• Una de las explicaciones del éxito de este fenómeno está en la mayor conciencia ecológica de los consumidores, que intentan reducir la huella contaminante sobre el planeta
  • Según Acotex, las empresas del sector textil facturaron en 2015 (últimos datos disponibles) 17.743 millones de euros
second hand segunda mano
Pixabay

La venta de ropa de segunda mano no es nada nuevo. De hecho, desde hace años existen tiendas que venden prendas 'vintage', es decir, artículos especiales de décadas pasadas que se encuentran en buen estado. Pero ahora también cada persona puede vender, a través de diferentes webs por Internet, la ropa y el calzado que ya no quiera, y no tiene que ser antigua.

Son muchas las tiendas online de este tipo que han proliferado en los últimos años. Chicfy es una de las más conocidas, pero no la única. Frente a este modelo de 'mercadillo digital', en el que todo el proceso lo llevan a cabo los propios vendedores (anunciar las prendas, tramitar el envío…), hay otras tiendas virtuales de segunda mano como Micolet o Percentil que dan un mayor soporte al vendedor.

“La gente sigue comprando la misma cantidad de ropa, solo que más barato, y las mismas marcas”, reconocen desde Percentil

Por ejemplo, estas dos webs se encargan de recoger las prendas, catalogarlas y subirlas a la página, y el vendedor sólo tiene que decir si está o no de acuerdo con el precio fijado y, cuando se lleve a cabo la venta, cobrar. Y a juicio de lo que reconocen ambas empresas, el negocio no va nada mal, ya que cada vez son más los que se apuntan a esta nueva tendencia, sobre todo mujeres.

Así lo confirma Aritza Loroño, cofundador y encargado de Micolet, una empresa que nació hace poco más de dos años a imagen de las webs de venta de ropa de segunda mano que había en EEUU, y que se dedica exclusivamente al mercado femenino: “Cada vez se consume más y se compra más ropa, y se tira estando prácticamente nueva, lo que es una pena”, asegura. Con este modelo, dice, la vendedora gana algo de dinero por lo que ya no quiere y la compradora se lo ahorra adquiriendo algo que está “prácticamente nuevo”.

Una opinión con la que coincide Luis Ongil, CEO y cofundador de Percentil. Esta empresa, nacida en 2012 también tomando como modelo a EEUU, se centró en sus inicios en la venta de ropa infantil, aunque desde hace año y medio ha dado un giro total hasta el punto de que, aunque todavía incluye un apartado de prendas para niños, la venta de ropa de mujer supone el 70% de su negocio. “La gente sigue comprando la misma cantidad, pero más barato, y las mismas marcas”, dice Ongil, que confiesa que las prendas que más se venden en su web son las del gigante Zara. Eso sí, aunque cada vez son más las españolas que se apuntan a esta tendencia, reconoce que aquí todavía queda mucho camino por recorrer.

“En España hay que enseñar lo que es la segunda mano, algo que en Francia y Alemania, donde también está Percentil, hay más cultura de 'reciclar' moda”, dice. La firma acaba de llegar a Holanda, y actualmente maneja cifras nada desdeñables. Según explica Ongil, actualmente cuentan con 100.000 usuarios activos y el año pasado vendieron un millón de prendas. Además, Percentil crece a un ritmo del 150% desde que echó a andar, recibiendo al día 12.000 y 15.000 prendas, aunque no se compra todo, sólo el 40% o 45% de lo que llega a sus almacenes, ubicados en Madrid.

La empresa, que emplea a 70 personas, “ahorra a los compradores entre un 70% y un 80% del valor de las prendas” señala Ongil, por lo que desde su nacimiento ha ahorrado a sus usuarios “unos 30 millones de euros”, al tiempo que ha pagado a los vendedores “3.000 millones de euros” desde sus inicios.

Y Micolet tampoco se queda atrás. Según su cofundador, Aritza Loroño, cuentan con “más de 100.000 prendas en sus almacenes”, y en un buen día pueden llegar a vender hasta 1.500 prendas. “De media, entran al mes 25.000 prendas y salen otras 20.000”, dice el empresario, que anuncia que próximamente, en uno o dos meses, expandirán el negocio con su llegada a Francia.

