• La llegada de nuevos competidores contrarresta el repliegue de los bancos
Cajero Automático

La profecía establece que los días del dinero en efectivo tocan a su fin. La realidad, sin embargo, insiste en contradecir ese vaticinio. En 2017, la red de cajeros automáticos creció en España a un ritmo que no se veía desde 2008... y pese a que los grandes bancos están en retirada en este segmento. Pero es que son otros los jugadores que están ocupando su hueco.

Las cifras, desde luego, contrastan con estos tiempos en los que las entidades lo fían todo al mundo digital, con prevalencia de la apuesta por la banca móvil a través de los teléfonos inteligentes o 'smartphones'. Sin embargo, la última remesa de datos ofrecida por el Banco de España (BdE) evidencia que otras máquinas, los cajeros automáticos, aún desempeñan un papel protagonista. Y que su aumento y, sobre todo, su uso desafían el pronosticado final del efectivo y la velocidad de su declive.

En 2017, y según las estadísticas del BdE, la red de cajeros creció un 1,76%, el ritmo más alto desde 2008. En total, cerca de 1.000 equipos más, hasta los 50.839 cajeros. Los datos del supervisor no superaban el listón de los 50.000 desde 2014. No obstante, la cifra total está lejos del año que empezó la crisis, que fue cuando registró su punto más alto desde que hay estadísticas, en los 61.714 cajeros. En estos diez años, la red ha menguado en un 17,6%, un ritmo, eso sí, muy inferior al del cierre de oficinas, donde la poda alcanza el 40% en la última década, desde las más de 46.000 de 2008 hasta las 27.480 de 2017.

Desde 2008, el número de cajeros fue cayendo sin descanso hasta 2016, cuando subió ligeramente un 0,19%, por lo que el pasado año fue el segundo consecutivo en el que el parque de cajeros creció. La mayor caída se registró en 2013, del 7,2%, hasta los 52.221 cajeros.

Y NO SON LOS GRANDES

Nunca se había retirado tanto dinero de los cajeros como en 2017. Pero es que los españoles tampoco habían tenido nunca tantas tarjetas

Lo más relevante es que la red está volviendo a crecer sin el apoyo de las grandes entidades, puesto que las seis entidades españolas que forman parte del Ibex -Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell y Bankinter- redujeron el número de cajeros automáticos en el país. A cierre de 2017, contaban con 29.306 cajeros, un 3,14% menos que los 30.257 a 31 de diciembre de 2016.

CaixaBank es la entidad que registró el mayor número de cajeros 9.274 en 2017, por debajo de los casi 9.500 del año anterior. BBVA también cuenta con un importante parque de cajeros automáticos, un total de 6.378. No obstante, Banco Santander, que a finales de 2017 contaba con 5.038 cajeros automáticos, sólo ha reducido su parque en seis cajeros, aunque hay que matizar que se debe a la integración con Banco Popular.

El hueco dejado por los grandes bancos está siendo ocupado por nuevos jugadores. Es el caso de Cardtronics o CashZone. Cardtronics es uno de los operadores de cajeros automáticos que opera en España desde hace algo más de un año y ya cuenta con “unos centenares” de cajeros, según reconocen a 'Bolsamanía'. “Existe un 'gap' entre la oferta de cajeros y la demanda, que continúa creciendo porque la gente sigue pagando en efectivo igual que hacía el año pasado y hace diez”, apunta Ramiro Sánchez-Crespo, consejero delegado de Cardtronics.

La ampliación de la red de cajeros con operadoras independientes comenzó en las dos principales ciudades españolas en Madrid y Barcelona, y se ha ido ampliando a otros puntos del país, sobre todo en aquellas zonas más turísticas. “La banca se está dando cuenta de que se puede hacer banca sin oficinas, pero no sin cajeros”, señala Sánchez-Crespo. De esta manera, añade que empresas como Cardtronics o CashZone entran en el mercado español “para cubrir esa falta de puntos de servicios que se está viendo desde hace unos años”.

MÁS CAJEROS... Y MÁS USADOS

Otros datos del BdE avalan esta postura. El número de operaciones realizadas en los cajeros automáticos también ha aumentado. Los usuarios realizaron un total de 933,5 millones de operaciones en 2017, un 1% más que el año anterior. Una cifra que también está lejos de las 1.018,9 millones de operaciones que se registraron en 2008, el pico más alto de la serie que recoge el Banco de España. Desde ese año, el número de operaciones ha caído hasta 2014, cuando se registró ya un ligero aumento del 0,45%, y desde entonces no ha dejado de crecer.

Y un dato más. El importe de la retirada de efectivo aumentó el pasado ejercicio al mayor ritmo desde 2007, un 3,55%, hasta los 122.473 millones de euros. Nunca antes los cajeros habían ‘dado’ tanto dinero en España. Pero es que los españoles tampoco habían tenido nunca tantas tarjetas: 52,3 millones de tarjetas de crédito y 26,9 millones de débito, para un total de 79,3 millones. En 2008 se contaban 76,4 millones de tarjetas.

“Nosotros pensamos que el usuario quiere efectivo, pero de otra manera, y es lo que estamos dando con los cajeros”

Además, la serie histórica que muestra el Banco de España, con datos desde 2002, apunta a que sólo en cuatro ocasiones se ha reducido el importe total del efectivo retirado de los cajeros automáticos. Estas cuatro caídas corresponden a los años más duros de la crisis: 2009 (-2,9%), 2011 (-0,52%), 2012 (-2,64%) y 2013 (-1,22%). Desde entonces, el final de la recesión y el retorno del crecimiento y el empleo han reactivado el consumo y, con él, la retirada de efectivo de los cajeros.

El efectivo, por tanto, se resiste a morir... aunque las transacciones realizadas de manera directa con el 'dinero de plástico' movieron mayores cantidades en 2017 por segundo año consecutivo. Las operaciones con terminales de punto de venta (TPV) aumentaron un 8,7%, hasta los 135.246 millones de euros. El valor de las operaciones de TPV también es el más alto que se ha registrado desde que hay estadísticas del Banco de España.

“A pesar de todos los mecanismos nuevos de pagos que hay como Apple pay o Samsung pay, la dispensasión de efectivo ha subido”, apunta el consejero delegado de Cardtronics. De esta manera, explica que todavía se está lejos de que desaparezca el efectivo. “Nosotros pensamos que el usuario quiere efectivo, pero de otra manera, y es lo que estamos dando con los cajeros”, sentencia.

Noticias relacionadas

contador