• El mercado confía en una mejoría de los márgenes y de la rentabilidad
  • Los inversores vigilarán de cerca las ratios de capital y de cobertura de los activos dudosos
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Ahora sí que sí. La temporada de presentación de los resultados bullirá esta semana. Y los bancos volverán a acaparar el protagonismo, más aún tras el reciente -y polémico- final de Banco Popular. El reto, precisamente, consistirá en que demuestren que fue un caso aislado. Y que los inversores pueden confiar en ellos.

En concreto, el mercado prestará una atención especial a seis ratios principales, que servirán para analizar hasta qué punto generan dinero con su negocio, cómo controlan sus costes, cuánto cubren sus riesgos y cuáles son sus niveles de capital.

1. Margen de intereses. Como suele decirse, mide el negocio bancario de siempre; la diferencia entre el interés que paga por el dinero que capta con una mano -los depósitos de los clientes- y el que cobra por el dinero que presta con la otra mano -los préstamos a otros clientes-. En los últimos años, el margen de intereses se ha movido en un mundo de estrecheces. Los bajos tipos de interés, la presión regulatoria, la irrupción de los nuevos competidores tecnológicos (fintech) y la débil demanda de crédito han complicado que la banca gane dinero con su negocio de siempre.

Aunque el escenario no ha cambiado, es cierto que el crédito está repuntando y que el mercado trabaja ya pensando en unos intereses ligeramente más altos para el futuro, con lo que se espera una mejoría. Si sigue sin mejorar, continuará obligando a los bancos a buscar recursos en el resto de la cuenta. En el primer trimestre, Bankia, Sabadell y Liberbank sufrieron descensos del 12% en su margen de intereses.

2. Margen bruto. Resultado de añadir al margen de intereses otros ingresos, como las comisiones o los resultados de operaciones financieras, a la cuenta de resultados, con lo que este apartado equivale en realidad a los ingresos de un banco -considerando que, al incluir el margen de intereses contiene también los gastos financieros de esta partida-.

Como en el caso del margen de intereses, el mercado tiene ganas de ver que los bancos son capaces de generar ingresos. Es una de las claves para que su valor bursátil supere el umbral del valor en libros, algo que en los bancos españoles sólo logra Bankinter. En el primer trimestre, el margen bruto cayó en Liberbank (-46%) y en CaixaBank (-1,5%).

3. Ratio de eficiencia. Si los márgenes no crecen o sólo lo hacen de manera raquítica, el recurso que queda es el de recortar los costes. Y a eso se han dedicado los bancos en los últimos años. Menos oficinas y menos empleados para ajustar esa sobrecapacidad a la que, entre otros, han aludido el Banco de España (BdE), el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), de ahí que insten a más fusiones en el sector.

El termómetro para medir hasta qué punto ajustan sus costes a sus ingresos es la ratio de eficiencia, que pone en relación los costes con los ingresos. Es decir, mide cuánta parte de los ingresos se la comen los costes. Por tanto, cuanto menor sea esta ratio más eficiente será ese banco. Una ratio del 60% significa que los costes se comen 60 de cada 100 euros ingresados; y una de 30%, que sólo consumen 30.

En el primer trimestre, la ratio media de las entidades del Ibex -sin incluir Popular, que entonces formaba parte del índice- era del 49,5%. Bankia tenía la mejor ratio, con un 43,6%, y Sabadell y CaixaBank, las peores, con un 53,4% y un 54%, respectivamente.

4. Rentabilidad sobre el capital (ROE). El accionista quiere retorno para su inversión. Y no poco, precisamente. Por ser el último en cobrar -o el primero en perder, como ha quedado demostrado en Banco Popular-, exige una rentabilidad alta por su capital. Según los últimos cálculos del BCE, el coste de capital (COE) ronda el 10% para los bancos europeos, con lo que ese debería ser el objetivo mínimo que debería superar el ROE del sector. Por encima, ese banco está generando valor y, por tanto, atractivo; por debajo, está destruyendo valor y debería ponerse a trabajar para revertir pronto esa situación.

En España, sin embargo, la media del primer trimestre en las entidades cotizadas se situó en el 8,3%. De hecho, ese umbral del 10% sólo lo superan dos entidades, Bankinter y Bankia, con un ROE del 12% y del 10,2%, respectivamente, en el primer trimestre de 2017, aunque la segunda ya anticipó que en los próximos trimestres se moverá más bien en el 9%. CaixaBank, con un 5,1%, y Sabadell, con un 5,3%, eran las que presentaban un dato más alejado de ese 10%.

5. Capital. Tras la crisis, la regulación se ha vuelto más exigente. Pide a los bancos más capital con la pretensión de que cuenten con un colchón mayor para soportar las pérdidas en caso de que las cosas se tuerzan. En concreto, el mercado centra sus miradas en la ratio de capital que Basilea III exigirá a partir de 2019, pero que ya es la referencia actualmente, y que se recoge en la denominación 'CET1 fully loaded'.

En el primer trimestre, la media de los bancos cotizados se situó en el 11,6%. Bankia mostraba la mayor ratio de capital, con un 13,37%. Y Banco Santander la más baja, con un 10,66%. A finales de 2016, la ratio de capital 'CET1 fully loaded' de Banco Popular era del 8,2%.

6. Ratio de cobertura. El final de Banco Popular ha recordado la relevancia de que las entidades valores correctamente sus activos dudosos y los cubran de manera conveniente. Esa cobertura queda reflejada en una ratio que manifiesta hasta qué punto ese banco cuenta con diques para protegerse de esos activos problemáticos.

Al cierre del primer trimestre de 2017, la ratio de cobertura media de los seis bancos del Ibex -Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter- y Liberbank alcanzaba el 62%. Los más holgados eran Santander y BBVA, con tasas superiores al 70% -habrá que ver cómo queda la del Santander tras incorporar al Popular- y la que tenía una menor cobertura era Liberbank, puesto que se limitaba al 40%.

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