• El banco alemán se ha desplomado un 60% en bolsa en los últimos doce meses
  • Los inversores dudan de la calidad de sus activos y de su exposición a los derivados
  • También recelan de su capacidad para generar beneficios y del enfoque en banca de inversión
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7 de octubre de 2015. Deutsche Bank (DB) sorprende de manera negativa al mercado al anunciar una pérdida neta de 6.200 millones de euros en el tercer trimestre y la supresión del dividendo. El nuevo consejero delegado de la entidad, John Cryan, mostraba así sus credenciales: quería sanear y poner en orden el banco. Un año después, su estrategia no termina de cuajar.

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Fue una de las primeras medidas de choque anunciadas por John Cryan, al mando del principal banco alemán desde julio de 2015, tras la renuncia de los anteriores responsables. Al asumir el puesto, destacó como principal problema de DB los "rendimientos financieros bajos y una pobre generación orgánica de capital". En ese momento, los expertos de Goldman Sachs afirmaron que "la tarea que afronta la nueva dirección es muy exigente. Los costes judiciales no se acaban con esta provisión y esperamos que persistan durante varios años. No vemos esto como una limpieza, sino como una indicación de que la fijación de Deutsche Bank se producirá en el periodo 2015-2018".

Su capitalización bursátil, que antes de la crisis se movía en torno a los 50.000 millones de euros, se ha reducido hasta 15.700 millones de euros

Casi un año después, DB sigue en su particular 'infierno' bursátil, puesto que en los últimos doce meses ha perdido un 60% de su valor en bolsa. Su capitalización bursátil, que antes de la crisis se movía en torno a los 50.000 millones de euros, se ha reducido hasta 14.500 millones de euros y sus acciones cotizan ya por debajo de sus mínimos históricos (hasta este lunes en 11,06 euros), al caer un 7,5%, hasta 10,55 euros.

El último eslabón en la cadena de los problemas con la que carga el banco lo ha puesto EEUU. Las autoridades norteamericanas anunciaron la semana pasada la posibilidad de imponer al banco germano una sanción de 14.000 millones de dólares debido a prácticas ilegales en el mercado de hipotecas 'subprime', que sirvió como mecha de la crisis financiera de 2008. Sus acciones cerraron esa jornada con caídas del 8,5%.

EN EL FOCO DEL MERCADO

Ocho años después de la crisis, todavía no queda claro a qué corresponden muchas partidas y es complicado valorar muchos de los activos que tienen

Victoria Torre, responsable de Análisis de SelfBank, afirma que la importancia que tiene la entidad en Europa es "un motivo de preocupación" que ha lastrado la cotización de otros bancos en los días en los que DB ha recibido malas noticias. "No olvidemos que se trata del primer banco alemán por activos, y uno de los más importantes a nivel europeo", afirma esta experta. Joaquín Robles, analista de XTB, comenta que "a Deutsche Bank lo vemos mal, igual que vemos al resto de la banca europea. Por muchos factores. La posible multa es el último, aunque no pensamos que vaya a tener que pagar 14.000 millones de dólares".

Además, Victoria Torre destaca como un factor de incertidumbre el hecho de que el sistema financiero alemán "tiene una mayor interconexión con otros mercados que el de otros países, por lo que un impacto en una de sus entidades tiene mayor capacidad de transmisión fuera de sus fronteras". Por su parte, Joaquín Robles subraya "los riesgos sistémicos de la banca europea" y menciona dos problemas fundamentales para el sector. "El primero, la dificultad para valorar los activos que tienen en sus balances. Ocho años después de la crisis, todavía no queda claro a qué corresponden muchas partidas y es complicado valorar muchos de los activos que tienen". En este sentido, la exposición del banco al mercado de derivados está valorada en unos 42 billones de euros.

En segundo lugar, Robles destaca "la dificultad que están encontrando las entidades financieras para volver a ser rentables". Y añade: "Los tipos bajos del Banco Central Europeo (BCE) presionan a la baja el margen de intereses y, en el caso de Deutsche Bank, está esa dificultad de volver a ser rentable". Como esta es una queda habitual en el sector, este jueves el presidente del BCE, Mario Draghi, mandó un mensaje muy directo al sector: "El exceso de bancos es uno de los motivos que explica su baja rentabilidad". Les animó, por tanto, a fusionarse.

