• El 20% de las familias con más dinero ingresan entre seis y siete veces más que las más pobres
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EUROPA PRESS

En España existen "grandes brechas" entre los más ricos y los pobres. Así lo confirma un estudio de la OCDE, que recoge que el 20% de las familias con más dinero ingresan entre seis y siete veces más que las más pobres del país. En total, el 10% de las familias más ricas acumulan cerca del 45% de todo el patrimonio neto de España. Sin embargo, y pese al elevado dato, aún supone seis puntos menos que la media de la OCDE.

Así se desprende del capítulo dedicado a España en el informe '¿Cómo va la vida?', un trabajo que la OCDE publica cada dos años y que ofrece una visión global de los niveles de bienestar tanto en los países que integran la organización como en algunos estados socios a partir del análisis de once indicadores que van desde ingresos y patrimonio hasta vivienda o salud, pasando por medio ambiente, seguridad personal o educación, entre otros.

Las familias españolas ingresaron un 6% menos en 2015 frente a 2005

Según señala, España registró en 2015 (último dato que se ofrece) una media de ingreso familiar disponible neto ajustado "comparativamente baja". Aquel año, las familias ingresaron un 6% menos que en el año 2005, lo que supone "una de las mayores caídas registradas durante la década en la OCDE". Entre 2008 y 2011 el patrimonio neto de las familias registró un descenso acumulado del 3% en términos reales, de acuerdo al informe.

Asimismo, indica que España "muestra debilidades especialmente acuciantes respecto al empleo y la remuneración", pues "tanto la inseguridad en el mercado laboral como la tasa de desempleo de larga duración están entre las más altas de la OCDE".

En esta línea, destaca que sólo el 58% de la población adulta en edad de trabajar ha finalizado al menos el segundo ciclo de educación secundaria, una cifra muy por debajo del promedio de la OCDE (75%), y las competencias de los adultos también se sitúan por debajo de la media.

El trabajo detalla que España muestra una proporción comparativamente alta de personas que sufren privaciones en el bienestar, con 9 de 20 indicadores clasificados en el tercio inferior (es decir, más desfavorecidos) de los países de la OCDE. En concreto, España ostenta la segunda tasa más alta de desempleo (19,7%) y la tercera mayor incidencia de bajo logro escolar (42,6%) así como de bajo nivel de competencias de los adultos (22,5%).

"Sin embargo, el equilibrio entre la vida personal y laboral es un punto fuerte: solo alrededor del 5% de los empleados trabajó jornadas prolongadas con regularidad, una cifra que representa menos de la mitad del promedio de la OCDE, y los empleados a tiempo completo declaran tener uno de los mayores niveles de tiempo libre (dedicado al ocio y al cuidado personal) de la OCDE", dice el trabajo, que destaca además que la esperanza de vida al nacer (83 años) supera en 3 años al promedio y el apoyo social "también es relativamente alto".

Las mujeres tienen casi el doble de probabilidades de trabajar en un empleo mal pagado

También en materia de brechas, se refiere al género y recuerda que en el mercado laboral las mujeres españolas tienen un 18% más de probabilidades que los hombres de estar desempleadas, y casi el doble de probabilidades de trabajar en un empleo mal pagado, aunque entre ellas hay un 8% más de probabilidades de tener estudios superiores y en chicas de 15 años, las puntuaciones en pruebas de competencias cognitivas son similares a las de los chicos.

POBLACIÓN MIGRANTE

El informe dedica un apartado a analizar el bienestar de la población migrante. En el caso de España, destaca que el volumen de inmigración (13% del total de habitantes) y la proporción de mujeres (51%) está en la media de la OCDE. No obstante, son más jóvenes que en el resto de países de la organización, pues el 84% de la extranjería tiene entre 15 y 64 años cuando de media la población migrada en edad de trabajar supone el 76%. También tienen más probabilidades de tener un nivel de instrucción bajo o medio que un nivel alto.

"Al igual que sucede en muchos otros países de la OCDE, los migrantes en España tienden a experimentar menores niveles de bienestar que la población autóctona: en España esto se constata en 7 de cada 13 indicadores de bienestar seleccionados", explica el informe.

No obstante, en España los migrantes "declaran tener los mismos niveles de riqueza, influencia sobre las actuaciones del gobierno y sentimientos de depresión que los autóctonos" e incluso muestran mayores niveles de confianza que ellos en el sistema político, salud percibida y seguridad, niveles estos que son "relativamente buenos comparados con las poblaciones de otros países de la OCDE". De hecho, los establecidos en España "se sitúan en el tercio medio de los migrantes de los países de la OCDE por lo que respecta a apoyo social, satisfacción ante la vida, condiciones habitacionales y medioambientales y sentimientos de depresión", según el informe.

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