Ibercaja tiene otra de 13 millones. Por debajo de 10 millones están Ibercaja, Allianz Popular o Alpha Plus.

Pero igual que son pocos los fondos que apuestan al alza por IAG tras el varapalo del Brexit, lo mismo ocurre con los bajistas. Ningún inversor tiene declarada una posición corta superior al 0,3% del capital, cota a partir de la que el regulador británico (FCA) las publica. Los ‘cortos’ controlaban más de un 3% del capital en octubre, pero deshicieron sus posiciones a la vez que recogían beneficios.

LOS ANALISTAS SIGUEN APOSTANDO POR IAG... AUNQUE MENOS

Frente a este desinterés de los fondos de inversión por IAG, los analistas de mercado siguen apostando por la compañía. El porcentaje de éstos que recomienda comprar continúa siendo mayoritario (50%), aunque es cierto que ha ido descendiendo paulatinamente desde los máximos previos al Brexit, cuando un 90% aconsejaba comprar IAG y un 10% mantener, mientras que ningún experto recomendaba vender. De hecho, la ausencia de recomendaciones de venta sobre la compañía es una constante y, actualmente, sólo un 7% tiene una recomendación negativa sobre el conglomerado de aerolíneas, según FactSet, mientras que el 43% aconseja mantener.

La ausencia de recomendaciones de venta sobre la compañía es una constante y, actualmente, sólo un 7% tiene una recomendación negativa sobre el conglomerado de aerolíneas, según FactSet, mientras que el 50% aconseja comprar

Con permiso de cómo vayan evolucionando las negociaciones para ejecutar el Brexit, algo que los inversores no perderán de vista, la siguiente cita importante de IAG es la que tiene que ver con la publicación de sus resultados, el próximo 5 de mayo. El consenso de mercado espera un beneficio neto en el primer trimestre de 41 millones, lo que supondría una caída del 47% frente a los 78 millones del primer trimestre de 2016. Los analistas apuntan que este año 2017 será de ajuste entre capacidad (oferta) y demanda y de control de gastos para sostener los márgenes. "La integración de Aer Lingus juega un papel relevante para mejorar la eficiencia, al tiempo que reducen Capex (inversiones en bienes de capitales), aumentando así la generación de caja para asegurar el dividendo", señala Ana de Castro, experta de Bankinter.

El próximo 29 de junio, IAG cotizará ex dividendo. El 3 de julio, lunes, se realizará el pago de los 12,5 céntimos de euro por acción del dividendo complementario. Con la entrega de esta retribución, el dividendo total que IAG ha abonado con cargo a los resultados de 2016 ascenderá a 23,5 céntimos de euro por acción. El consejero delegado del grupo, Willie Walsh, se comprometió en la presentación de los resultados de 2016 que seguir proporcionando un dividendo "sostenible para nuestros accionistas".

A finales de junio del año pasado, después de conocerse la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE), una aerolínea tras otra publicaron 'profit warnings' (advertencias de beneficios). El caso de IAG no fue una excepción y, precisamente, esta comunicación contribuyó a hundirla más en bolsa. El 24 de junio del año pasado, IAG rebajaba sus previsiones de beneficio operativo durante el ejercicio 2016. En concreto, el holding señala que "tras el resultado del referéndum en Reino Unido, y dada la actual volatilidad en el mercado, aunque continúa esperando un incremento significativo en el beneficio de las operaciones para este año, ya no prevé generar un incremento absoluto en el beneficio de las operaciones similar al registrado en 2015". Los resultados de 2016, finalmente, mostraron deterioro, aunque ya no fue una sorpresa dado que la entidad lo había anticipado. Aun así, el beneficio neto por acción aumentó casi un 30% ayudado por la evolución del cuarto trimestre. Los analistas los valoraron como "buenos resultados para un año difícil".

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