• La venta de O2 supone la reducción de su presencia en Europa, un mercado saturado
  • El aumento de la exposición a Brasil puede tener consecuencias negativas
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Telefónica ha realizado en los últimos días dos movimientos que definirán su estrategia de internacionalización. Por un lado, el acuerdo para la venta de su filial O2 supone su salida del Reino Unido. Por otro, la aprobación del regulador de competencia brasileño a la compra de GVT supone un paso más para la teleco en América Latina.

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Iván San Félix, analista de Renta 4, recuerda que “geográficamente, Telefónica inició un cambio importante hace dos años”. Tras la venta de O2, la presencia en Europa de la compañía que preside César Alierta se reduce a Alemania, donde además ha reforzado su posición. Esto, unido al refuerzo en Brasil con la adquisición de GVT, supone un “cambio de enfoque geográfico y de presencia en sus mercados clave” a nivel internacional.

La compra de GVT, aprobada la semana pasada por el regulador brasileño, supone un paso más. Según San Félix, no se descarta “que vaya a potenciar más su inversión” en este país emergente.

"La estrategia de Telefónica supone reforzar su presencia en países donde se presenten oportunidades"

La estrategia no sólo es geográfica, ya también supone “reforzar su presencia en países donde se presenten oportunidades”. Entre ellos, este analista cita México, donde los cambios regulatorios han mejorado la situación para las telecos, aunque en este país norteamericano Telefónica se choca de frente con su mayor enemigo, la estadounidense AT&T, que ha incrementado considerablemente su peso en el negocio mexicano de la telefonía con sus últimas adquisiciones.

A juicio del analista de Renta 4, “las operaciones que está cerrando Telefónica son bastante buenas”. Por un lado, la venta de O2, a la que se ha visto prácticamente “obligada porque tenía mucha deuda”, permitirá a Telefónica reducir su endeudamiento hasta en 11.000 millones de euros, dependiendo de cuánto destinen a inversiones. Por otro lado, las sinergias que generarán los últimos movimientos en Brasil y Alemania suman hasta 10.000 millones de dólares, apunta San Félix.

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AUMENTA LA EXPOSICIÓN A BRASIL

Por su parte, Felipe López Gálvez, analista de Self Bank, apunta que la ampliación de capital con la que Telefónica financiará la compra de GVT tiene además el objetivo de reducir deuda. Sin embargo, la compra del operador brasileño entraña riesgos para las cuentas de la teleco, derivados principalmente del cambio de divisa, además de suponer “demasiada carga en países emergentes, especialmente en Brasil”, donde concentra “demasiado riesgo”.

En el lado positivo, la venta de O2 reduce la presencia de Telefónica en Europa, un “mercado demasiado saturado”. En concreto, el mercado británico suponía un quebradero de cabeza para Telefónica, ya que sólo ofrecía servicios de telefonía, mientras otros operadores venden paquetes integrados que incluyen televisión. En este contexto, sólo tenía dos opciones: “O se ponía a comprar o se esperaba a que le compraran”.

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