La economía de la Eurozona continúa expandiéndose con lentitud en abril e iguala los registros de marzo

En concreto, la puntuación del índice se situó en los 55,2 puntos, misma puntuación que en marzo, la más débil desde principios de 2017, pero por encima de la media de los últimos cinco años (53,8 puntos).

El sector manufacturero creció a su tasa más baja de los últimos diecisiete meses, mientras que el sector servicios aumentó tímidamente su velocidad frente más a la mínima en siete meses registrada el mes anterior. La actividad total redujo su crecimiento intensamente desde su máximo nivel en once años, alcanzado en el cambio de ejercicio, principalmente por la reducción de los pedidos, que aumentaron en abril a su menor velocidad de los últimos quince meses.

Una situación compartida tanto por el mercado interior como el exterior. Los productores indicaron que el aumento de los nuevos pedidos en total y de los nuevos pedidos para exportaciones fue el menor del último año y medio, con la fortaleza del euro, especialmente frente al dólar, dañando la posición de las ventas al extranjero.

Un mercado laboral más estrecho hizo aumentar la tasa de empleo a niveles históricamente altos. Mientras que la contratación en la industria se ha ralentizado, la creación de empleo en el sector servicios aumentó hasta su máxima desde octubre de 2007.La menor demanda afectó a los niveles de producción, con el sector manufacturero sufriendo grandes demoras en la cadena de suministro, con los plazos medios de entrega volviéndose a alargar hasta niveles no observados en las dos décadas de historia de este índice. Las cifras de pedidos pendientes de realización continuaron al alza fruto de la escasez de materias primas y de personal cualificado.

En cuanto al avance de los precios, este se moderó durante el mes de abril tras los elevados resultados recientes, ya que los costes aumentaron al ritmo más lento de los últimos siete meses, conduciendo los precios de venta hasta su mínima de cuatro meses. En cualquier caso, una continuada escasez de materias primas y el aumento de los costes laborales mantuvieron unas perspectivas alcistas sobre el desarrollo de la inflación en el futuro.

Por países, el crecimiento se aceleró ligeramente en Francia y Alemania, pero sin llegar a recuperar los niveles de febrero. La expansión de Francia fue la segunda más baja de los últimos ocho meses, y de los últimos nueve meses en el caso alemán. Mientras que el sector manufacturero fue el principal freno de la expansión en Francia, el sector servicios lastró el crecimiento alemán. En el resto de países de la región, el crecimiento se desaceleró con ambos sectores sufriendo correcciones en su ritmo de expansión.

"El declive del índice no es ni sorprendente, ni alarmante" Chris Williamson, Economista Jefe de IHS

"La economía de la zona euro siguió avanzando con lentitud en abril, puesto que la actividad comercial se ha expandido al mismo ritmo que en marzo, que a su vez fue el más bajo desde principios de 2017. El crecimiento se ha desacelerado intensamente frente a la máxima de comienzos de año, pero cabe destacar que sigue siendo robusto", explicó Chris Williamson, Economista Jefe de IHS Markit. "Los datos de abril indican un nivel consistente, con un crecimiento del PIB en torno al 0,6% a comienzos del segundo trimestre. El declive del índice no es ni sorprendente, ni alarmante; un crecimiento tan intenso como el observado a comienzo del año rara vez persiste durante mucho tiempo, entre otras cosas, debido a que la oferta no logra mantener el ritmo de la demanda. Como en los meses recientes se han observado demoras récord en la entrega de insumos a las fábricas y cada vez más escasez de personal cualificado, se están produciendo claras restricciones en la producción/actividad comercial. En Francia además se ha indicado que las huelgas han perturbado el crecimiento y que pueden seguir haciéndolo en los próximos meses.", añadió.