LO QUE NO MEJORA ...

El problema para Deutsche Bank es precisamente el que ha puesto de relieve la posible multa que plantea imponerle EEUU: que el banco no termina de librarse de su pasado

El problema para Deutsche Bank es precisamente el que ha puesto de relieve la posible multa que plantea imponerle EEUU: que el banco no termina de librarse de su pasado. Este año, de hecho, está lleno de sospechas. Arrancó mal. puesto que el 20 de enero anticipó unas pérdidas de 6.700 millones de euros para el conjunto de 2015. El 28 de enero, la entidad confirma que sus pérdidas anuales han ascendido a 6.794 millones de euros, tras destinar 5.200 millones de euros a provisiones por litigios judiciales. "Sabemos que los periodos de reestructuración pueden ser difíciles, aunque confío en que seguir implementando nuestra estrategia de manera disciplinada nos permitirá transformar Deutsche Bank en una entidad más fuerte, eficiente y mejor dirigida", afirmó John Cryan en ese momento.

Y es que los problemas de DB vienen de lejos. El 29 de octubre de 2015, la entidad confirmó los malos pronósticos anticipados unas semanas antes. Se desplomó casi un 7% en bolsa tras anunciar un recorte de 15.000 puestos de trabajo y su salida de diez países, en el marco de una profunda reestructuración, con el objetivo de recortar sus costes en 3.800 millones de euros para 2018, después de haber registrado pérdidas récord de 6.024 millones de euros en el tercer trimestre del año.

Pero sus palabras no lograron calmar a los inversores, preocupados incluso por la solvencia del banco y su capacidad para afrontar el pago de intereses de algunos de los productos financieros. El 9 de febrero, DB volvió a desplomarse en bolsa y el director financiero de la entidad, Marcus Schenck, se vio obligado a emitir un comunicado para intentar tranquilizar al mercado. Por su parte, John Cryan afirmó que el "balance del banco es absolutamente sólido como una roca". En ese momento, sus acciones cotizan a un tercio del valor de liquidación del banco y los CDS, los productos para protegerse de un posible impago de la entidad, alcanzan su mayor nivel desde la crisis de deuda de 2011 en la zona euro.

Victoria Torre recuerda que "su filial estadounidense fue la única entidad, junto a la filial del Santander, en suspender los test de estrés de la Reserva Federal, de entre la más de 30 sometidas a examen". En su opinión, "las últimas cuentas de la entidad son una evidencia de la situación por la que atraviesa, con un retroceso del 83% en el beneficio del primer semestre. Por su parte, los ingresos retrocedían un 9%, reflejo del escenario de tipos del BCE".

Joaquín Robles añade que la incertidumbre sobre los bancos europeos está "dificultando una de las estrategias que se quería llevar a cabo desde Europa", que consistía en impulsar fusiones paneuropeas. "Esa estrategia de concentración bancaria está siendo entorpecida porque los bancos tienen miedo de absorber entidades porque los balances no son claros". Robles pone como ejemplo el caso de España, "con algunos bancos más pequeños que podrían ser absorbidos", pero que sin embargo siguen en solitario por las dudas sobre sus activos".

EL PAPEL DE CRYAN, EN ENTREDICHO

El 1 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó a DB el dudoso honor de ser el "banco más peligroso del mundo" para el sistema financiero global

Tras unos meses de relativa calma, los problemas regresaron una vez más. El 24 de mayo, la agencia Moody's revisó a la baja los ratings de Deutsche Bank y sus filiales, ante los crecientes desafíos para la ejecución del plan estratégico de la entidad alemana. El 17 de junio, marca un nuevo mínimo anual en 12,63 euros. El 1 de julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó a DB el dudoso honor de ser el "banco más peligroso del mundo" para el sistema financiero global y añadió que el grado de efectos colaterales derivados de una crisis es el sistema financiero alemán sería más elevado fuera que dentro del país.

El 20 de julio, la agencia S&P rebajó desde 'estable' a 'negativa' la perspectiva de DB y mantiene su rating en BBB+, debido al entorno operativo "desfavorable", que plantea desafíos particulares" para el banco teutón mientras implementa su plan estratégico 2016-2020. "La perspectiva negativa refleja la posibilidad de que rebajemos la calificación crediticia de la entidad en el largo plazo si las condiciones del mercado dificultan la capacidad de Deutsche Bank para preservar su capital y conservar su franquicia mientras implementa sus planes de reestructuración", señaló S&P. Días despues, el 3 de agosto, sus acciones marcan un mínimo histórico en 11,06 euros.

