• Las ocupaciones de hostelería y comercio son el principal motor de creación de puestos de trabajo para los desempleados
  • Las opciones de encontrar un empleo temporal son seis veces mayores que incorporarse a un puesto de trabajo indefinido
turismofobia

Pese a las rabietas de ‘turismofobia’ que han invadido las portadas este verano, lo cierto es que el turismo es el principal motor de creación de puestos de trabajo para los desempleados de larga duración. O, lo que es lo mismo, la vía para aliviar el gran drama económico y humano que ha dejado la crisis.

Así lo muestra un informe de la patronal de agencias de empleo y ETT, Asempleo, y de AFI. “Atendiendo el tipo de empleo que encuentran los trabajadores que han estado parados 24 meses o más, se observa que cada vez más se emplean en ocupaciones básicas (generalmente, asociadas al sector de la hostelería y el comercio, que, por otra parte, constituyen el motor de la creación de empleo en los últimos años)”, señalan estos expertos. Aunque también destacan la contratación de personas para ocupar puestos considerados “avanzados”, como cargos directivos y profesionales.

Atendiendo el tipo de empleo que encuentran los trabajadores que han estado parados 24 meses o más, se observa que cada vez más se emplean en ocupaciones básicas

Pero el turismo acapara la mayor creación de puestos de trabajo. Un patrón que “se observa a escala de las comunidades autónomas -sobre todo en Islas Baleares, Extremadura o Andalucía-”, explica el documento, elaborado a partir de los datos que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre. Sólo en la hostelería hay más de 1,6 millones de ocupados, más del 8,5% del total, una cifra que ha aumentado en más de 220.000 puestos de trabajo desde el segundo trimestre de 2012. Mientras que en el conjunto de las actividades relacionadas con el turismo hay 2,45 millones de ocupados, según los datos definitivos de julio difundidos este lunes por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, con un crecimiento interanual del 3,1%.

“NO HAY VENECIA SIN VENECIANOS”

El turismo puede ser una industria cruel. Eleva el precio de los activos -desde las compras cotidianas hasta la vivienda- mientras que la remuneración de sus trabajadores suele estar por debajo del nivel de otros sectores. Una situación que se agrava para los habitantes de las zonas más dependientes del turismo. De hecho, la ‘turismofobia’ que ha brotado este año en España no es únicamente patrimonio español. En puntos turísticos como Venecia lleva años habiendo este tipo de quejas, que se elevaron el año pasado con amenazas incluso de despoblar la ciudad al lema de “sin venecianos, no hay Venecia”.

Por otro lado, la recuperación económica ha incrementado el número de empleos en el sector turístico que, nuevamente, vuelve a ser uno de los puntos clave de la recuperación del empleo. Pero esto no se traduce en alzas salariales en la misma intensidad. Por ejemplo, en el sector hotelero la facturación media por cada habitación ocupada fue de 87,5 euros en junio, lo que supone un aumento del 9,6% respecto al año anterior. Pero los convenios registrados hasta julio en servicios de alojamiento incluyen únicamente una subida salarial anual pactada del 1,66% de media, lo que implica una congelación en términos reales (descontando la inflación, que los expertos esperan que promedie niveles entre el 1,5% y el 2% en 2017). La revalorización del sueldo es peor en otros segmentos como servicios de comidas y bebidas, o actividades de agencias de viajes, donde alcanzan el 1,11% y el 1,5% respectivamente.

La probabilidad de encontrar un empleo para los desempleados se situó en el 16,2% en el segundo trimestre de 2017

Otra forma de ver esta evolución es con el cálculo del Producto Interior Bruto (PIB) a través de la vía del valor añadido generado por cada rama de actividad. Los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE) son del primer trimestre, cuando creció en el caso de la rama de servicios, comercio, transporte y hostelería un 3,4% hasta los 55.200 millones de euros. La remuneración de los asalariados se incrementó en un 3,6% hasta los 31.445 millones de euros, pero teniendo en cuenta que la ocupación crece a ritmos superiores -aumento, por ejemplo, del 5,58% interanual en la hostelería durante el mes de marzo-, el aumento del dinero destinado a los empleados crece por incorporar más empleos, no por subidas salariales relevantes.

No obstante, el informe de Asempleo y AFI corrobora lo evidente. La economía española no se puede permitir el lujo de prescindir de la aportación del turismo a la generación de riqueza y de puestos de trabajo. La probabilidad de encontrar un empleo para los desempleados se situó en el 16,2% en el segundo trimestre de 2017. Un porcentaje que aunque ha aumentado del 13,3% del mismo periodo del año anterior, deja a las claras las importancia de cada sector que contribuye a disminuir la cifra de parados.

Cuadro incluido en el monográfico del mercado laboral del boletín Nº121 de Asempleo y AFI

EMPLEOS TEMPORALES

En este sentido, la mayor probabilidad de encontrar un empleo pasa por hacerlo con un contrato temporal. En concreto, hay seis veces más opciones de que sea así respecto a un puesto de trabajo indefinido, con un 13,1% y un 2% respectivamente de probabilidades. Un año antes era del 11,1% y del 1,7% respectivamente. “Una muy buena noticia, ya que constata que la temporalidad favorece, mucho más de lo que lo hacía hasta ahora, la reducción del desempleo y la generación de nuevos puestos de trabajo”, arguyen en Asempleo y AFI. La parte negativa es, precisamente, el aumento de temporalidad en el mercado laboral, que alcanzó una tasa del 26,8% en el segundo trimestre, niveles aún inferiores al 30% anterior a la crisis pero muy superiores al 21,9% con el que comenzó 2013 y hubo un punto de inflexión en el empleo.

Por otro lado, los que logran un empleo temporal estuvieron más meses en paro (13,3 de media) que los que firmaron en el segundo trimestre un contrato indefinido (10,4 meses). Hace un año ocurría lo contrario, con 12,5 meses y 16,9 meses, respectivamente.

El segundo trimestre dejó 1,59 millones de personas en búsqueda activa de empleo durante dos años o más. Una cifra alarmante que deja la crisis, aunque se redujo respecto al segundo trimestre de 2016 en 370.000 personas. Aunque aumentó en los grupos más castigados por esta lacra económica y, como derivada, social: mujeres y perfiles con bajo nivel educativo. “Estos colectivos son considerados habitualmente como unos de los más vulnerables ante el empleo, al nutrir el listado de los parados de larga duración y, por consiguiente, su reciente enganche al mercado de trabajo, a través de la oportunidad profesional brindada por la temporalidad, constituye todo un logro”, señala el informe. Y, para ello, el turismo es clave. Aunque también hay una mejoría en las industrias del transporte y comunicación y en la agroalimentaria.

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