Los inversores analizan con lupa cada dato macroeconómico que se conoce en Estados Unidos en busca de pistas sobre si el crecimiento del país soportará el fin de la flexibilización cuantitativa (QE por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) y unos tipos de interés más altos.
La autoridad monetaria, que está “en camino” de poner punto y final a su programa de compra de activos este mes, ha mantenido su compromiso de mantener el precio del dinero cerca de cero durante un “tiempo considerable” tras completar este programa. Al tiempo que ha señalado que cualquier movimiento futuro dependerá de los cambios de la economía.
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Pues bien, los indicadores macro que se han conocido este miércoles arrojan una imagen “mixta”, aunque tirando a negativa, en el sentido de que la economía sigue débil. Y es que, a pesar de que la consultora privada ADP ha dado a conocer que Estados Unidos ha creado más empleo, tanto los datos del sector de la construcción como manufacturero han sido peores de lo esperado.
En concreto, los pedidos de construcción cayeron en agosto un 0,8%, frente al crecimiento del 0,5% esperado. Y, además, el dato anterior se revisa a la baja hasta una subida del 1,2%, desde el aumento del 1,8% reportado inicialmente en julio. En concreto, la construcción privada descensió un 0,8%, y la pública un 0,9%.
Por otra parte, el ISM manufacturero “sorprende en septiembre a la baja” hasta 56,6, desde el 59 anterior y el 58,5 esperado. Por componentes, los nuevos pedidos se sitúan en 60 (desde 66,7), el empleo en 54,6 (desde 58,1), “pero los precios al alza, con los pagados en 59,5 desde 58”, destaca José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
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