LIMA, 16 (Reuters/EP)

El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, ha dicho este martes que buscan sentar las bases para que exportadores agrícolas estadounidenses puedan aprovechar "nuevas oportunidades" en Cuba si se levanta el embargo comercial en el país caribeño.

La normalización de las relaciones comerciales permitiría a los agricultores estadounidenses aprovechar sus menores costes de transporte frente a las exportaciones de alimentos de la Unión Europea hacia Cuba, ha explicado Vilsack.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha utilizado sus facultades ejecutivas para flexibilizar el embargo comercial impuesto a Cuba en 1960, pero no puede levantarlo sin la aprobación del Congreso y es poco probable que esto ocurra bajo el liderazgo actual de los republicanos.

"Todavía hay pasos preliminares que se pueden tomar y prepararse para ese día", ha indicado Vilsack en una entrevista con Reuters en Perú. "Cuando esto ocurra, Estados Unidos estará en una posición muy buena para recuperar una parte del mercado que hemos perdido", ha agregado el funcionario.

Vilsack ha citado productos como la soja, arroz, carne de ave y los biocombustibles como los nuevos mercados que los agricultores de Estados Unidos podrían aprovechar en Cuba, que a su vez podría vender productos orgánicos a su antiguo enemigo de la Guerra Fría.

El Gobierno de Obama está pidiendo al Congreso 1,5 millones de dólares para realizar estudios en terreno sobre los desafíos al comercio agrícola en Cuba.

"No hemos tenido gente en ese terreno", ha añadido Vilsack, quien apuesta por "desarrollar relaciones con la gente en Cuba para saber con quién hacer negocios y quién hace los acuerdos en realidad".

Vilsack, que visitó Cuba el mes pasado, ha afirmado que delegados y secretarios agrícolas estatales de su país también han estado viajando a la isla en misiones comerciales. "Ellos han estado en Cuba y han vuelto con pequeños contratos de materias primas", ha afirmado Vilsack.

El funcionario asegura que los agricultores son los más entusiasmados con la reapertura de las relaciones con Cuba, que en un momento fue una potencia mundial de caña de azúcar.

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