• Los expertos de Oxford Economics creen que la situación económica de España justifica las mejoras en el 'rating'
  • En septiembre del año pasado, el plena crisis catalana, S&P decidió esperar y ver su impacto económico
Imagen del exterior de la sede de S&P.

La agencia S&P Global Ratings va a elevar la calificación de España este viernes. Fitch marcó el camino el pasado 19 de enero y todo parece indicar que S&P le seguirá esta noche y que Moody's hará lo propio el próximo 13 de abril. La crisis catalana ya no es un riesgo para las agencias, por lo que priman poner en valor la recuperación económica del país. Así lo hizo Fitch a principios de año y así lo hará S&P este viernes.

"Creemos que S&P elevará la nota de España en un nivel, hasta 'A-', situándolo en línea con la reciente mejora por parte de Fitch", señalan los expertos de Oxford Economics. Fitch colocó el 'rating' de España en 'A-' en enero, mejorándolo desde 'BBB+', y bajó la perspectiva a 'estable' desde 'positiva'.

"Creemos que S&P elevará la nota de España en un nivel, hasta 'A-', situándolo en línea con la reciente mejora por parte de Fitch", señalan los expertos de Oxford Economics

En septiembre del año pasado, S&P se pronunció sobre la calificación de España, manteniéndola sin cambios en 'BBB+'. Advirtió entonces de que "las tensiones entre el Gobierno central y el Gobierno regional de Cataluña podrían (...) debilitar el crecimiento del país". En enero, con el artículo 155 ya activado, y a pesar de que Cataluña seguía -y sigue- sin Gobierno, Fitch daba más valor a la recuperación económica del país frente al "riesgo político" y admitía que los efectos del desafío independentista hasta ahora "han sido muy limitados". Al mismo tiempo, consideraba "muy improbable" la secesión y apostaba por un acuerdo que revise cuestiones de financiación y contemple una "mayor autonomía" de Cataluña.

EL ACUERDO SIGUE SIN LLEGAR... Y EL GOBIERNO AUTONÓMICO, TAMBIÉN

Este acuerdo entre Gobierno central y Gobierno autonómico no ha llegado y S&P se pronuncia este viernes después de que el Parlament no haya investido a Jordi Turull como presidente de la Generalitat. Esta decisión se ha producido un día antes de que el magistrado Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, se reúna con el propio Turull y con otros investigados por el proceso independentista con el objetivo de revisar si se dicta prisión provisional contra ellos.

Así pues, el panorama político en Cataluña está lejos de despejarse, pero lo más probable es que S&P se aferre a la 'estabilidad' que conlleva la aplicación del artículo 155 y al hecho de que las tensiones políticas se han suavizado considerablemente en estos meses para refrendar esa mejora de calificación.

"Creemos que el sólido desempeño macroeconómico de los últimos años y la mejora de las métricas fiscales justifican esta mejora crediticia. El crecimiento del PIB de España ha sido regularmente superior a la media de la Zona Euro desde 2015 y la economía ha experimentado una reducción sustancial de los desequilibrios macroeconómicos", apuntan los expertos de Oxford Economics.

De hecho, para estos expertos las calificaciones de España que mantienen las tres grandes agencias son aún bajas a pesar de las mejoras que han ido haciendo y se prevé que hagan este año. "Las tres principales agencias de calificación han elevado la calificación de España un total de cinco veces en los últimos cuatro años, después de haberlo reducido un total de 26 notas durante la crisis. Esto deja la calificación de España por debajo de lo que debería ser", precisan. "Esta visión queda confirmada por nuestro Indicador de Riesgo Soberano, que sugiere que los fundamentales políticos y económicos de España garantizan una calificación crediticia más alta, en algún lugar entre 'A-' y 'A'", añaden.

Desde Oxford Economics creen que S&P habría elevado la calificación de España en septiembre del año pasado si no hubiera coincidido con el aumento de las tensiones políticas en Cataluña. "El momento fue bastante desafortunado", reconocen. La decisión de la agencia se produjo pocos días antes de que la región celebrara el referéndum sobre la independencia. "Es muy difícil justificar una mejora crediticia en medio de la agitación política", reconocen esos analistas.

La agencia declaró entonces que esperaría y vería cuál sería el impacto del conflicto en el desempeño económico y fiscal de España. "Seis meses después, la crisis política sigue sin resolverse, pero las tensiones se han atenuado y el impacto en la economía española ha sido muy limitado. España continúa disfrutando de una recuperación económica sólida y amplia", concluyen desde Oxford Economics.

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