• El Gobierno de Mauricio Macri ha pedido al FMI un préstamo flexible de 30.000 millones de dólares
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Tras el jueves negro, un martes no menos aciago. Argentina despertará este miércoles con la peor de las resacas financieras, después de que el peso volviera a desangrarse, hasta un nuevo mínimo nunca antes visto en las 23,30 unidades contra el dólar. El desplome también arrastró al Merval, que cerró con una caída del 3%, después de llegar a perder un 5% en la sesión. La batería de medidas oficiales para sujetar la divisa no han contenido el declive, fruto de una gran volatilidad que también ha arrastrado a otras monedas de la región.

Tal es la magnitud del problema, que el Gobierno del país ha iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener una línea de apoyo financiero, ha anunciado el presidente Mauricio Macri. Según informa la cadena BBC, se espera que el apoyo del FMI se materialice como un préstamo flexible de 30.000 millones de dólares con el que abastecer al mercado de dólares y tratar así de evitar una mayor subida de la inflación.

Esta última iniciativa llega después de que el Banco Central de la República Argentina haya elevado los tipos de interés al 40%. Lo que se traduce en un incremento en el precio del dinero, en tan sólo siete días, de 1.275 puntos básicos, del 27,25% del 27 de abril, hasta la tasa actual. Una cifra, que si bien no es récord, “dado que estas situaciones se suceden en Argentina cada diez años en promedio, paraliza cualquier intento de recuperación económica”, explica Adrián Aquaro, fundador de Trader College.

Con todo, el peso ha logrado recuperarse hasta las inmediaciones de las 22,30 unidades por dólar, el precio con el que cerró el jueves pasado. Pero el martes vio evaporarse un 6,5% de su valor, para recortar pérdidas hasta el 2,8% al cierre, en 22,35 unidades para la compra y a 22,60 unidades para la venta frente al 'billete verde'. Así, acumula un desplome del 13,5% en lo que llevamos de mayo.

CATACLISMO EN LOS MERCADOS Y SUFRIMIENTO DE LOS EMERGENTES

Pero nada ha logrado poner freno a un cóctel explosivo que combina el auge del dólar, que tiene bajo presión a los países emergentes, las expectativas de más subidas de tipos de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y las fugas de capitales. Un contexto que ha resucitado en la mente de los argentinos los peores años de la crisis de 2001.

No es para menos, los bonos extrabursátiles del país llegaron a ceder un 1,2% de media, aunque remontaron hasta el 0,4%. Y según operadores de la región, las tasas interbancarias escalaron 500 puntos básicos a un 39% anual, aunque posteriormente descendieron al 38%.

El selectivo de referencia argentino, el Merval, experimentó un declive del 5,4% para remontar hasta una caída de ‘sólo’ un 3,4% al cierre.

El caso de Argentina no es aislado. Del peso mexicano al real brasileño, pasando por los pesos chileno o colombiano, la depreciación de la semana pasada es de entre un 1% y un 3%. Las caídas se han sucedido este lunes y martes, cuando casi todas se han dejado cerca de un 1% de media, mientras que el peso chileno ha caído hasta un mínimo de cinco meses en la jornada de ayer.

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