• Sin embargo, la Asociación de Moda Sostenible de España (AMSE) critica que siguen produciendo sus prendas en países en vías de desarrollo
  • El exceso de producción, las condiciones laborales de sus trabajadores o la certificación de sus materiales preocupan a los expertos en moda sostenible

Oysho, la marca de ropa interior y de baño de Inditex, ha sido la última en sumarse al carro 'eco' de las grandes marcas de la moda española. La colección 'Committed' de Mango cumple un año y sigue prometiendo cuidar del medioambiente y usar tejidos ecológicos. Sin embargo, otras marcas de moda sostenible aseguran que la producción de estas marcas sigue estando lejos de poder considerarse comprometida con el ecologismo y consideran que tanto Inditex como Mango están usando el 'greenwashing', es decir, técnicas de marketing para lavar su imagen como industrias contaminantes.

Que las compañías intenten lavar su imagen no es algo nuevo. De hecho, los orígenes del ‘greenwashing’ se remontan a los años 60, de la mano del movimiento ecologista. Y es que el hecho de mostrarse comprometidas con el medio ambiente, más allá de que sea cierto o no, es una práctica habitual en grandes compañías. Un ejemplo bastante conocido, aunque apartado del mundo de la moda, es el de McDonalds, que cambió su icónico color rojo por el verde. Un ‘greenwashing’ en toda regla.

Los bikinis de esta temporada de Oysho se han unido a ‘Join Life’, un estándar de Inditex que certifica que esas prendas han sido fabricadas con “materia prima sostenible, con una tecnología que reduce el consumo de agua” y que “en al menos una etapa de su producción” han sido fabricados “con energías renovables, con materiales que reducen la emisión de químicos” o con “pieles curtidas con la clasificación Leather Working Group Oro”.

“Lo primero que tendrían que hacer las grandes marcas es reducir su producción. Producen más prendas de las que venden”, dicen desde ASME

Sin embargo, esta declaración de intenciones no convence a la Asociación de Moda Sostenible de España (AMSE). Según su presidenta, Marina López, “lo primero que tendrían que hacer las grandes marcas es reducir su producción. Producen más prendas de las que venden”. Y subraya que “la moda sostenible, además de sostenible, tiene que ser ética”. En la misma línea, Gema Gómez, directora de Slow Fashion Next, consultora de moda, sostenibilidad, emprendimiento y negocio, señala que "ninguna marca ha puesto un límite a su producción masiva, y es por donde deberían empezar".

La responsable de Slow Fashion Next añade que estas marcas deberían "fomentar un consumo responsable" y pagar "salarios dignos, que no legales", ya que en muchos países los salarios legales están lejos de poder asegurar una vida digna al trabajador. Por su parte, López critica que “se están gastando más dinero en contar que tienen esta línea que en lo que están haciendo en realidad o en lo que gastan en pagar a sus trabajadores”.

En el caso concreto de la ropa de baño, Inditex utiliza poliamida reciclada. Siguiendo el ejemplo de ‘Eco Alf’, una marca de moda sostenible que convierte los plásticos en fibras, Oysho convierte plásticos en fibras textiles. Pero existen riesgos, y es que el material no deja de contener plásticos que “ponemos sobre nuestra piel” y “cuyo proceso de elaboración es altamente contaminante, porque se está convirtiendo el plástico en las fibras para poder confeccionar esas prendas”, señala Marina López.

Además, Gema Gómez explica a 'Bolsamanía' que estos materiales derivados del plástico generan micropartículas durante el lavado "que terminan en ríos y mares, acaban siendo ingeridas por peces y en última instancia, por nosotros". Y es que, según Gómez, la industria textil "es la responsable del 20% de las sustancias tóxicas en el medio ambiente".

