Los Presupuestos llegarán al Congreso el 4 de agosto y se aprobarán de forma definitiva antes de las próximas elecciones

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El Gobierno aprobará mañana en Consejo de Ministros los Presupuestos Generales del Estado del año que viene con mejoras salariales para los empleados públicos e incrementos en otras partidas de gasto como la destinada a la lucha contra el fraude fiscal.

Previsiblemente, el Ejecutivo planteará un incremento salarial del 1% a los funcionarios, el primero desde el año 2009. De esta forma, finalizaría el ajuste que han soportado estos trabajadores en sus retribuciones desde 2010, desde el recorte salarial del Gobierno de José Luis de Rodríguez Zapatero, hasta las sucesivas congelaciones salariales y otras medidas de ajuste como la supresión de la paga extra de 2012, la ampliación de la jornada laboral o la eliminación de los 'moscosos'.

Las cuentas del año que viene son las últimas del equipo de Mariano Rajoy, que quiere aprovechar la mejora económica para devolver parte de los esfuerzos hechos durante la crisis antes de que acabe la legislatura. De hecho, ha acelerado la tramitación de las cuentas para tenerlas totalmente aprobadas antes de las próximas elecciones.

Así, aprobará el proyecto de ley el 31 de julio y no en septiembre como se ha hecho tradicionalmente, y el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, presentará el detalle del Presupuesto el martes 4 de agosto en el Congreso de los Diputados.

Para hacer las cuentas, el equipo económico del Gobierno ha partido de un límite de gasto no financiero de 123.394 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,4% respecto al techo de gasto del año pasado.

La cifra de 2016 parte de una previsión de ingresos tributarios de 193.520 millones de euros, un 4% más que en 2015. Tras la cesión a las administraciones territoriales de parte de estos ingresos, la cifra se queda en 134.773 millones, un 0,8% más.

Además, contempla un objetivo de déficit para el Estado de 25.134 millones (2,2% del PIB), una financiación de las administraciones territoriales a través del presupuesto de gastos de 33.797 millones y unos ajustes de contabilidad nacional de 2.716 millones.

De este modo, el límite de gasto no financiero se reduce en 5.666 millones de euros y se queda en 123.394 millones para el Presupuesto de 2016, que el Gobierno tiene pensado tramitar antes de las elecciones generales.

Dentro del gasto, las partidas que más van a disminuir en 2016 son los intereses de la deuda y la aportación al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), dada la mejor evolución de la economía y del mercado de trabajo.

En cambio, el año que viene subirán otras partidas como las clases pasivas, la aportación a la Seguridad Social, la lucha contra el fraude, las mutualidades o la aplicación de la LOMCE.

COMPARECENCIAS Y DEBATE DE TOTALIDAD EN AGOSTO

Una vez presentado el Presupuesto se celebrarán las comparecencias de los altos cargos del Gobierno en el Congreso durante la tercera semana de agosto, comenzando previsiblemente por la del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el día 18.

Así, el debate de totalidad tendría lugar en un Pleno extraordinario los días 25 y 26 de agosto, y posteriormente se presentarían las enmiendas parciales, que serían debatidas primero en ponencia y después en comisión, para pasar a continuación al Pleno.

Con estos cálculos, el proyecto de ley sería remitido al Senado a finales de septiembre para repetir toda la tramitación, en aras a que regresen al Congreso con tiempo de su aprobación definitiva antes de la convocatoria de las elecciones generales y la consecuente disolución de las Cortes.

EL OBJETIVO, GARANTIZAR EL CRECIMIENTO

Montoro ha dicho en varias ocasiones que el Gobierno presentará los Presupuestos para garantizar que, con independencia de cuál sea el próximo gobierno, España tenga una política económica que promueva el crecimiento económico.

De hecho, ha asegurado que presentan las cuentas desde la convicción de que es lo mejor para los españoles y para continuar con la senda que ha situado a España como un referente económico. "Luego en las elecciones que decidan los ciudadanos la composición del próximo Gobierno", ha llegado a afirmar.

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