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El presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, en los Desayunos de Europa PressEUROPA PRESS

La Sareb tiene el mandato extinguirse antes de 2027, pero las cosas podrían cambiar con el nuevo Gobierno. Su presidente, Jaime Echegoyen, ha abierto la puerta a la opción de que se alargue el plazo, aunque ha dejado claro que la Sareb no trabaja actualmente con ese escenario.

“Alargar el plazo es la tentación natural, es siempre una opción”, apuntó el lunes durante un almuerzo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) durante su XXXI Curso de Economía. No obstante, explicó que la compañía, participada públicamente al 45% y por accionistas privados al 55%, opera con el horizonte de liquidar los activos en el plazo previsto. “No trabajamos con ese escenario”, indica en relación a una extensión del plazo, inicialmente fijado en quince años desde su constitución, en 2012.

“¿Puede ocurrir? Sí”, explicó Echegoyen, que matizó después que ampliar el plazo “no es una opción sencilla”, pues advirtió que “tienes que poner de acuerdo a mucha gente”. Además, explicó que la recomendación desde Bruselas es que este tipo de sociedades de gestión de activos tengan siempre fecha de caducidad.

La decisión, en todo caso, estaría en manos de sus accionistas, entre los que se encuentra el Frob, que el pasado ejercicio sufrió un deterioro de 947 millones de euros del valor de su participación en Sareb, unos 841 millones por su participación en capital y 106 millones por la deuda subordinada.

PRIVATIZACIÓN DE BANKIA

El plazo de extinción de Sareb no es el único con el que trabaja el Frob, que aún mantiene entorno al 61% de Bankia. La autoridad debería desinvertir esta participación teóricamente antes del final de 2019, un plazo que coincidirá en gran medida con la gestión de Nadia Calviño al frente del Ministerio de Economía.

El futuro de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri estaría así en manos del nuevo Ejecutivo socialista, que deberá decidir si continuar con el proceso de desinversión, aprobar en Consejo de Ministros un nuevo aplazamiento de la salida del Estado de Bankia, como ya hizo hace un par de años, o cambiar el rumbo del banco accediendo a la petición de Podemos de crear una banca pública.

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