En contexto, convirtió a Deutsche Bank en un hervidero de rumores. El 1 de septiembre, John Cryan niega una información que apunta una posible fusión entre Commerzbank y DB. Los planes del banco pasan por reducir el tamaño para que "sea un poco más simple", aseguró el consejero delegado. Dos semanas después, la noticia de la propuesta de multa del Departamento de Justicia de EEUU, equivalente al 75% del valor bursátil de la entidad, se convierte en una nueva amenaza.

Semejante acumulación de problemas está afectando a la autoridad de Cryan y genera dudas sobre su verdadera capacidad para gestionar el banco. "Lleva más de un año en su cargo y la mejoría aún no se ha dejado ver, siendo muchos los escépticos sobre la viabilidad de su plan de reestructuración. Cryan tiene que acometer un agresivo programa de recorte de costes y mejorar la solvencia de la entidad. En el plan se incluyen venta de activos y recorte de puestos de trabajo", afirma Torre.

Y en relación a las posibles medidas que puede tomar el consejero delegado en el futuro, Torre afirma que "se barajan la reducción de costes y conseguir ingresos vía desinversiones. Sobre estas últimas, se ha hablado de Postbank (pero no se han encontrado compradores) y de la división de gestión de activos (una línea de negocio que a priori a Deutsche le gustaría conservar). No se descartan tampoco las opciones de una fusión con otra entidad o la ampliación de capital, aunque por el momento esta última alternativa tampoco es de las preferidas por el banco".

Joaquín Robles considera que el banco debe afrontar una profunda reestructuración, "ver qué negocios son rentables y tal vez ir vendiendo participaciones". Además, no descarta que intente "reforzar su capital" de alguna manera para fortalecer su balance. Respecto a la multa de 14.000 millones de dólares que ha propuesto el Departamento de Justicia de Estados Unidos, recuerda que "los antecedentes muestran que a Bank of America le reclamaron 13.000 millones de dólares y acabó pagando 5.000 millones. Y también algo parecido ocurrió con Goldman Sachs".

UNA ESTRATEGIA EQUIVOCADA

Esa nueva estrategia confirma nuestro temor de que el banco necesita una nueva dirección antes de que los accionistas puedan esperar un futuro mejor

En cualquier caso, el castigo recibido en las últimas semanas se debe a que el mercado está "descontando" una cantidad similar a la pagada por Bank of America y otros bancos americanos. El consenso de analistas no es para nada positivo con la entidad. Tan sólo 2 firmas aconsejan comprar y otras dos sobreponderar. Mientras 21 analistas aconsejan mantener, 6 infraponderar y 4 vender.

En este sentido, los expertos de Carax AlphaValue recomiendan infraponderar sus acciones, con un precio objetivo a seis meses de 11,2 euros. "La falta de visibilidad en los resultados (curva de tipos invertida, debilidad cifras CIB), además de las negociaciones sobre la sanción en EEUU (comienzan las negociaciones con 14.000 millones de dólares), no aportan catalizadores positivos para tomar posiciones en el título. Que cotice a 0,3 veces P/BV (valor en libros) y PER (ratio precio/beneficio) 2017 de 7,53 veces o que haya superado los test de stress no son suficientes razones para invertir en Deutsche Bank. Los niveles de rentabilidad (ROE) son muy bajos", afirman estos expertos.

Desde Carax AlphaValue, se han mostrado muy críticos con la gestión de Cryan al frente de la entidad. "El señor Cryan está aumentando el peso del negocio de banca de inversión en el grupo. Pensamos que esto es claramente una estrategia equivocada". Y concluyen: "Los problemas de Deutsche Bank en 2016 son muy parecidos a los 2012, pero el banco ha perdido cuatro años. Sin embargo, la estrategia para 2020 parece similar a la de 2015. Esa nueva estrategia confirma nuestro temor de que el banco necesita una nueva dirección y un nuevo presidente de supervisión antes de que los accionistas puedan esperar un futuro mejor".

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