• La 'moneda única' se muestra impasible ante la victoria por mayoría absoluta de Emmanuel Macron en las legislativas francesas

Calma tensa en el mercado de las divisas, con los principales cruces consolidando los recientes movimientos después de que los bancos centrales dejaran notar su huella la semana pasada. La libra recibe el inicio de las conversaciones formales entre Londres y Bruselas para acordar los términos del divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) sin grandes cambios en su precio, que se mantiene alrededor de los 1,2800 dólares, mientras los analistas alertan de que no cesará la volatilidad en la divisa británica. El euro, por su parte, ha recibido sin cambios las noticias de la victoria del partido del presidente francés, Emmanuel Macron y cotiza ligeramente por debajo de los 1,1200 dólares.

Además, Londres se ha despertado con la triste noticia de que un atropello a la salida de una mezquita ha dejado al menos un muerto y una decena de heridos, hecho que “solo incrementa las tensiones políticas en el país antes del inicio de las negociaciones del Brexit, con una debilitada Theresa May que no ha logrado todavía asegurar una coalición que le permita continuar en el Gobierno después de su descalabro en las elecciones del 8 de junio” señala Ipek Ozkardeskaya, analista de LCG.com. “La libra permanece en rango contra el dólar, entre los precios ubicados entre los 1,2658 y los 1,2864, por donde pasa la media móvil de 100 días, mientras el soporte se ubica en los 1,2500 dólares”, indica el experto.

Este hecho añade presión sobre una divisa que ha pasado un mes turbulento, hundiéndose hasta un mínimo de casi dos meses, en los 1,2636 dólares alcanzados el 9 de junio, después del shock de las elecciones británicas. Pero la libra se recuperó la semana pasada cuando el Banco de Inglaterra señaló un posible cambio en su guía a los mercados de cara a los próximos meses, después de que tres miembros de su comité de política monetaria se mostraran partidarios de una subida de tipos. La opinión generalizada en que la volatilidad seguirá haciendo mella en la moneda a medida que avancen las negociaciones sobre la separación entre el país y la UE, mientras que los inversores se centrarán en escudriñar la postura que adopte el equipo negociador de Theresa May.

Además, las posiciones bajistas contra la libra se han incrementado hasta máximos no vistos desde inicios del mes de mayo, según muestran datos de la Comisión del Mercado de Futuros de EEUU, justo en la semana después del resultado en las urnas para los conservadores de la premier británica, cuando perdieron la mayoría absoluta parlamentaria.

La gran cuestión es su el ejecutivo de la primera ministra británica está abierto a hacer concesiones y apuntar a un Brexit suave

“La gran cuestión es su el ejecutivo de la primera ministra británica está abierto a hacer concesiones y apuntar a un Brexit suave”, señala Neil Wilson, analista de ETX Capital, quien también remarca que desde las elecciones todo ha cambiado, incluso la misma postura de May de que “abandonar la UE sin acuerdo es mejor que un mal acuerdo”. Así que, al menos en sus estadios iniciales probablemente no se endurecerán los discursos a ambos lados de la mesa de negociaciones, apuntan este y otros analistas.

EL EURO Y EL DÓLAR

El dólar, por su parte, también se halla sin grandes cambios y se mantiene ligeramente por debajo de los 111,00 yenes, mientras el euro también trata de consolidar el avance del 0,5% protagonizado el viernes pasado contra su rival estadounidense, después de que la debilidad de los datos macro volviera a arrojar dudas sobre el compromiso de la Reserva Federal de EEUU (Fed) de avanzar con paso firme hacia la completa normalización de su política económica.

Los operadores escudriñarán por este motivo el discurso del presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, en busca de una confirmación de que el banco central no se desviará del camino marcado tras la reunión de junio.

El euro, por su parte, ni se ha inmutado tras la victoria del partido del presidente francés, Emmanuel Macron, en las elecciones legislativas francesas, donde ha obtenido mayoría absoluta. La opinión más extendida entre los expertos es que en el corto plazo, el retroceso de la incertidumbre política mantendrá bien apuntalado al euro, pero que para que el euro siga apreciándose en el largo plazo, el Banco Central Europeo (BCE) tiene de abandonar la política ultra-expansiva, indican desde Danske Bank.

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