• La critptodivisa cae un 7% pero mantiene la barrera de los 10.000 dólares
  • El XEM sufre un desplome de casi el 20% y el rojo vuelve al mercado que pierde 50.000 millones en unas pocas horas
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Coincheck, la segunda mayor plataforma de intercambio de criptomonedas de Japón y una de las mayores de Asia, ha suspendido las retiradas de fondos de sus clientes, así como la posibilidad de realizar depósitos y comprar o vender monedas virtuales, provocando un nuevo hundimiento de la cotización del bitcoin, que llegaba a perder más de un 7% de su valor, aunque conserva la cota de los 10.000 dólares.

El cierre de las operaciones podría deberse a la retirada de 600 millones de dólares en XEM, el token de la plataforma NEM

Fuentes del sector apuntan a que el cierre de las operaciones podría deberse a la retirada de 600 millones de dólares en XEM, el token de la plataforma NEM. No se ha podido confirmar si esto obdece a un hackeo o a un movimiento planeado. De hecho, este activo sufre una caída de cerca de un 20%, mientras otras monedas digitales como el ripple o el cardano sufren desplomes de doble dígito. El ether, el bitcoin cash o el litecoin pierden entre un 5% y un 10%. La capitalización total de los casi 1.500 tokens y monedas de cifrado cae 50.000 millones de dólares desde los 560.000 millones que acumulaba esta madrugada.


En una serie de comunicaciones a través de su página web, Coincheck informaba en un primer momento de las restricciones de depósitos en la criptomoneda NEM, sin ofrecer más información sobre los motivos o el origen del problema.


Posteriormente y en sucesivos mensajes publicados por la plataforma, Coincheck anunciaba la interrupción de las operaciones de compra y venta en NEM, así como las retiradas de fondos en esta criptomoneda, aunque minutos después extendía la suspensión a todos los reeembolsos y a todas las operaciones con el resto de monedas virtuales.

"Todos los reembolsos de la plataforma se encuentran restringidos, incluyendo aquellos en yenes. Gracias por su comprensión. Estamos haciendo todo lo posible para reanudar las operaciones con normalidad tan pronto como sea posible", informaba la casa de cambio nipona sin precisar la causa del problema.

El uso de bitcoin es muy popular en Japón. En diciembre, cerca del 31% de las compraventas mundiales de bitcoins se hicieron en yenes, por detrás del dólar (44%) pero por delante del won surcoreano (18%) y del euro (6%), según jpbitcoin.com.

LA FALTA DE LIQUIDEZ, UN FACTOR DE RIESGO

Este tipo de acontecimientos ponen de manifiesto que el fallo de una o varias de las plataformas de intercambio, por ataques de hackers o por una retirada masiva de capitales es uno de los riesgos que sufre este mercado. Frente a esta amenaza, los expertos avisan que la seguridad es el gran reto pendiente de las criptodivisas y expone la debilidad del sistema, “ya que no está claro que la infraestructura esté preparada para aguantar un bombardeo constante de ataques cibernéticos, precisa Alberto Muñoz Cabanes, profesor de la UNED.

Para muestra un botón: el cierre en diciembre de la plataforma de intercambio surcoreana Youbit tras declararse en bancarrota por el robo del 17% de sus activos en un ataque virtual. También el mes pasado, dos de las mayores casa de comercio de ‘criptos’, Coinbase y Bitfinex sufrieron problemas con sus servidores, por la masiva afluencia de tráfico o por ataques de denegación de servicio (DDoS). Lo que eleva la alarma sobre la cuestión de si estas plataformas tienen la capacidad de lidiar adecuadamente con un repentino volumen de tráfico en condiciones extremas.

Como, por ejemplo, “una retirada masiva de capitales ante una corrección del mercado realmente importante, de un 50%”, explica el profesor de la UNED. Además, se añade la cuestión de la liquidez ya que para el también fundador de X-Trader.net está en el aire si los inversores recuperarían todos sus fondos ante una retirada masiva de capitales.

Al igual que en 2014 ocurrió con la quiebra del Mt. Gox, el colapso de uno o más intermediarios ante una situación de pánico de este estilo, provocaría una oleada de desconfianza y podría repetirse la historia de hace casi cuatro años. La burbuja habría estallado y el precio podría desplomarse sin freno.

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