• La calificadora crediticia no espera un cambio de rating para España en 2017
  • Las últimas medidas para impulsar la recaudación acercará el déficit al objetivo

El Fondo de Reserva tiende a agotarse y, salvo un cambio inesperado en la marcha de la economía o medidas de última hora, lo hará este o el próximo año. Con la última reforma sin lograr aún los objetivos marcados de sostenibilidad, a costa de un menor poder adquisitivo de los pensionistas, el Gobierno se plantea emitir deuda pública para asegurar las pensiones. Una medida que, según la agencia S&P Global, no afectaría a la calificación crediticia de la economía española, que está en BBB+ con perspectiva estable.

“Si se financian las pensiones con deuda se incrementarán las necesidades de financiación de España, pero no lo suficiente para afectar al rating”, explica Marko Mrsnik, senior director de S&P Global. Es decir, preguntado sobre que parte de las emisiones del Tesoro a lo largo de este y del próximo año sirvan para cubrir las necesidades de la Seguridad Social, ante el deterioro del Fondo de Reserva o 'hucha de las pensiones', cuyo saldo se ha quedado en 15.195 millones de euros, una cuarta para del nivel que tenía en 2012.

Si se financian las pensiones con deuda se incrementarán las necesidades de financiación de España, pero no lo suficiente para afectar al rating

Los menores ingresos de la Seguridad Social durante los últimos años unidos al desafío estructural que supone el progresivo envejecimiento de la población hacen que los expertos anticipen que el fondo se vacíe entre este y el próximo año. En cualquier caso, el déficit de la Seguridad Social, que se prevé que haya alcanzado los 18.000 millones de euros en 2016, “ya está contemplado en el déficit público de la economía”, indica el experto de S&P Global.

Así, el efecto en el nivel de endeudamiento de la economía será limitado en caso de que finalmente el Gobierno opte por esta vía, como anticipó en diciembre Alberto Nadal, secretario de Estado de Presupuestos y Gastos. “Se habilitarían los instrumentos legales necesarios pero la financiación del sistema de pensiones sería igual”, matiza.

Mrsnik, en cualquier caso, considera que hay vías para abrir el debate público sobre la sostenibilidad de las pensiones, como “avanzar en el tiempo con la última reforma”, que introdujo nuevos mecanismos para revalorizar las pensiones al margen de la inflación, con un mínimo del 0,25% como ocurre en 2017 por cuarto año consecutivo, y un máximo de 0,5 puntos porcentuales por encima del IPC. No obstante, estudios como el divulgado por el Banco de España 'Finanzas públicas e inflación: el caso de España' de los economistas de la institución Pablo Hernández de Cos, Samuel Hurtado, Francisco Martí y Javier J. Pérez. En el informe, demuestran cómo el retorno de la inflación alivia el problema de la sostenibilidad. Eso sí, a costa de la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados, que se inicia ya este año con la amenaza de que se hunda a largo plazo.

PREVISIÓN DE MANTENER EL RATING PARA ESPAÑA

S&P Global no espera riesgo de elecciones anticipadas en España hasta 2018 por "la fragmentación" de la oposición

S&P tiene programadas sus revisiones del rating de España en marzo y septiembre, que inicia el año en BBB+ con perspectiva estable. Y así es como esperan que acabe. El escenario base de los analistas de una de las tres grandes agencias de rating globales es que se mantendrá la calificación crediticia española, con una previsión de déficit sobre el PIB del 3,6% previa a las últimas medidas del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para impulsar la recaudación con el Impuesto de Sociedades y tributos especiales. No obstante, incluyendo estas iniciativas del equipo de Cristóbal Montoro, Mrsnik apunta que el déficit público tenderá a acercarse al objetivo del 3,1%, aunque podría haber haber alguna diferencia en décimas en función del crecimiento nominal.

La calificadora indica que una mejoría del rating podría producirse si hay un crecimiento de la economía por encima de sus previsiones sin llevar la balanza por cuenta corriente a terreno negativo, si se reduce el déficit público sustancialmente o si se fortalece la transmisión de la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE) a la economía española, algo que apenas se ha producido, según demuestra un estudio publicado por el Banco de España.

Por el contrario, si la política monetaria no contiene las presiones deflacionistas que, por ahora, parecen alejarse; si la deuda neta de las administraciones públicas supera el 100% del PIB o si la balanza por cuenta corriente se debilita, supone una amenaza para bajar el rating.

En cuanto a la incertidumbre política, S&P Global considera que se ha disipado y no contempla en su escenario base un riesgo de elecciones anticipadas durante 2017 debido a la “fragmentación” de la oposición. Pero este riesgo sí está anticipado para 2018.

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