• Los 'halcones' temen que la credibilidad de la Fed se vea perjudicada por posponer el aumento de los tipos
  • El precio del dinero se encuentra entre el 0,25 y el 50% desde diciembre de 2015
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"Varios miembros juzgaron apropiado subir los tipos relativamente pronto si la economía hace lo que la Reserva Federal espera". Esta frase, recogida en las actas de la reunión que el banco central estadounidense celebró los días 20 y 21 de septiembre, confirma que la Fed se encamina hacia un repunte de los intereses que, probablemente, se ejecutará en diciembre.

Las actas confirman así las dos impresiones principales que dejó la reunión de septiembre. La primera, que la entidad presidida por Janet Yellen cada vez es más proclive a subir los tipos; y la segunda, que el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) vivió un intenso debate entre los partidarios de mantener el precio del dinero y los que apoyaban encarecerlo ya en esa cita.

De hecho, el cónclave de septiembre se saldó con la mayor fractura del FOMC desde 2014. Tres de sus diez miembros actuales -Esther George, Loretta Mester y Eric Rosengren- votaron a favor de elevar los intereses en un cuarto de punto, hasta el 0,50-0,75%. Pese a esta oposición, los tipos permamecieron en el 0,25-0,50% en el que se encuentran desde diciembre de 2015, que acogió el que hasta la fecha ha sido el único incremento de los tipos en EEUU en el actual ciclo expansivo.

Las actas revelan que los 'halcones', que es como se conoce a los banqueros centrales más duros y partidarios de subir los tipos, esgrimieron dos motivos fundamentales para querer subir ya los tipos. El primero, que la actual política monetaria podría desembocar "en una tasa de paro por debajo de la que es normal a largo plazo en unos años" y que esa realidad podría obligar a elevar los tipos de forma más rápida en el futuro, algo que podría poner en riesgo la recuperación. Y el segundo, que seguir posponiendo las subidas de los tipos que la Fed lleva tanto tiempo telegrafiando podría causar "efectos adversos en la credibilidad de la Fed".

Pese a estas advertencias y pese al voto contrario de tres miembros, los otros siete apoyaron dejar las cosas como estaban. Prefirieron dar tiempo para reunir más evidencias de que la recuperación del mercado laboral es fiable y de que la inflación se acerca al objetivo de la entidad.

CUANDO PASEN LAS ELECCIONES

El próximo cónclave monetario de la Fed tendrá lugar los días 1 y 2 de noviembre. Pero no se esperan novedades en esta cita por su proximidad con las elecciones estadounidenses, que se celebrarán el 8 de noviembre. Por eso todas las miradas se centran ya en la reunión de diciembre. Por el momento, el mercado concede más de un 60% de probabilidades a que la Fed eleve los tipos en la cita de los días 13 y 14 de diciembre.

"Para que la Fed no suba los tipos en diciembre los próximos datos deben reflejar una debilidad en la economía o el mercado laboral que no esperamos", apunta BNP Paribas, que concede una probabilidad del 65% a que el banco central actúe dentro de dos meses. "Salvo que la economía se deteriore sustancialmente, la Fed querrá preservar su credibilidad con una subida de los tipos a final de año", señalan desde Rabobank, cuyos expertos descartan un movimiento en noviembre por la proximidad de esa reunión a las elecciones.

Yellen apuraría así la última oportunidad de 2016, la que le brindará diciembre, para endurecer las condiciones monetarias. Como en 2015.

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