Muchos experimentos se han llevado a cabo para encontrar una cura contra una de las enfermedades que más muertes ha causado en el primer y tercer mundo. Un estadounidense que reside en Berlín logró curarse del VIH y ahora científicos de de la Universidad de Emory en Atlanta buscan en el proceso de curación de éste paciente la receta para poder curarse.

De momento Guido Silvestri, principal autor del estudio universitario, ha investigado con animales (principalmente monos experimentales) para poder resolver el enigma del tratamiento que le hizo sanar por completo de VIH a Timothy Ray Brown, conocido como “el paciente de Berlín”, siendo de momento la única persona que ha logrado liberarse de la enfermedad.

Silvestri ha observado todo el proceso de la radiación al que fue sometido Ray para poder eliminar el reservorio de células infectadas en su cuerpo por el VIH. Ray Brown fue diagnosticado a parte del VIH de una leucemia mieloidea aguda, un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico. A parte del tratamiento con retrovirales, también fue sometido a radiaciones de quimioterapia y radioterapia además de un trasplante de médula ósea por parte de un donante con mutación que suprime la función del gen CCR5, codificador de una proteína que facilita la entrada del VIH en células humanas.

Después de éste tortuoso tratamiento los niveles de VIH en el paciente de Berlín disminuyeron a ser casi indetectables hasta el punto de dejar de tomar los medicamentos para mantener el virus sus niveles más bajos. Los investigadores ha sometido a los monos al mismo proceso que Brown. Estos fueron infectados con el modelo animal de Simian Virus de Inmunodeficiencia (SIV), enfermedad muy similar al sida.

Según el estudio, observaron que con la radiación eliminaron la mayor parte de las células afectadas, incluyendo entre el 94% y el 99% de las células madre del tipo CD4, principal componente de la infección por VIH en sangre.

Unas semanas más tarde del trasplante detectaron células inmunes, lo que demostraría según Silvestri el éxito del trasplante, que no produjo rechazo a los animales y al que le sucedieron varias sesiones de radiación. Pero al dejar de administrar los antirretrovirales los animales volvían a desarrollar el virus hasta niveles anteriores en dos de los tres monos.

El tercero en cuestión padeció una insuficiencia renal por la que tuvo que ser sacrificado y en la autopsia hallaron que todavía tenía señales del virus en los tejidos, por lo que, lamentablemente ninguno se curó por completo. La finalidad del estudio es la idea de eliminar éstas células en base a un proceso de radiación para reducir los niveles de VIH, aunque matizan que parte del éxito de Timothy Ray Brown estuvo en la mutación del donante de médula.

Otras noticias de interés:

Regenerar nuestro cuerpo como lo hacen las lagartijas

contador