• El organismo señala que este cambio se produce por una evolución reciente en el ámbito nacional e internacional más favorable
  • La tasa de paro disminuirá hasta el 13% a finales de 2019
banco de espana

El Banco de España ha aumentado en tres décimas el crecimiento de la economía del país en 2017 y 2018, según su último informe de proyecciones económicas del organismo. Este cambio se produce como resultado de una evolución reciente en el ámbito nacional e internacional más favorable de la anticipada previamente. De esta manera, el PIB se situaría en el 3,1% este año y se moderaría hasta el 2,5 % y el 2,2 % en 2018 y en 2019.

Con esta previsión de crecimiento del 3,1% para este año, el BdE confirma que la economía española crecerá por encima del 3% por tercer año consecutivo. En 2016, el PIB de España se situó en el 3,2%, un crecimiento igual que el que se registró en 2015.

La demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección

El avance del PIB, destaca el Banco de España en sus proyecciones para la economía española en el periodo 2017-2019, continuará sustentándose en la demanda nacional, para la que, no obstante, se prevé una prolongación de la desaceleración observada en 2016. Por su parte, la demanda exterior neta continuaría ejerciendo una contribución positiva a lo largo del horizonte de proyección.

Las nuevas previsiones del Banco de España incorporan también el mantenimiento de ritmos elevados de creación de empleo, que se irán moderando conforme avance el periodo de proyección. Con todo, la tasa de paro se reducirá al 16,5% a finales de 2017, dos décimas menos que en la estimación anterior, y seguirá cayendo en 2018 (14,7%) y en 2019 (13,2%), siete décimas menos que las previsiones previas en ambos años.

En su conjunto, las exportaciones crecerían en 2017 a una tasa del 6,9%, moderándose en 2 puntos porcentuales en los dos años posteriores como consecuencia de la ralentización de los mercados exteriores.

En el ámbito de la inflación, tras el intenso repunte del índice de precios de consumo (IPC) a principios de 2017, se proyecta una ralentización en el resto del año, como resultado de la trayectoria a la baja del componente energético. Por el contrario, se proyecta una senda moderadamente ascendente de la inflación subyacente, a causa de una brecha de producción cada vez menos negativa.

Como resultado, se prevé un aumento del IPC del 2 % en 2017, en términos de las medias anuales, e incrementos más moderados en adelante, del 1,3 % en 2018 y del 1,6 % en 2019. En comparación con las proyecciones de marzo, la inflación general se revisa a la baja en dos décimas en 2017, debido a que la evolución reciente de los precios de consumo ha sido menos dinámica que la prevista entonces y a los menores precios del petróleo esperados según los mercados de futuros.

Los riesgos en torno al escenario central de crecimiento del PIB se orientan moderadamente a la baja, principalmente en relación con el contexto exterior, lo que viene motivado por un eventual aumento del proteccionismo comercial, un hipotético endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales y la incertidumbre asociada al proceso de salida del Reino Unido de la UE.

En el ámbito interno, subsisten algunas incertidumbres acerca del curso de las políticas económicas. El elevado endeudamiento público subraya la necesidad de cumplir con la senda de consolidación fiscal trazada, aprovechando el contexto actual de crecimiento elevado y tipos de interés reducidos, al objeto de moderar los costes financieros futuros, reducir la vulnerabilidad de la economía ante un eventual endurecimiento de las condiciones de financiación y restablecer una cierta capacidad de maniobra de la política fiscal ante eventuales perturbaciones. Además, la mejora de las perspectivas de crecimiento de la actividad y el empleo de la economía española en el medio y largo plazo requiere profundizar en la aplicación de reformas estructurales en distintos ámbitos.

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