• Las universidades españolas ocupan puestos muy alejados en clasificaciones como el de Shangai o el ranking Webometrics
  • Los expertos apuntan que la falta de internacionalización y la poca relación con el mundo de la empresa lastran a las universidades
educacion chile
Un estudiante escribiendo en una libreta.

Para encontrar la primera universidad española en el último ranking de Shangai publicado el pasado 15 de agosto hay que descender hasta el puesto 239. En concreto, en ese lugar se sitúa la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y entre las 500 que recoge la Universidad Jiao Tong de Shangai sólo hay otras diez universidades, aunque alguna de ellas se encuentra al final como la Universidad del País Vasco (492) y la Universidad de Valencia (495).

Mientras que en el ranking Webometrics que elabora el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la primera universidad española en aparecer es la Universidad de Barcelona, que ocupa el puesto 152 del ranking mundial, en el 214 le sigue la Universidad Complutense de Madrid y en el 237 la Universidad de Granada.

En contraste, la educación en España, muy discutida y pendiente de un pacto de Estado entre los distintos partidos, sigue encontrando en las escuelas de negocios el único rayo de luz entre tanta sombra. Este misma semana se ha conocido que los Master in Business Administration (MBA) del Instituto de Empresa (IE) y de ESADE se encuentran entre los diez mejores del mundo, según el periódico ‘Financial Times’.

El Master in Management de IE ocupa la tercera posición este año en el ranking mundial que elabora el diario económico británico, y se convierte en el número uno de España, por delante de ESADE, que ocupa el octavo lugar, de EADA, que se sitúa en el 37, y del Institut Químic de Sarrià, que sube 35 posiciones y se sitúa en el 43.

Desde IE explican que el resultado del ranking se debe en gran medida al perfil de los alumnos que componen este máster, procedentes de 68 países, y a la diversidad de su experiencia personal que influye en la generación de experiencias de aprendizaje. Debido a que el 75% de los alumnos son internacionales, el programa de IE se imparte en inglés, en español y en formato bilingüe.

"La universidad española está enfocada desde el punto de vista de la equidad social, tiene muchos menos recursos que su competencia exterior y carece de profesorado extranjero", Ramón Noguera (EADA)

También el FT situó al IESE como número uno del mundo en formación de de directivos por tercer año consecutivo. La lista, que incluye a las mejores escuelas de negocios de todo el mundo, analiza dos tipos de programas: programas abiertos dirigidos a directivos de todo el mundo, donde el IESE es segundo, y 'custom programs', que son programas diseñados a medida para empresas, en donde el IESE repite como número uno del mundo por tercer año consecutivo

Por su parte, la prestigiosa revista británica 'The Economist' también situó a estos dos programas y el de EADA entre los 40 másters de más calidad del mundo en su ranking publicado en mayo. ESADE, IE y EADA se sitúan como la décima, undécima y vigésimo segunda mejores del mundo, respectivamente, en una lista que encabeza la HEC School of Management de París.

Sin embargo, los rankings que se utilizan para medir la calidad de las universidades no son los mismos que se usan para medir a las escuelas de negocios. “El ranking de Shanghai es un ranking de investigación, que mide la excelencia investigadora de la universidad, como el número de tesis doctorales publicadas, número de citas, premios Nobel… Mientras que las clasificaciones de 'Financial Times' o 'The Economist' miden la reputación y el aumento de los salarios de los estudiantes de MBA a los tres o cuatro años de haber cursado el programa”, comenta Ramón Noguera, director académico de la Escuela de Alta Dirección y Administración (Eada) de Barcelona.

Noguera explica que hay varios factores que explican la baja calificación de la universidad española en este tipo de clasificaciones. “La universidad española está enfocada desde el punto de vista de la equidad social, tiene muchos menos recursos que su competencia exterior y carece de profesorado extranjero y de especialización por ramas del conocimiento, que es algo que se valora de forma muy positiva en este tipo de publicaciones. Además, el hecho de que no tengas un premio Nobel ya pondera la clasificación hacia las que lo tienen”, indica.

El ranking de Shangai puntúa con un 30% de la nota los premios Nobel que han salido de cada universidad y con un 20% los artículos científicos de gran impacto, por lo que es complicado que la universidad española puede llegar a los lugares más altos de este tipo de clasificaciones.

Frente a la falta de recursos de la universidad española, las escuelas de negocios son instituciones con un modelo basado en los precios altos de sus programas de formación, muy relacionados con el mundo de la empresa y sus necesidades, abierto al exterior tanto en el número de profesores extranjeros como en el de estudiantes y con una clara vocación de empleabilidad de los alumnos.

"A las escuelas de negocios les va bien en los rankings porque los estudiantes de MBA españoles llegan con salarios muy bajos y encuentran trabajos con salarios internacionales muy competitivos", Antonio Cabrales (UCL)

Antonio Cabrales, profesor de la University College de Londres (UCL) y doctor en Economía por la Universidad de California, señala que a las escuelas de negocios les va bien en los rankings “fundamentalmente porque los estudiantes de MBA españoles llegan con salarios muy bajos, de nuestro mercado de trabajo, y encuentran trabajos con salarios internacionales muy competitivos. Los ponen al nivel de sus homólogos europeos”.

Otro de los factores que explica la baja calificación de las universidades españolas es el aislamiento que tienen estas instituciones respecto al tejido empresarial. “Sería deseable que entre las escuelas de negocios y las universidades también hubiese mayor colaboración. Las necesidades de la sociedad requieren cada vez más estudios multidisciplinares como gestión de la salud o de la cultura, demografía...”, valora Noguera.

Como solución al problema que tienen las universidades, tanto Cabrales como Noguera apuntan que es necesaria una reforma profunda de estas para intentar elevar la calidad educativa, y para que tengan un mayor retorno a la sociedad española. “Las universidades deben hacer formación, y para esto pueden fijarse en las escuelas de negocios, pero también ciencia, y para esto deben fijarse en otros sitios. La investigación en nuestras escuelas de negocios es generalmente muy mediocre. Si queremos un modelo, mejor Harvard que una escuela de negocios española, incluso la mejor”, sentencia con tono crítico Cabrales.

Noticias relacionadas

contador