ALGODONES ORGÁNICOS

Otra marca española con línea de moda ‘eco’ es Mango. La competidora nacional de Inditex cuenta con la línea ‘Committed’, que persigue el objetivo de la marca de conseguir que el 50% del algodón que utilice Mango en 2022 sea de origen sostenible.

“Se utiliza algodón ecológico, que contiene menos pesticidas, pero que sigue contaminando", aseguran los expertos

Para que el consumidor pueda asegurarse de que el algodón con el que se ha producido una prenda es realmente orgánico, este debe ir acompañado de un certificado. En este sentido, Marina López explica a ‘Bolsamanía’ que en muchas ocasiones “se utiliza algodón ecológico, que contiene menos pesticidas, pero que sigue contaminando”. En la misma línea, existen otras certificaciones para dejar claro que la prenda cumple con los estándares de trabajo justo. La más conocida es la de ‘Fair Trade’.

En el caso del algodón orgánico, el certificado más habitual y el más “fiable”, según la Asociación de Moda Sostenible de España, es el GOTS, que responde a 'Global Organic Textile Standard'. Sin embargo, no es el certificado que utiliza Mango, que prefiere acreditar sus prendas bajo el FSC, 'Forests for all forever'.

TENDENCIA GLOBAL

Aunque Inditex y Mango son dos de los gigantes del ‘retail’ a nivel mundial, no son los únicos en practicar el ‘greenwashing’. H&M con su línea ‘Conscious’ fue una de las pioneras en lanzar una colección elaborada con materiales orgánicos. Aunque López alerta de que el problema está en que “se producen millones de prendas que no se acaban comercializando porque tienen taras y esas prendas se queman y terminan contaminando”, por lo que la solución pasa por “delimitar la producción”.

Otro ejemplo es la colección ‘Bio Cotton’ de C&A. Esta línea de la marca belga destaca por sus precios bajos pese a utilizar algodón orgánico certificado con la acreditación ‘Cradle to Cradle’. Según la presidenta de la Asociación de Moda Sostenible de España, “es imposible producir una prenda de manera ética y con algodón orgánico y vender vestidos a 20 euros, por mucho que se incremente la producción”. Marina López opina que cuando se venden prendas “supuestamente sostenibles” a precios tan asequibles “posiblemente se esté cosiendo en la India, Bangladesh o la India”.

TRANSPARENCIA

Si de algo pecan las grandes marcas del sector es de falta de transparencia. Así lo constanta el Índice de transparencia de la moda elaborado por Fashion Revolution. Este informe señala que aunque “algunas compañías están dando pasos en la dirección correcta, no es suficiente”. En esta línea, destaca que “Inditex dice que no publica su listado de fábricas por razones comerciales, pero tenemos que ir más allá de esa línea de pensamiento”, ya que otras competidoras, como H&M sí lo hacen.

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Según el ranking, Mango es la marca menos transparente de las que se han mencionado. La marca catalana ocupa el décimo tercer puesto de compañías menos transparentes y el índice la califica en el grupo de “marcas que publican la mayoría de sus políticas y algunos procedimientos e información sobre sus proveedores”. En el caso de Inditex, las marcas del grupo de Amancio Ortega ocupan el siguiente renglón y según el informe son “marcas que publican información más detallada sobre sus políticas y sobre sus objetivos sociales y medioambientales, así como información de sus proveedores".

En este sentido, pese al auge de líneas ‘eco’ en las grandes marcas del textil español, queda un largo camino por recorrer. No solo en cuanto a ética y sostenibilidad, si no también en cuanto a transparencia en sus procedimientos. Gema Gómez, directora de Slow Fashion Next, señala: "Imagina que al tocar una prenda puedes saber que la ha producido una niña menor de 11 años trabajando 16 horas al día. O que vieses una foto del vertido tóxico que ha provocado la prenda o supieses que el agricultor que cultiva la materia prima ha muerto intoxicado. Quizá así la gente sería más consciente". La transparencia y la ética, deben ser fundamentales en la sostenibilidad.

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