• Cataluña entrará en recesión en un escenario de que se mantenga la tensión desde niveles de crecimiento hasta ahora del 3%
  • El informe de estabilidad financiera cita hasta 30 veces a Cataluña, mientras que en mayo ninguna
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El gobernador del Banco de España, Luis María LindeEUROPA PRESS

La tensión política entre Cataluña y el resto de España ya tiene un coste para la economía. O, lo que es lo mismo, para todos los ciudadanos. El Banco de España (BdE) ha sido hoy el que ha puesto cifras encima de la mesa sobre el deterioro del Producto Interior Bruto (PIB) al que lleva esta situación. En concreto, estima un daño de entre el 0,3% y el 2,5% de la riqueza que generará la economía entre finales de 2017 y 2019. Es decir, algo más de 31.000 millones de euros.

Así lo refleja en el 'Informe de Estabilidad Financiera'. Se trata de una publicación semestral en la que la institución gobernada por Luis María Linde analiza los riesgos del sistema financiero español. Esto incluye una visión macro, en la que analiza Cataluña. De hecho, el nombre propio de la región aparece en 30 ocasiones, mientras que en mayo no se nombraba a la comunidad autónoma, al centrarse en el panorama general de España y del entorno internacional.

El BdE dibuja dos escenarios. Y en ambos hay un daño económico palpable de la situación que se vive en Cataluña. En el más benigno, el crecimiento esperado del PIB entre finales de este año y 2019, el horizonte que estudian los economistas del supervisor, es de 3 décimas. Esto implica un deterioro de la riqueza que generará la economía durante los próximos 27 meses -si se incluye octubre- de 3.350 millones de euros aproximadamente.

Este escenario implica un "tensionamiento transitorio y acotado de la incertidumbre" que se traduciría en "un menor crecimiento en lo que resta de este año y a principios del siguiente". La tensión empezó a aumentar en septiembre y se disparó con el referéndum ilegal del 1 de octubre. Después han venido la votación en favor de la declaración de independencia unilateral (DUI) del Parlament y la aplicación del artículo de 155 por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos.

La intervención por parte de Moncloa implica que habrá elecciones autonómicas el 21 de diciembre. Pero está por ver que se disipe la incertidumbre que soportan los agentes económicos, desde consumidores a empresas. No obstante, ya hay 2.000 compañías catalanas que han cambiado su sede social (99 este martes). Precisamente hoy declaran en la Audiencia Nacional varios consellers cesados y la Fiscalía pide penas de prisión. Así, el daño económico podría prolongarse.

En este sentido, el Banco de España advierte de un escenario mucho más lúgubre que bancos de inversión, agencias de 'rating' o el Gobierno, que redujo su previsión de crecimiento de 2018 del 2,6% al 2,3%. El BdE explica que en el peor escenario posible, con "tensionamiento más severo y prolongado, el PIB se reduciría en términos acumulados algo más de 2,5 puntos porcentuales entre finales de 2017 y 2019". En cifra, asusta mucho más. Implica un deterioro de la producción española de en torno a 31.000 millones de euros.

Esta factura se traduce en que la crisis catalana "comportaría una reducción" de cerca del 60% del crecimiento previsto para el periodo analizado (finales de 2017 a 2019, inclusive). De hecho, Cataluña entraría en recesión "buena parte del horizonte analizado, como reflejo de que la perturbación de incertidumbre considerada en los ejercicios anteriores afectaría de manera más intensa a esta comunidad autónoma".

Las últimas proyecciones del BdE, antes de la crisis política de Cataluña, contemplaban un crecimiento nominal (sin descontar la inflación) del 4% en 2017, del 3,9% en 2018 y del 3,6% en 2019. Estas previsiones llevaban al PIB, que cerró 2016 en 1,118 billones, a alcanzar los 1,25 billones en 2019. Pero un impacto del 2,5% restaría 31.300 millones a esta cifra.

AUMENTO DE LA INCERTIDUMBRE

El informe concreta que "la principal incertidumbre en el momento actual es la ligada a la evolución de la situación de Cataluña, que podría afectar a la confianza, a la percepción del riesgo y a las decisiones de consumo e inversión de los agentes económicos, así como propiciar un endurecimiento de las condiciones de financiación, con efectos económicos y financieros potencialmente significativos", resume el BdE.

Aunque las proyecciones llegan a ser muy alarmantes, el propio informe señala que las estimaciones deben tomarse con "cautela e interpretarse a título meramente ilustrativo y provisional". Aunque "permiten evidenciar los significativos riesgos y costes económicos de la situación provocada por las iniciativas independentistas en Cataluña", agrega. El organismo insiste en que cuanto antes se normalice todo, mejor. También señala que después de la aplicación del artículo 155 con el visto bueno del Senado "la información relativa a los días inmediatamente anteriores a la publicación de este informe indica una cierta moderación en el grado de tensionamiento implícito en los precios de los activos financieros".

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