- El tercer rescate griego ha dejado graves heridas en la sociedad y en la banca de la UE
A comienzos del mes de mayo de 2010, y en pleno Gobierno heleno de Yorgos Papandreu, las instituciones de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional aprobaron "un paquete de 110.000 millones de euros y políticas económicas de apoyo" para Grecia. Poco después llegaron las de Irlanda, Portugal, Chipre y España en lo que se llamaría la 'era de los rescates' a los países del euro. Parece ser que con el fin del 2015, esta tónica se rompe y se da como terminado este periodo.
En total, entre 2008 y 2013, según cifras del Banco Central Europeo y que recoge El Mundo, los recursos que se necesitaron para rescatar a los gobiernos de la Eurozona en apuros económicos fueron del 5,1% del PIB de ese periodo y además, los gobiernos dedicaron el equivalente al 3,4% de sus productos internos brutos a la adquisición de activos financieros.
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Según el medio, Irlanda terminó su programa dejando una factura de más de 85.000 millones de euros, España de 41.300 millones y la de Portugal fue de unos 79.000 millones. Por su parte, el programa de Chipre fue de 10.000 millones de euros y el de Grecia de 110.000, 130.000 y de 86.000.
De hecho, con respecto al país heleno, cabe destacar que este año 2015 ha marcado un antes y un después en su panorama económico y político. Este año Grecia ha tenido que ser rescatado una tercera vez mediante un dilatado y cansado proceso de nueve meses.
FIN DEL 2015, FIN DE LA 'ERA DE LOS RESCATES'
Según el medio El Mundo, con este fin de año también la llamada 'Era de los recates' llega a su final. Esto puede ser debido a que Europa ha cambiado y se ha respaldado de mecanismos como el Mede, que es el fondo permanente de rescate. Además, posee una unión bancaria en proceso y poco a poco se va hablando de un Europarlamento de la moneda única, el euro.
Como añadido también podríamos indicar los instrumentos de Supervisión y Resolución, como el MUS y el MUR y tiene herramientas de defensa, ha mejorado la coordinación. Sin embargo, y a pesar de todos estos esfuerzos, no ha logrado volver a respirar con normalidad.
Tras estos cinco años, el balance en Europa se ha establecido como desigual y abierto
Así, tras estos cinco años, el balance en Europa se ha establecido como desigual y abierto. Mientras España espera cerrar el ejercicio con un crecimiento del 3,3%, Portugal vuelve a estar en la zona de preocupación comunitaria y Grecia, aunque con una situación mejor de la esperanza, se mantiene a años luz de las economías potentes de la eurozona y su situación es claramente de números rojos.
Ahora, y tras una larga defensa de las políticas de austeridad y rescate, la política económica comunitaria está rota y no hay autoridad ni ganas de seguir con esta éra del recate económico. Así, Francia y Hollande dice que no va a cumplir con el objetivo de déficit debido a su lucha contra el terrorismo e Italia señala lo mismo por la crisis con los refugiados. Por su parte España asegura que lo cumplirá pero lo cierto es que no lo hace desde 2009.
Además, es importante insistir en que los programas de asistencia de la Eurozona han costado más de 500.000 millones de euros a los contribuyentes europeos y en el momento actual cabe preguntarse si el hecho de que haya terminado esta época de los rescate es buena o mala señal para la política y economía de la UE.
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