• En España, cerca de 200.000 autónomos trabajan en casa
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En España hay 3,2 millones de autónomos según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). De ellos, cerca de 200.000 trabajan desde casa. Pero en los últimos años han irrumpido con fuerza las oficinas compartidas o ‘coworking’. Estas son las ventajas e inconvenientes económicos de ambas opciones.

TRABAJAR EN CASA

En opinión de Pedro Aceituno, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, trabajar en casa puede ser la mejor opción para un autónomo que esté comenzando su negocio ya que, por regla general, preferirá ahorrarse el mayor dinero posible. Pero además de no tener que pagar una oficina, trabajar desde casa permite a los autónomos desgravarse una serie de gastos.

Si es el propietario de la vivienda, tal y como explica Helena Pujalte, directora del Gabinete de Estudios de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF), podrá deducirse todos los gastos asociados a la titularidad de la casa (IBI, seguro de la vivienda, comunidad de vecinos, tasa de basura…). Si la casa se compró con un préstamo, también se pueden deducir los intereses pagados anualmente. Para los que viven de alquiler, se incluye el pago de la renta.

Pero cuidado, porque todas estas deducciones se harán en proporción al porcentaje de vivienda que se utilice para trabajar (los metros cuadrados del despacho, por ejemplo) y del porcentaje de la casa que sea propiedad del autónomo.

SUMINISTROS

Tanto alquilados como propietarios se pueden deducir los suministros (agua, gas, electricidad, internet y teléfono). Desde el 1 de enero de 2018, con la nueva Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, se puede deducir el 30% de los gastos del porcentaje de la casa que se dedican a la actividad.

Un autónomo que dedique el 20% de su casa a trabajar solo podrá deducirse el 6% de los suministros

Por ejemplo, un autónomo dedica el 20% de su casa a trabajar. De ese porcentaje, podrá deducirse el 30% de cada factura; es decir, que el porcentaje final sería solo del 6%.

Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), critican que estos porcentajes suponen que un autónomo se desgrave, de media, un máximo de 9 euros en los suministros de una vivienda de 100 metros de los que destina el 30% a su actividad. Por eso, el PSOE presentó una moción este miércoles en el Senado para que los autónomos que trabajan en casa pudieran deducirse el 30% de los suministros (sin tener que multiplicarlo después por la superficie utilizada de la casa); el PP tumbó esta propuesta.

TRABAJAR EN UN ‘COWORKING’

Baptiste es un joven periodista francés que llegó a Madrid hace cuatro meses. Desde entonces, trabaja como ‘freelance’ para varios medios de comunicación. No se ve capaz de ser constante desde su casa, sin unos horarios definidos, por lo que ha decidido trabajar en una oficina compartida. Y, como él, miles de trabajadores en España.

Además, este periodista añade que le gusta tener más personas cerca con las que hablar, de otras edades, nacionalidades y profesiones. Esta es, según Pedro Aceituno, una de las ventajas de trabajar en un ‘coworking’ “Desde el domicilio se trabaja de una forma más aislada”, asegura, y en los centros de ‘coworking’ “es más fácil tener acceso a redes importantes para el negocio, como pueden ser las colaboraciones, inversores, ayudas o clientes”. Igualmente, Aceituno defiende que los ‘coworking’ aportan equipamientos avanzados que “refuerzan la imagen profesional” (despachos, salas de reuniones…), lo que resulta muy adecuado para “autónomos cuyo tipo de negocio sea de alto valor añadido”.

El auge del ‘coworking’ es una realidad. Según explican desde la Asociación de Coworking de Cataluña (Cowocat), su número de asociados ha pasado de 15 en 2013 a 48 actualmente. Las cifras de la plataforma CoworkingSpain son aún más altas: de 30 en 2010 a unos 950 espacios actualmente.

Para los autónomos que se decidan por esta nueva forma de oficinas, Helena Pujalte explica que pueden deducirse todos los gastos relacionados con la actividad, incluido el pago del alquiler por el espacio y el uso de los servicios.

COMPARTIR OFICINA GRATIS

Según las cifras de CoworkingSpain, compartir oficina en la ciudad de Madrid puede rondar los 100 o 150 euros al mes (más IVA). Por eso, Baptiste es uno de los trabajadores que va a Campus Madrid, un espacio de Google gratuito en el que solo es preciso registrarse para acceder a sus servicios mínimos y disponer de un espacio para trabajar.

Pero los ‘coworking’ gratuitos escasean. Según explica Manuel Zea, fundador de CoworkingSpain, las oficinas compartidas gratis suelen ser espacios de ayuntamientos y “no pueden hacer competencia” a los privados. En la mayoría de ocasiones, apunta Zea, se trata de espacios dedicados a aceleradoras o incubadoras que requieren que las empresas pasen por un proceso de selección.

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