• Podría estar reflejando una confianza excesiva en el inicio de una etapa de crecimiento más elevado y la desaparición de los riesgos de deflación
  • Los inversores han sido alcistas por las expectativas de las políticas de Trump mientras infraestiman el impacto de la política monetaria
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Luis María Linde, gobernador del Banco de España EUROPA PRESS

Los inversores se están mostrando optimistas en 2017. Esto ha permitido a las bolsas comenzar el año con importantes subidas en el primer trimestre, que se traducen en un rally del 11% del Ibex 35, tras dispararse un 9,5% en marzo en su mayor subida mensual desde 2013. En Wall Street, el S&P 500 se anota un 5,5% en el mismo periodo. Sin embargo, estas subidas son precisamente una fuente de riesgo para la economía por la excesiva complacencia y optimismo en los mercados, según alerta el Banco de España (BdE).

En concreto, el supervisor ha revisado al alza su previsión de crecimiento para España en tres décimas hasta el 2,8% en 2017, mientras que espera un incremento del PIB mundial del 3,3% para este mismo año. Pero la institución gobernada por Luis María Linde ha puesto el foco en los riesgos sobre las perspectivas de crecimiento.

En particular, señala el BdE, la evolución bursátil supone una de las principales amenazas por el posible sobrecalentamiento de las bolsas. “El propio estado actual de bonanza de los mercados financieros constituye una fuente de riesgo, en la medida en que pudiera estar reflejando una confianza excesiva en el inicio de una etapa de crecimiento más elevado y de desaparición de los riesgos de deflación”, señala el documento.

Esta evolución de los mercados de renta variable, con fuertes subidas en el acumulado del año, muestra la expectativa de aplicación de políticas económicas de la nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos “favorecedoras de un mayor crecimiento e inflación en el corto plazo, como una posible expansión fiscal, infraestimando aparentemente la incidencia de tales políticas sobre el ritmo de normalización monetaria -por parte de la Reserva Federal (Fed)- en ese país, así como otros aspectos más perniciosos”, argumenta el BdE, que ya señaló en marzo que el magnate es un "freno a la globalización".

El propio estado actual de bonanza de los mercados financieros constituye una fuente de riesgo

En los últimos meses, recuerda el organismo, ya se ha visto un incremento de las rentabilidades negociadas en los mercados de deuda soberana de los países desarrollados como consecuencia de las presiones inflacionistas, en gran parte por las expectativas que ha traído consigo la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre. Aunque “aún es prematuro identificar con suficiente concreción la naturaleza de esta reciente trayectoria alcista”, admite el BdE, “un hipotético tensionamiento adicional en la curva de tipos, especialmente si tiene lugar de manera abrupta, podría ser una fuente de perturbaciones en los mercados financieros”, sostiene el supervisor.

Un daño que se produciría, especialmente, en las economías más endeudadas. Por ejemplo, España: “Dados los niveles de endeudamiento de nuestra economía y sus cuantiosas necesidades de financiación procedentes del exterior, un eventual inicio de un ciclo alcista de los tipos de interés podría incidir negativamente sobre las rentas y la fortaleza patrimonial de algunos agentes”, advierte el informe sobre perspectivas macroeconómicas.

Asimismo, la “eventual” aceleración del ritmo de subidas de tipos y reducción del balance por parte del banco central estadounidense, debido a las presiones inflacionistas mencionadas, “podría revertir los flujos recientes de entradas de capitales en las economías emergentes, entre las cuales el mantenimiento del complejo contexto financiero de la economía china continúa constituyendo un foco de riesgo”.

Entre las derivadas negativas que menciona sobre las políticas de Trump estaría también el giro hacia una menor movilidad internacional de mercancías y personas. Es decir, el temido proteccionismo del que hizo gala en la campaña electoral en su carrera por la Casa Blanca. Recientemente, agrega el Banco de España, “se ha observado una intensificación de la propensión a la introducción de barreras proteccionistas en algunas economías desarrolladas”, con lo que no es un fenómeno únicamente estadounidense, y que sería pernicioso para la economía española, “cuya recuperación se ha visto muy favorecida por la expansión de las exportaciones y que todavía se encuentra inmersa en un proceso de corrección de su desequilibrio exterior”, en un contexto en el que el comercio internacional también podría verse afectado por el desarrollo del Brexit.

SIN SOBRECALENTAMIENTO EN EL MERCADO DE LA VIVIENDA

En el caso del mercado de vivienda, el Banco de España no percibe “ningún tipo de sobrecalientamiento”, según ha asegurado el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, en las declaraciones que recoge Europa Press y que ha realizado en la presentación de las proyecciones macroeconómicas.

En este sentido, señala que aunque las tasas de crecimiento en el mercado pueden ser “significativas”, el repunte se produce tras un proceso de ajuste importante en términos de transacciones y precios, en paralelo al desapalancamiento de la economía española.

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