• A menos que lleguen noticias positivas desde el frente de la guerra comercial entre China y EEUU no volverá el apetito por el riesgo, aseguran los expertos
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Moneda de euro sobre billete de dólar estadounidense.Europa Press

Los mercados globales han arrancado el nuevo trimestre con una nueva oleada de ventas, presionados por las noticias de la guerra comercial que se fragua entre EEUU y China. Wall Street sufrió un agudo declive entre los tambores que resuenan desde las dos principales potencias mundiales y el sufrimiento de los valores tecnológicos, por lo que la aversión al riesgo ha vuelto a instalarse entre los operadores. En las divisas, este sentimiento significa auges en los activos considerados refugio, como el yen.

La divisa nipona ha vuelto a remontar frente al ‘billete verde’, hasta los 105,66 yenes esta pasada madrugada, desde donde retrocede moderadamente hasta los 106,00 yenes. “Estamos a un sólo titular más negativo de que el dólar ponga a prueba la franja de los 105,50 yenes”, señala Stephen Innes, analista de Oanda y, en consecuencia, acabe por borrar prácticamente todas las ganancias del dólar desde los 105,35 yenes alcanzados el 28 de marzo, donde inició su recuperación hasta los 107,00 yenes.

Los expertos siguen insistiendo en su sesgo bajista para el dólar/yen, más después de que la tensiones en la pugna sobre comercio exterior que mantienen EEUU y China se haya recrudecido. Si el auge del dólar vino motivado por informaciones de que ambos países estaban negociando un acuerdo en secreto, las nuevas informaciones sobre la reacción de Pekín a los aranceles impuestos por Washington ha restaurado la cautela entre los inversores.

El Consejo de Estado de la segunda potencia mundial ha impuesto aranceles adicionales de hasta el 25% a 128 artículos importados de Estados Unidos, entre ellos destacan el cerdo y el vino, lo que ha exacerbado las ventas en Wall Street y en el dólar. Por lo tanto, “mientras la situación actual no se calme con alguna dosis de buenas noticias no se espera que renazca el apetito entre los inversores”, avisa Innes.

El euro, no obstante, no ha sabido aprovechar la falta de empuje de la divisa estadounidense y continúa encapsulado en un estrecho rango entre los 1,2300 y los 1,2320 dólares. Una combinación de datos macroeconómicos más débiles de lo esperado -siendo el más reciente el PMI manufacturero de la Eurozona, que modera su crecimiento en marzo hasta mínimos de ocho meses- unido a que en el seno del Banco Central Europeo (BCE) pesan más los que apuntan hacia una salida gradual de los estímulos, que quienes apuestan a una estrategia de escape rápida, mantienen a la ‘moneda única’ bajo presión.

No obstante, el experto de Oanda asegura que, en el largo plazo, el mercado sigue siendo alcista en la divisa comunitaria, ya que espera que en la reunión del banco central de junio se produzca un nuevo cambio que acelere las salidas de la política de estímulos del regulador”. Además, avisa Innes que los inversores se mantienen en guardia ya que el cambio de sesgo tanto en los datos económicos de EEUU como en la política de la Casa Blanca puede darse en cualquier momento e impactar en la moneda estadounidense.

LA ATENCIÓN, DE NUEVO EN LA MACRO

De hecho, los analistas de FXTM plantean que la atención de los inversores virará hacia la economía esta semana. La velocidad de crecimiento de la industria en la Eurozona se frenó hasta alcanzar el ritmo más bajo de los últimos ocho meses en marzo, continuando así con su caída persistente desde el cambio de año.

La expansión se redujo en todos los países cubiertos por el estudio de la consultora británica IHS Markit, así como en todos los sectores analizados. De este modo, el PMI manufacturero para la zona euro cayó hasta los 56,6 puntos desde los 58,6 registrados en febrero. Estos datos plantean dudas "sobre si el sólido desempeño económico en la zona del euro durante 2017 ha llegado a su fin", apuntan estos expertos.

Por otra parte, los inversores deberán prestar especial atención al IPC preliminar de la Eurozona del mes de marzo, que se publica este miércoles. En febrero, la inflación armonizada cayó un 0,2% desde la lectura del mes anterior, hasta el 1,1%, ubicándose más lejos del objetivo del BCE del 2%. "Otra decepción en este frente incrementará las voces de los miembros del banco central que advierten contra el ajuste de la política monetaria, lo que probablemente agregue más presión sobre el euro/dólar después de caer más de 1.3% desde los máximos de la semana pasada", señalan estos analistas.

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