- Sostiene que no solo se debe al aumento de ricos, sino a la bajada de salarios de las clases medias
- Destaca que cada vez se necesita 'más capital' pero 'menos trabajo'
El crecimiento de la brecha de desigualdad durante la crisis es un mantra que muchos expertos y políticos han repetido insistentemente. Sin embargo, el economista Santiago Niño Becerra considera que esas diferencias entre ricos y pobres, o más aún, entre ricos y clase media, no se ha generado en la crisis, sino que se ha acelerado un proceso que ya nació en los 70. “La desigualdad es creciente y no tiene solución”, afirma el economista.
Desde los años 70 la desigualdad ha sido creciendo: más productividad, menos impuestos, menos fuerza laboral y más capital
En medio de la actualidad marcada por las elecciones locales y autonómicas, Niño Becerra vuelve a fijarse en la coyuntura económica. En un artículo publicado en La Carta de Bolsa titulado 'Otra vez: desigualdad', Niño Becerra ha repasado la que a su juicio es una historia que comenzó en los 70 y que se afianzó en los 80 con las victorias de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. En este sentido, el economista destaca las principales razones del aumento de esas diferencias entre los más ricos y los más pobres: mejora de la productividad, reducción de impuestos (por lo que había menos dinero para servicios), aumento del capital, reducción del factor trabajo y también del poder sindical.
Niño Becerra destaca que “la desigualdad fue creciendo, pero no sólo porque los ingresos de ‘los ricos’ se disparasen, sino porque por la parte de abajo se fue formando una masa con unos ingresos proporcionalmente menores”. En la siguiente década, el economista considera que “desapareció la última barrera que aún frenaba el desequilibrio social: la desaparición del ‘peligro rojo'”.
En este sentido, Becerra pone como ejemplo la evolución de EEUU: En 1913 el 1% de la población más rica de EUU poseía el 24% de la riqueza. Ese porcentaje se fue reduciendo gracias a diversos programas implementados en los años 30, 40 y 60, de forma que ese 1% más rico de la población controlaba 7,4% de la riqueza en 1974. Pero hoy ese 1% de la población USA es propietario del 25% de la riqueza. Y Becerra advierte: “Y esa concentración va a más”.
¿CÓMO SE PUEDE ARREGLAR LA DESIGUALDAD?
“De ninguna manera”, responde Niño Becerra ante las cuestiones sobre cómo dar solución a la desigualdad. “No se puede arreglar. En los 50, 60 y 70, en lo más duro de la Guerra Fría, era necesario producir y que esa producción fuese consumida para volver a producir y repetir el proceso, proceso que tenía que ser implementado por poblaciones satisfechas y con expectativas positivas de futuro”.
El economista concluye que “puede barnizarse todo lo dicho con tintes ideológicos, filosóficos y culturales, pero la esencia es muy simple”. Entonces, ¿qué se puede hacer? “Pues instaurar una renta básica que permita una existencia más o menos decente a un 40% de la población que va a ser poco o nada necesaria y fomentar el Tercer Sector a fin de que sustituir en parte”. Niño Becerra vuelve a defender una vez más una de las medidas estrella de Podemos para las elecciones generales a la hora de instaurar una renta o ayuda que ayude a complementar los sueldos más bajos.
Aún así, Niño Becerra clama para que los “partidos no vendan la recuperación a la vuelta de la esquina” para dejar de lado el tema de la desigualdad, y concluye: “Ahora es un tema de moda y se escribe sobre él, mucho, mucho, porque hacerlo es una forma de dar esperanzas a su solución; hasta que un buen día la desigualdad deje de estar de moda y se empiece a hablar de otra cosa”.
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