- En Canadá las exportaciones de petróleo representan el 10% del PIB
- A pesar del mal camino de Rusia, la imagen de Putin no se ha visto perjudicada
El desplome de precios que está sufriendo el petróleo está golpeando con dureza a países como Venezuela o Iraq, pero no Rusia. Cada vez hay más diferencias entre los países productores de petróleo y los que necesitan comprarlo.
Países como India y Egipto están viviendo una situación muy próspera para ellos a consecuencia de la bajada de los precios de los carburantes. Después de años en los que los productores de crudo han jugado con los precios llegando a cotas muy altas, ahora los 40 dólares por barril están de enhorabuena.
Un artículo de Reuters habla de que ahora, estos países pueden ahorrarse el dinero de las subvenciones que recibía el petróleo y poder destinarlas a otras partidas presupuestarias más necesitadas como asuntos sociales.
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En Rusia a pesar de la subida de los precios, la destrucción constante de puestos de trabaja, y de salarios estancados la imagen de Putin sigue sin verse afectada
VENEZUELA
Nicolás Maduro se enfrenta en diciembre a las elecciones parlamentarias en mitad de una gran caída de su popularidad. Según las encuestas, los venezolanos se decantarían por el Partido Socialista como la principal alternativa al chavismo. Al actual presidente le falta el carisma que tenía su predecesor, Chavez. Este logro convencer a la población de que de los altos precios del petroleo se beneficiaban los más pobres.
CANADÁ
En Canadá, donde ahora su principal producción proviene de las arenas de Alberta, las encuestas están haciendo correr el nerviosismo. Stephen Harper es el presidente del país y lleva en el cargo desde 2006. Todo este largo tiempo parece estar causando desgaste en él.
Las exportaciones de petróleo suponen casi el 10% del PIB de Canadá, y más de una cuarta parte de todas sus exportaciones. La situación política del presidente se torna complicada y la bajada de los precios no hace más que aumentar su debilidad política.
RUSIA
En Rusia, a pesar de la subida de los precios, la destrucción constante de puestos de trabajo y salarios estancados, la imagen de Putin sigue sin verse afectada. Es más, una de las consecuencias políticas de estos sucesos es el aumento del afecto y apoyo hacia Putin, que siempre que puede glorifica a su país.
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