- Con la herramienta que está desarrollando actualmente, Minguela busca "dar una dimensión social al capitalismo que tenemos hoy"
- El objetivo es vender el software a grandes fondos de inversión y bancos y reconoce que varios de los más importantes ya han mostrado interés
Contenta por su elección como Joven Líder Mundial (Young Global Leaders), la española Rebeca Minguela ve este nombramiento, sobre todo, como una oportunidad para impulsar su herramienta, Clarity. Minguela considera a Clarity su "proyecto de vida" y está emocionada con la decisión del Foro Económico Mundial, principalmente por las puertas que le abre para ampliar su agenda y conseguir un importante impulso adicional para su idea.
"Para mi empresa (el nombramiento) sirve de plataforma. Voy a ser capaz de tener más éxito a medida que pueda ir contactando con gente", señala Minguela, que de momento piensa acudir a la edición regional del Foro Económico que se celebra en Buenos Aires los próximos días 6 y 7 de abril.
"Para mi empresa (el nombramiento) sirve de plataforma. Voy a ser capaz de tener más éxito a medida que pueda ir contactando con gente", señala Minguela
Con Clarity, Minguela cuenta a 'Bolsamanía' que quieren hacer lo mismo que las agencias de rating -"como Moody's o S&P"- a la hora de calificar a las empresas, pero midiendo su impacto social. Sin duda, es ese componente social del proyecto lo que ha premiado el Foro Económico, que da tanta importancia o más a este aspecto que al currículum académico y profesional de los candidatos. "Este reconocimiento del Foro mira los logros profesionales y los logros sociales, no sólo de este último proyecto", aclara Minguela, y apunta que lleva años implicada en causas sociales: "Desde que tengo 18 años he colaborado con ONGs".
Clarity es lo que se conoce como un SAAS (Software as a Service, un software que se vende para prestar un servicio) y Minguela quiere vendérselo a fondos de inversión y bancos. De momento, reconoce, ya han mostrado interés "varios de los más importantes" en Estados Unidos, Latinoamérica o Europa, "pero no te puedo decir nombres". Gracias a esta herramienta, estos grandes fondos o bancos podrán conocer el grado de 'calidad social' de una compañía -que se medirá mediante una calificación. "Una empresa será más social (y mejor) cuantas más necesidades cubra para más personas por dólar invertido. Y a ello hay que sumar un buen comportamiento empresarial", explica Minguela.
La tarea es ardua porque los obstáculos son importantes. Para medir los dos aspectos que quieren analizar (la responsabilidad social corporativa y la actividad de la empresa como tal) y conseguir calcular el valor social de las firmas, el equipo de Minguela necesita datos, y éstos no son siempre tan fáciles de conseguir ni tan accesibles, especialmente cuando se trata de bucear en las 'entrañas' de las compañías. "De ahí que seamos una empresa tecnológica. Muchas de las métricas que tenemos son reportadas por las empresas, pero hay formas de estimarlas sin usar información de la empresa, por medio de algoritmos e inteligencia artificial", señala la española, que reconoce que la tendencia hacia la democratización de los contenidos les va a ayudar en su proyecto.
Minguela considera a Clarity "un proyecto de vida" del que no quiere desprenderse, como hizo en 2016 con Blink
Minguela no quiere vender Clarity cuando su herramienta se convierta en una realidad, algo que sí hizo a finales de 2016 con Blink -su aplicación móvil de reservas hoteleras-, que compró Groupon. Al contrario, quiere que Clarity se convierta en algo grande con un objetivo aún más grande que pasa por "dar una dimensión social al capitalismo que tenemos hoy" y acabar con la desigualdad. "Ahora se crea (la desigualdad) por cómo se mueven los capitales. Bill Gates se gasta una parte de su dinero pensando simplemente en el retorno económico y otra parte la invierte en filantropía, pero en lo que él decide. Si se aplicaran los parámetros sociales se podría saber si, cuando estás comprando o invirtiendo en algo, lo estás haciendo de una forma sostenible. Si ese parámetro social lo aplican también los gobiernos, por ejemplo, podrían decidir reducir los impuestos a las empresas con mejor métrica social. De repente, el dinero dejaría de moverse basado en el puro retorno y los capitales fluirían de otra manera", explica la española.
"NO ME GUSTA TRUMP, PERO ENTIENDO POR QUÉ HA LLEGADO AHÍ"
Rebeca Minguela lleva mucho tiempo viviendo fuera de España (en Londres, Alemania...) y desde 2009 reside en Estados Unidos con su novio francés, también emprendedor y consejero delegado de su propia empresa, como ella. Aunque reconoce que su idea es volver de manera definitiva en un futuro -"Para volver esperaré unos años, pero definitivamente volveré", asegura-, de momento se conforma con los viajes esporádicos a Madrid, donde ha abierto una oficina también destinada a trabajar en Clarity.
"Yo, por suerte, tengo tarjeta de residencia, pero conozco muchos emprendedores aquí, tanto españoles como de otros países, y están con la incertidumbre de si les van a renovar la visa", afirma
Mientras tanto, Minguela seguirá en Nueva York, donde reconoce que hay más cautela por parte de los inmigrantes como ella desde la llegada de Donald Trump. "Yo, por suerte, tengo tarjeta de residencia, pero conozco muchos emprendedores aquí, tanto españoles como de otros países, y están con la incertidumbre de si les van a renovar la visa, lo que es muy triste, sobre todo cuando vienen aquí a generar empleo".
La española afirma abiertamente que no le gusta Trump, aunque tampoco se muestra especialmente entusiasmada cuando habla de los líderes políticos de España. "De un político espero dos cosas: que comuniquen bien y que tengan capacidad diplomática, es decir, capacidad de llegar a acuerdos. (...) El liderazgo que tenemos deja bastante que desear". A Trump le reconoce, eso sí, que es un "excelente comunicador", especialmente para su base política, lo que, en su opinión, le ha permitido llegar donde está. "Aunque lo que no me gusta es que miente, que manipula la verdad. Es bastante triste".
