• El Banco de España pide "cautela" al hablar del dinero digital público (CBDC, por sus siglas en inglés)
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Las nuevas tecnologías lo han revolucionado todo. También la forma en que pagamos, y cada vez disminuye más el uso de efectivo en muchos países en favor del uso de medios de pago digitales, como las tarjetas o los pagos móviles. Todo esto ha provocado que los bancos centrales, que son los encargados de emitir los billetes, se planteen ahora si deben adaptarse a estas nuevas demandas y empezar a emitir su propio dinero digital. Una decisión que habrá que valorar muy bien, porque tiene pros y contras.

Así lo explica el Banco de España (BdE) en un informe dado a conocer este lunes, titulado 'Implicaciones de política monetaria de la emisión de dinero digital por parte de los bancos centrales', en el que detalla qué es lo que han planteado entidades como el Banco de Inglaterra, el Banco Popular de China o el Banco de Suecia, y qué consecuencias podría tener en caso de llevarse a cabo.

Como en todo, hay defensores y detractores de la emisión de dinero digital por parte de un banco central (CBDC, por sus siglas en inglés), ya que mientras que unos argumentan que mejoraría aspectos del funcionamiento del sistema de pagos como la transmisión de la política monetaria, otros aseguran que estos beneficios son modestos y que los riesgos tecnológicos y para la estabilidad financiera llaman a la cautela. De hecho, el BdE asegura que las ventajas e inconvenientes dependerán, en gran medida, de las modalidades elegidas para la emisión de dinero digital, es decir, si se respeta o no su carácter anónimo, y si se contempla o no que ese tipo de dinero sea remunerado.

Entre las ventajas de la emisión de las que hablan los defensores de esta medida, se pueden destacar varias, que el Banco de España analiza al detalle en el mencionado documento:

-Menos demanda de efectivo: los pagos con tarjeta o con el móvil están a la orden del día, y cada vez disminuye más la demanda de dinero en efectivo. Por ello se dice que la emisión de CBDC podría tener un efecto positivo. No obstante, el BdE apunta que podría ser negativo dado que el 'señoreaje', es decir, el beneficio que obtiene el banco central por la emisión de billetes es transferido al Tesoro, y si se reduce por la falta de emisión de papel moneda, eso "ocasionaría una caída en los ingresos del sector público, que podría dar lugar a subidas de impuestos o a reducciones en el gasto público". Por ello, y dado que la cantidad de billetes en circulación sigue creciendo, considera que este motivo "no parece justificar actualmente la emisión de CBDC".

-Posible mejora de algunos aspectos del funcionamiento de los sistemas de pago: se dice que pueden producirse ganancias en productividad asociadas a la introducción de CBDC, aunque el BdE vuelve a alertar de que no está claro que dichas mejoras procedan necesariamente de la introducción de dinero digital público y no de la extensión y mejora del actual dinero digital privado (pagos por transferencia, con tarjeta etc.).

-Potenciales mejoras en la transmisión de la política monetaria: según explica el Banco de España, si el dinero digital es remunerado "su tipo de interés pasaría a ser un instrumento clave para la implementación de la política monetaria convencional", ya que afectaría a las decisiones de ahorro e inversión de familias y empresas, tanto directa (a través de la remuneración de los fondos depositados en el banco central) como indirectamente (al establecer un límite inferior a las remuneraciones de los depósitos bancarios). Esto permitiría desligar en parte la transmisión de la política monetaria de la situación financiera de los bancos, lo que podría ser especialmente relevante durante crisis financieras. Además, en el caso de una economía sin billetes físicos, el tipo de interés del CBDC sería el que marcase el 'suelo' de los tipos de interés, lo que "rompería la actual asimetría en la conducción de la política monetaria que se produce en torno a la 'cota cero' de los tipos de interés, permitiendo mayores recortes en los tipos nominales en caso necesario", dice el BdE.

-Lucha contra el fraude fiscal y blanqueo de capitales y mejora de la inclusión financiera: el CBDC puede desempeñar un papel relevante en la lucha contra el fraude si su tenencia no es anónima, es decir, cuando el banco central mantenga un registro activo de todas las transacciones (aunque si no es anónimo, supondría una pérdida de privacidad individual y requeriría que el banco central hiciese una inversión significativa en infraestructura para verificar cada transacción en todo momento). Además, eso requeriría que se eliminase por completo el uso de efectivo para evitar que siga siendo el vehículo utilizado para actividades ilegales. Sin embargo, el BdE cree que reemplazar los actuales billetes y monedas por CBDC no anónimo no supondría el final de dichas actividades delictivas, que "aún dispondrían de activos alternativos para tales fines, como divisas de otros países, oro o las propias criptomonedas".

¿DINERO DIGITAL PARA ACOTAR EL BITCOIN?

Otra de las razones que se han esgrimido para defender la emisión de dinero digital público es la de la creciente fuerza que están tomando criptomonedas como el bitcoin, el ethereum o el litecoin. Se dice que estas monedas digitales pueden acabar ganando aceptación y desplazando el dinero en curso legal, por lo que se cree que los bancos centrales deberían tomar la delantera lanzando CBDC para no perder el control sobre la transmisión de la política monetaria a la economía real, lo que podría desestabilizar los precios.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El BdE apunta que actualmente este motivo resulta "muy débil" dado que el valor de mercado de las criptomonedas es "minúsculo" y su medio de intercambio "es muy limitado". Y es que, recuerda el Banco de España, "la fuerte volatilidad que con frecuencia presentan sus valoraciones las hace poco apropiadas como unidad de cuenta o depósito de valor".

PROBLEMAS PARA LA BANCA

Además de todo eso, el BdE hace otra consideración, y explica las consecuencias de introducir un dinero digital, haciendo referencia a si se opta por la vía de la no remuneración. En este caso, dice, la remuneración de las reservas de los bancos comerciales en el banco central seguiría constituyendo el suelo de los tipos de interés de corto plazo en el mercado interbancario, variable fundamental en la transmisión de las decisiones de política monetaria.

Los problemas llegarían, dice el Banco de España, si se opta por la opción de un CBDC remunerado.Y es que el Banco de España considera que necesariamente afectaría a la rentabilidad del sector bancario y podría incentivar las retiradas de fondos por parte de los depositantes, particularmente en episodios de pánicos bancarios, haciendo estos potencialmente más probables e intensos. De hecho, apunta que los bancos podrían verse "forzados" a elevar la remuneración de sus depósitos por encima del tipo de interés del CBDC, lo que "reduciría sus márgenes de intermediación, podría llevar a una reducción de la oferta de crédito y a su encarecimiento, y, probablemente, a una contracción en la capacidad de intermediación del sector bancario".

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