El euro y el dólar ceden su habitual protagonismo en el mercado de las divisas a la libra y al franco suizo. Ambas monedas se han mantenido muy presionadas en las últimas horas y siguen siendo pasto de las ventas en una jornada en que se esperan pocos datos en el calendario y el ‘billete verde’ sigue bien apuntalado por el rendimiento de los bonos de EEUU.

La gran historia que mantuvo a los operadores en vilo este jueves fue si la divisa helvética rompería el precio de los 1,20 francos por cada euro. Y lo hizo. Vapuleado por las repercusiones de las tensiones en Oriente Medio y las sanciones a Rusia por parte de EEUU, que de ellas se han derivado, la política ultra-flexible del Banco Nacional de Suiza y su pérdida de status como activo refugio, el ‘Swissie’, como se le conoce en la jerga del mercado, ha prolongado sus pérdidas hasta los 1,2005 unidades contra su rival comunitaria.

“Durante las últimas semanas, ha sido la repatriación de los magnates rusos de sus inversiones en las empresas helvéticas lo que ha exacerbado las ventas”, señalan los expertos de Danske Bank. También indican estos analistas que los cortos en el franco suizo acumulan posiciones por valor de 1.400 millones de dólares, por lo que estiman que, a un año vista, la moneda se cambie en 1,23 francos y que alcance los 1,28 francos en el largo plazo, en su cruce contra el euro.

CARNEY REBAJA LA LIBRA

La libra, o mejor dicho, los comentarios del gobernador del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), le robaron protagonismo a la moneda helvética en la tarde del jueves, después de que Mark Carney sembrara la duda de que el banco central efectuará una subida de tipos de un cuarto de punto en mayo. El banquero central desalentó las expectativas generalizadas de este incremento en las tasas de interés el próximo 10 de mayo y señaló que también habrá "otras reuniones" este año, durante una entrevista en la BBC.

Carney indicó que algunos datos sobre la economía británica habían sido "más suaves y mixtos" estos últimos meses, como los referidos a las ventas minoristas o la inflación. No obstante, añadió que era importante mirar a través de la volatilidad a corto plazo y considerar el impulso general de la economía. Ciertamente, ha sido la ralentización de la economía, que además de un mal dato de ventas al por menor, mostró una caída de la inflación al 2,5%, lo que ha dinamitado a la libra, que se deja más de un 2% desde su hito del 17 de abril, cuando alcanzó los 1,4376 dólares, niveles de precio no vistos desde la votación del Brexit.

Frente al euro, la moneda de Reino Unido ha protagonizado una depreciación similar y se negocia en 0,8773 libras. La moneda comunitaria no enseña su mejor cara, en cambio, contra el euro y se cambia de manos en mínimos semanales, en los 1,2344 dólares. El ‘billete verde’ sigue bien apuntalado por el rendimiento del Tesoro estadounidense, otra de las noticias que centran la atención de los inversores este viernes. El bono a dos años superó máximos de nueve años, por encima del 2,9%, a causa de “las conversaciones de la desnuclearización de la península de Corea y la diversificación de los inversores en el dólar, como un instrumento transacciones y de inversión lo que está impulsando la renta fija”, explica Kathy Lien, analista de BK Asset Management.

Contra el yen, el dólar se ubica cerca de las 107,730 unidades, en las inmediaciones del reciente máximo de más de cinco semanas del 13 de abril. “Sin eventos económicos relevantes, esperamos que el dólar se mueva según el apetito que se dé en los mercados de renta fija y variable”, señala Lien.

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