LA EXPLICACIÓN DEL ÉXITO

La ropa de segunda mano se está haciendo un hueco en los armarios españoles, pero lo cierto es que esta tendencia está más que consolidada en otros países, como por ejemplo EEUU. Allí nacieron hace años empresas que buscaban reinventar el modelo eBay con un canal exclusivo para la moda, y parece que lo están consiguiendo. Empresas como ThredUP, fundada en 2009 y con más de 1.600 empleados, han logrado captar la atención de los inversores, hasta el punto de que en 2015 la compañía cerró una ronda de financiación en la que cosechó 81 millones de dólares nada más y nada menos que del banco Goldman Sachs.

Las webs de compra-venta de ropa de segunda mano buscaban reinventar el modelo eBay con un canal exclusivo para la moda y lo han conseguido

Por su parte, Swap.com, subsidiaria estadounidense de la compañía finlandesa Netcycler, anunció el pasado mes de diciembre que había recaudado 20 millones de dólares en una ronda de financiación dirigida por el fondo sueco de capital privado eEquity. Nacida en 2013, emplea en la actualidad a 500 personas y tiene cerca de 1,5 millones de artículos disponibles en su web.

Estos son sólo dos ejemplos del éxito de este modelo, al que cada vez se apuntan más consumidores. Así lo corroboran los datos del último informe sobre el negocio de 'reventa' que ha elaborado la propia ThredUP este 2017, que habla de “crecimiento explosivo”. Según el informe, la venta de ropa de segunda mano (tanto online como en tienda) es un negocio de 18.000 millones de dólares, y se espera que aumente hasta alcanzar en el año 2021 un tamaño de mercado de 33.000 millones de dólares. También señala que el 49% de las ventas de productos de segunda mano es de ropa, zapatos y complementos.

‘FAST FASHION’

Y lo son, precisamente, por la tendencia conocida como 'fast fashion', un modelo de consumo basado en tres fases: adquirir, utilizar y desechar. La industria de la moda cada vez renueva con más asiduidad sus colecciones, ya no sólo hay una de otoño-invierno y otra de primavera-verano, lo que incita aún más al consumo. Eso hace que se compre ropa “porque sí”, dice Luis Ongil, de Percentil, que cree que ya “no se compra por necesidad”, sino por impulso, y eso lleva a que los armarios estén llenos. Esta situación, unida a la crisis, que llevó a mucha gente a querer sacar rédito a las prendas que ya no usaba y a otros a ahorrarse algo de dinero sin por ello renunciar a las tendencias, ha hecho que triunfen webs como la suya.

Aunque tampoco hay que olvidar el componente ecológico. Los millennials, que son los que más segunda mano consumen, son los que tienen una mayor conciencia ecológica, y esa es otra de las razones del éxito de este tipo de negocios. Desde Ecologistas en Acción hablan de la “obsolescencia” de la moda, que cada vez es más “efímera”, y apuntan a la conciencia de algunos consumidores, que intentan reducir la huella contaminante sobre el planeta (según datos del Banco Mundial el 20% de la contaminación en el agua proviene del tratamiento que se hace textiles, y alrededor de 20.000 millones de kilos de productos químicos usados para la ropa constituyen una verdadera amenaza para la naturaleza), para explicar el triunfo de la venta de ropa de segunda mano. Aunque en esta organización creen también que gran parte de este consumo se debe únicamente a factores económicos: “No hay una percepción crítica de la cantidad de ropa que se tiene, y muchas veces sólo se busca tener más por menos”, dicen.

No obstante, algunos estudios confirman los beneficios de esta forma de 'reciclaje' para el medio ambiente. Hace poco la web de venta de segunda mano vibbo daba a conocer el informe 'Second Hand Effect’. El mercado de segunda mano y su efecto en el medio ambiente', elaborado en colaboración con el Instituto de Investigación Medioambiental de Suecia (IVL), que aseguraba que dar una segunda vida a los objetos ayuda a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2). En concreto, los usuarios españoles de vibbo -10 millones mensuales- ayudaron a evitar la emisión potencial de unas 697.860 toneladas de CO2 mediante la compraventa de objetos de segunda mano en 2016.

