• La Generalitat espera que tras independendencia es probable que se produzca "un boicot selectivo y simbólico"
Cataluna-Ciudad

El referéndum del 1-O se acerca. La tensión entre el Gobierno español y el Govern no deja de crecer, algo que no es bueno para los negocios. Este escenario es vigilado con incertidumbre por los principales ‘clientes’ de la economía catalana como es el caso de Francia, Alemania e Italia. Aunque por encima de todos está Aragón.

Los principales clientes de Cataluña son los aragoneses. En esta comunidad autónoma las empresas catalanas venden 10.782 millones de euros, según apunta los datos que ofrece el Centro de Predicción Económica (CEPREDE). Un 9% más que los 9.900 millones que exporta a Francia y un 55% más de los 6.935 millones que le compra Alemania. También destaca los 4.994 millones de euros que vendió a la Comunidad Valenciana, superando los 4.919 millones de Italia.

Pero los datos de CEPREDE van más allá. Cataluña fue la autonomía más beneficiada por el comercio interregional dentro de España, con un superávit comercial de 17.900 millones de euros. Las ventas de las empresas catalanas al resto de España alcanzaron los 61.134 millones frente a los 60.526 millones de euros que exportó al resto del mundo.

Una comparativa que se entiende viendo que Cantabria es mejor cliente que Estados Unidos, 1.592 millones en ventas frente a 1.583 millones. Las empresas catalanas hacen un negocio de 1.219 millones en Murcia frente a los 790 millones que vende a la segunda economía mundial, China. Y a los 533 millones que La Rioja compró a Cataluña, superando a los 459 millones que vendió a Japón.

Fuente: CEPREDE

Convivencia Cívica Catalana considera que “la comparación de Cataluña con los países de nuestro entorno permite constatar el considerable déficit comercial catalán con el extranjero, situado en un 6% de su PIB, que le sitúa dentro de Europa entre Grecia y Portugal”, además añaden que déficits comerciales tan elevados son “difícilmente sostenibles” y suelen llevar a graves dificultades a los países que los sufren.

Esta entidad, que se ha posicionado rotundamente en contra del referéndum, analiza los datos de CEPREDE indicando que “el saldo negativo de Cataluña con el extranjero sólo se compensa con el superávit comercial del que disfruta con el resto de España, situado casi en un 9% del PIB. Este elevado superávit sólo tiene su explicación en formar parte del mismo país, ya que con ningún país extranjero Cataluña tiene un superávit comercial que llegue ni siquiera a una octava parte del que disfruta con el resto de España”, apuntan.

LA GENERALITAT VE ESTE INFORME ‘IRREAL’

Ante estos datos, la Generalitat de Cataluña remitió un informe denominado ‘Las relaciones comerciales entre Catalunya y España’ que ha sido elaborado por el Consell Assessor per a la Transició Nacional (Consejo Asesor para la Transición Nacional). En él se denuncia que “el debate público relacionado con los efectos de la independencia sobre las relaciones comerciales entre Catalunya y España ha dado lugar a la divulgación de informes y estudios de calidad muy diversa. Las conclusiones de los informes de tipo catastrofista son irreales”.

La Generalitat afirma en este informe que las relaciones comerciales entre España y Cataluña podrían experimentar, a mucha menor escala, un retroceso a raíz de una eventual independencia, que aceleraría de forma repentina el proceso de diversificación del comercio catalán con el exterior.

Desde el Gobierno catalán esperan que se produzca “un boicot selectivo y simbólico” con respecto a los productos afectados y de corta duración tras la independencia. De hecho, añaden que “ya hace tiempo que se tiene noticia al respecto”. Desde el organismo que lidera Carles Puigdemont consideran “natural” una dilución progresiva del efecto frontera en un espacio económico global, que hace tiempo que ya sucede en la práctica.

Fuente: CEPREDE

Además, pronostican dos escenarios en sus relaciones comerciales bilaterales con España: “En primer lugar, que los efectos de una hipotética independencia serán más intensos en los productos finales o de consumo, que en los de intermedios o de capital (y éstos últimos significan 2/3 de las exportaciones desde Cataluña al resto de España)”. Por otro lado, valoran que “las exportaciones catalanas se han producido utilizando productos intermedios importados del resto de España, y del exterior”.

La Generalitat estima que la pérdida en el PIB catalán a corto plazo asociada con la caída del comercio catalán con España sería en torno al 1% y “muy difícilmente” superaría el 2%. En todo caso, “se vería sobradamente compensada por la desaparición del déficit fiscal”, vaticina. En el largo plazo considera que “tendrían mucha más importancia la capacidad de los exportadores catalanes para innovar y competir, así como las políticas públicas que el nuevo Estado implementará para facilitar la actividad productiva”, asegura la Generalitat.

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