• El euro/dólar apunta a los 1,1500 dólares como siguiente objetivo
  • El dólar recibe el impacto del retraso de la votación de la reforma sanitaria de Donald Trump en el senado
  • Deutsche Bank avisa: "El rally del dólar se ha acabado y el euro llegará a 1,1600 dólares este año"
  • El euro ha alcanzado un máximo de siete meses contra la libra y de 14 meses contra el yen
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El rally del euro no parece tener ganas de terminar. La ‘moneda comunitaria’ ha pulverizado resistencias para catapultarse este martes hasta su mejor registro en un año a un 0,2% de los 1,1400 dólares, precios no vistos desde finales de junio de 2016. Frente a otros rivales, el euro se ha impulsado hasta su mejor precio de siete meses contra la libra, en las 0,8880 libras por euro y de casi 14 meses contra el yen, hasta los 127,80 yenes. No obstante, poco antes de la apertura de Wall Street, el euro se ha replegado hasta un mínimo en la sesión por debajo de los 1,1300 dólares.

Todo empezó el martes, tras las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, cuando insinuó que el inicio de la normalización de la política monetaria podría estar cerca, dieron sobradas razones a los operadores para lanzarse a la compra de la ‘moneda única’. El movimiento se vio después apuntalado por el retroceso del dólar después del aplazamiento de la votación en el Senado de EEUU de la reforma sanitaria y por la reducción de la liquidez en verano, que deja el camino despejado a la volatilidad. La expectación es inmensa este miércoles, cuando Draghi tendrá la oportunidad de elaborar su giro hacia el lado de los ‘halcones’ mientras entre los analistas se rescata la idea de que el banco central decida reducir los tipos de interés antes de retirar los estímulos.

Economistas de Danske Bank apuntan a esta posibilidad ya que cuando el banquero central señaló que “para mantener la eficacia de la política monetaria las medidas no pueden permanecer sin cambios a medida que la economía despega”, en realidad “lo que quiso decir es que la primera subida de tasas del BCE está cerca y se producirá antes de lo que el mercado espera”. Por lo tanto, los expertos de la entidad danesa creen que “existe la posibilidad de que el supervisor monetario reintroduzca la opción de que el precio del dinero abandone sus mínimos históricos en la segunda mitad de este año, antes de que el organismo acabe con el programa de compra de activos”.

No es la primera vez que esta posibilidad espolea al mercado. Hacia mediados de marzo, rumores sobre ciertas conversaciones en el seno del BCE acerca de una posible subida de tipos de interés antes del fin del programa de compras de activos auparon en el euro, que subió por la mera insinuación de que la entidad podía decidirse por este formato para empezar a finiquitar sus políticas ultra-expansivas. Varios miembros del banco central, incluso el mismo presidente, Mario Draghi, se encargaron después de calmar los ánimos y dejar claro que el fin de la era de tipos negativos está lejano y pasa primero por la retirada de las compras de activos. Pero eran otros tiempos, la moneda alcanzó los 1,0900 dólares, en medio de la especulación, casi un 4,5% menos que los 1,1400 dólares que está por rebasar, la incertidumbre política asolaba Europa y la economía aún no avanzaba a paso firme.

El euro se mueve al ritmo que marca el BCE y, en particular, “por el cambio de retórica sobre los tipos de interés”, explican desde Danske Bank

LA RETÓRICA SOBRE LOS TIPOS, EL MOTOR DEL EURO

Lo que no ha cambiado es que el euro se mueve al ritmo que marca el BCE y, en particular, “por el cambio de retórica sobre los tipos de interés”, subrayan desde Danske Bank, y si Draghi diera cualquier muestra de que esta podría ser la senda a seguir, en la segunda parte de su conferencia, durante el simposio del banco central en Sintra (Portugal), la divisa comunitaria fácilmente superará los 1,1400 dólares y pondrá rumbo al siguiente objetivo, en los 1,1500 dólares, señala José María Rodríguez, analista de Bolsamanía.

Esta reacción de la ‘moneda compartida’ no refleja otra cosa que su extremada sensibilidad a un giro de política monetaria del banco central. Si el BCE decidiera encaminarse hacia la normalización monetaria con incrementos de la tasa de interés antes del fin de los estímulos, el escenario que se dibujaría para el euro sería tremendamente alcista. Precisamente por este motivo, es la opción menos probable para expertos de entidades como Deutsche Bank, que creen que el regulador abandonará el terreno negativo en sus tipos de interés, sí, pero no sin antes dar por finalizado el programa de estímulos cuantitativos. Es decir, la entidad primero pasará por el ‘tapering’.

En cualquier caso, el banco alemán ha decidido revisar sus predicciones para el euro/dólar en 2017 y ha señalado, en una nota para clientes, que "el rally del dólar se ha acabado" y que el euro "alcanzará ahora los 1,1600 dólares antes de fin de año". El objetivo de la entidad para el cruce era antes de 1,03 dólares en diciembre.

Sin embargo, desde otras firmas, como Société Générale, se apuesta porque el regulador europeo prolongue los estímulos hasta el primer trimestre de 2019. El banco galo cree que Draghi anunciará una extensión de su programa en septiembre y que afrontará una reducción gradual de las mismas que se prolongará hasta el mes de marzo de 2019. Esta opinión contrasta con la de otras firmas de inversión como Deutsche Bank o BBVA que creen que las compras de activos se eliminarán por completo en 2018.

“Será la estrategia de salida que emplee el BCE lo que marcará cómo reaccionará el euro al abandono de las políticas monetarias no convencionales por parte del banco central”, aseguran expertos de la entidad alemana. Si Draghi se centra en “un abandono temprano de las tasas negativas, el mercado debe prepararse para un euro en subida libre, en cambio, si se centran en la reducción de los estímulos, el euro se verá impulsado por otras fuerzas que se decantarán por el lado del dólar”, señalan estos analistas.

El banco central lleva una década sin efectuar un movimiento similar. El último aumento de tipos fue en octubre de 2008, cuando aún era presidente de la entidad el francés Jean Claude Trichet. A finales de ese año, empezaron los recortes que llevaron los tipos de interés a conquistar un mínimo histórico tras otro, hasta caer al 0% en marzo de 2016. La facilidad de depósito entró en números negativos casi dos años antes, en junio de 2014, y se ubicó en el -0,4% actual hace también más de un año.

EL DÓLAR, A MERCED DE LA POLÍTICA

Del lado del dólar, las cosas no está para echar cohetes. Por un lado, la presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Janet Yellen, “no logró reforzar su visión más agresiva sobre la política monetaria del banco central”, señala la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. “Simplemente dejó claro que los tipos se incrementarán gradualmente y este ‘ritmo gradual’ es lo que ya ha anticipado el mercado”, añade la analista.

La cautela de la presidente de la Fed, combinado con el aplazamiento en el Senado de EEUU de la votación sobre la reforma sanitaria de Donald Trump, provocó un retroceso del ‘billete verde’ contra otros rivales y, sin duda alguna, también sostuvo el movimiento en el euro/dólar. “El cruce está encajado dentro de un movimiento lateral-bajista desde comienzos de 2015 hasta hoy. Movimiento cuya parte superior, por definición resistencia, pasa en este momento por la zona de los aproximadamente 1,1500 dólares”, explica José María Rodríguez.

“Es más, la superación de la resistencia que presenta en los 1,16163 dólares (máximos de 2016) generaría una fortísima señal de fortaleza en la 'moneda única' que podría ser la antesala de un nuevo e importante impulso alcista con objetivo en la parte superior del canal bajista de largo plazo, ahora en los 1,3000”, añade el analista técnico de Bolsamanía.



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