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Carlos TorresBBVA

“Innovar o morir”. Con esta frase resume el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, la visión de la entidad sobre el futuro de la economía y, en especial, del sector financiero. El ejecutivo ve potencial en las criptomonedas, en contraste con la opinión de los reguladores, y pide a las autoridades españolas “espacios para la experimentación".

Para el Banco de España y la CNMV son activos “de enorme riesgo” y sus revalorizaciones son propias de “burbujas especulativas”. Para el Ministerio de Economía que lideró Luis de Guindos, tienen un valor “altamente especulativo” y no son monedas. Para BBVA, sin embargo, las criptomonedas son parte del nuevo orden económico que transformarán las tecnologías como el blockchain.

“Más allá del ruido creado por la proliferación de las criptomonedas y por sus volátiles precios recientemente el impacto de la tecnología a largo plazo puede ser enorme”, señala el número dos de BBVA durante los cursos que organizan Apie y la entidad en Santander estos días.

El blockchain es, precisamente, el tema en el que se centra este año el curso, cuyo título es La economía ante el blockchain. Lo que está por venir. El ejecutivo considera que esta tecnología, en la que se basa, por ejemplo, el bitcoin, hará a los bancos “más eficientes, más ágiles y más transparentes”.

La entidad, de hecho, se encuentra trabajando en la posibilidad de negociar y contratar préstamos sindicatos sobre blockchain. BBVA ya tiene en pruebas este proyecto, que es complejo porque supone desplegar una red para múltiples participantes en la que compartirán información.

RÉGIMEN MUY RESTRICTIVO

“El régimen operativo para las entidades financieras en relación con las monedas virtuales es altamente restrictivo”, apunta Torres, que se refiere a una guía que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) publicó en 2014 en la que recomendaba a las autoridades nacionales disuadir a las entidades financieras de comprar, vender o custodiar monedas virtuales.

Para Torres, esta recomendación debería ser bien matizada o bien “interpretada” por las autoridades españolas para “que se mantengan espacios adecuados para la experimentación viendo que puede pasar”. “Las políticas públicas deben ir encaminadas a promover el progreso facilitando que España se posicione como centro de innovación en el ámbito fintech y atraiga talento e inversión”, señala.

En su opinión, es necesario seguir adelante con el sandbox o laboratorio de pruebas regulatorio para el sector financierp. Esta medida fue la última que aprobó el anterior ministro de Economía, Román Escolano, antes del cambio de Gobierno. Se sometió a consulta pública, pero su futuro dependerá de la nueva titular del ramo, Nadia Calviño.

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