• De todas las ICOs de 2017, el 46% ha fracasado o sus promotores han huido con los fondos recaudados
  • La estafa pedía a los inversores sufragar la ICO de un dispositivo de alta seguridad para almacenar criptodivisas
cbcriptodivisas

El mundo de las emisiones iniciales de divisas criptográficas sigue siendo el salvaje oeste. Muchos son los esfuerzos de las autoridades para salvaguardar los intereses de los inversores en este tipo de micromecenazgo para las empresas basadas en la blockchain, no obstante, las ICOs falsas o las estafas piramidales empañan el buen desempeño de otros muchos proyectos que llegan a buen puerto.

El más reciente, el caso de la ICO Giza, cuyos promotores, informa la CNBC, que han hecho desaparecer 2 millones de dólares de lo recaudado en la venta pública de tokens, que se llevó a cabo entre enero y febrero. Del total de 2.100 ethereums recaudados -2,4 millones de dólares-, sólo el equivalente a 16 dólares permanece. El resto, se ha esfumado.

Los inversores que hablaron con la ‘CNBC’ describen una experiencia similar con esta ICO: pensaban que el proyecto era legítimo hasta que aparecieron las señales de alarma características de este tipo de estafas. Una pelea con el único proveedor de la empresa, la falta de respuesta de sus supuestos fundadores y el fracaso al intentar recuperar los fondos perdidos.

La estafa aparentemente bien orquestada se centra en un individuo misterioso llamado Marco Fike, el jefe de operaciones de Giza. Entre los ocho inversores, socios y ex empleados de Giza entrevistados por el medio, todos afirman que nunca han visto la cara de Marco Fike. Además, lo promotores de esta emisión inicial de moneda, llegaron a crear una cuenta de LinkedIn falsa y a usar fotos de Instagram para dotar de trasfondo a este individuo.

El tal Fike recaudaba fondos para una supuesta nueva empresa llamada Giza, que afirmaba estar desarrollando un dispositivo súper seguro que permitiría a las personas almacenar criptomonedas. Pero la empresa que supuestamente debía desarrollar dicho dispositivo, Third Pin LLC, comunicó que Giza había cortado lazos con ella. Después, a mediados de febrero, los ‘wallets’ -monederos electrónicos- conectados con la empresa, donde los inversores habían depositado los fondos, empezaron a mostrar flujos de salida de grandes cantidades de ethereums, hasta el 2 de marzo, cuando se registra el último movimiento. Por último, la web de la empresa fue borrada el 9 de marzo.

LA MITAD DE LAS ICOS FRACASAN

Este ‘modus operandi’ guarda similitudes con otra estafa similar, el Bee token, pero la realidad es que cerca del 50% de ICOs fracasan o desaparecen con la recaudación. Son las estremecedoras cifras de todas las iniciativas de recaudación de fondos a través de la emisión de tokens digitales que se lanzaron en 2017. Sólo el 54% seguía adelante a mediados de febrero, según datos de Tokendata.

Fueron 902 ICOs en total, de las que 142 naufragaron y 276 desaparecieron, muchas de ellas llevándose todo el dinero recaudado. Estas cifras refuerzan la opinión de muchos expertos de que se aprovecha este fenómeno para estafar a inversores de buena fe y que toda regulación que se aplique es poca.

En EEUU, la Comisión del mercado de Valores (SEC) ha iniciado acciones contra varias emisiones de moneda de digital, frenándolas en seco y, más recientemente, ha anunciado que obligará a todas las casas de cambio a registrarse y ceñirse a las normas que este supervisor aplica a las bolsas de valores.

¿QUÉ DICE LA CNMV?

En España, a inicios de febrero, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España redoblaron su alerta sobre el riesgo que entraña para el inversor minorista invertir en criptomonedas como el bitcoin.

Últimamente están proliferando en todo el mundo ciertos activos conocidos generalmente como “monedas virtuales” o “criptomonedas”, entre los que el bitcoin es el ejemplo más destacado. Estas “criptomonedas” no están respaldadas por un banco central u otras autoridades públicas, aunque se presentan en ocasiones como alternativa al dinero de curso legal, si bien tienen características muy diferentes, afirmaron estos dos reguladores en un comunicado conjunto.

La CNMV y el Banco de España advirtieron que, hasta la fecha, ninguna emisión de “criptomoneda” ni ninguna ICO ha sido registrada, autorizada o verificada por ningún organismo supervisor en España. Esto implica que no existen “criptomonedas” ni “tokens” emitidos en ICOs cuya adquisición o tenencia en España pueda beneficiarse de ninguna de las garantías o protecciones previstas en la normativa relativa a productos bancarios o de inversión. Estos fenómenos no son particulares de España sino que se están produciendo en muchos países y tienen una dimensión internacional clara.

La CNMV y el Banco de España consideran esencial que quien decida comprar este tipo de activos digitales o invertir en productos relacionados con ellos considere todos los riesgos asociados y valore si tiene la información suficiente para entender lo que se le está ofreciendo. En este tipo de inversiones existe un alto riesgo de pérdida o fraude.

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