“La conciencia sobre el medioambiente y el consumo responsable aumenta su importancia a la hora de usar plataformas de segunda mano”

Esta cantidad de CO2 es equivalente a eliminar todas las emisiones que producen 930.000 españoles en un solo mes. “La tendencia al alza del mercado de segunda mano puede obedecer a motivaciones evidentes como la económica o deshacerse de algo que el usuario ya no necesita”, asegura la Responsable de Estudios de vibbo, Beatriz Toribio, “pero la conciencia sobre el medioambiente y el consumo responsable va aumentando su importancia a la hora de usar plataformas de segunda mano”, remarca. En España el mercado de segunda mano “se ha duplicado en los últimos diez años, pero aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar a los países nórdicos, con mayor tradición en la venta de productos usados con la motivación de cuidar el medio ambiente”, afirma.

¿CÓMO AFECTA A OTROS NEGOCIOS?

No obstante, el auge que están viviendo estas empresas parece no estar afectando a la competencia. Eduardo Vega-Penichet, director general de la Organización Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), indica que este es un fenómeno que se ve con buenos ojos. “La competencia siempre es buena”, explica el responsable de Acotex, que recuerda que hay tiendas de muy distinto tipo, tanto online como a pie de calle, y que cada una busca un factor de diferenciación para ganar clientela y hacer negocio.

En el caso de estas webs de venta de ropa de segunda mano, cree que un factor importante para su crecimiento ha sido la crisis. “Hasta ahora se miraba mucho el precio”, dice Vega-Penichet, que afirma que el negocio textil en España goza de buen estado de salud. Según Acotex, las empresas del sector textil facturaron en 2015 (últimos datos disponibles) 17.743 millones de euros, y los datos de 2016, que se presentarán en breve, también van a ser positivos, reflejando cierta mejora.

Y tampoco se han visto resentidos otros negocios, como el de Humana, una ONG que trabaja en la protección del medio ambiente con recursos que obtiene del reciclaje textil. Nacida en 1987, recoge ropa usada a través de los contenedores metálicos que coloca en plena calle y posteriormente vende las prendas en las 43 tiendas que tiene repartidas por toda España. En 2016, el número de clientes se situó en 1,3 millones.

Desde su creación, Humana ha recogido 276.000 toneladas de textil usado, el equivalente a llenar más de cuatro veces el estadio Santiago Bernabéu

Desde su creación, Humana ha recogido 276.000 toneladas de textil usado, el equivalente a llenar más de cuatro veces el estadio Santiago Bernabéu. Estas prendas, estaban mayoritariamente en buen estado, por lo que se ha podido alargar su vida útil “con el fin social y ambiental siempre en mente”, dicen desde la ONG. Humana reconoce que tradicionalmente los consumidores “han sido reacios” a comprar ropa de segunda mano por “prejuicios asociados a conceptos como pobreza” que todavía hoy persisten, pero señala que este sector “ha experimentado una eclosión” gracias a la combinación de varios factores: los precios asequibles, el auge del 'vintage' y la moda sostenible, a lo que hay que añadir “la consolidación de valores como el consumo responsable o la conciencia social”.

Además, explica Humana, el reciclaje de textil contribuye a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático. “Cada kilo de ropa que se reutiliza y no es incinerado evita la emisión de 3,169 kg de CO2, según datos de la Comisión Europea”, señala la ONG, que afirma que las 276.144 toneladas que ha recogido durante los 30 años que lleva operando en España “representan un ahorro de 875 mil toneladas de CO2 a la atmósfera”. Esto, dice, equivale a la emisión anual de 328 mil coches (que circulan 15.000 km anuales) o a la absorción anual de dióxido de carbono que realizan 6,5 millones de árboles.

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