• No puede sostener las reacciones nucleares por lo que recién llegada a la vida se desvanece
  • El nuevo vecino parece un planeta gigante pero solitario
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Astrónomos de la Universidad Estatal de Pennsylvania, en Estados Unidos han descubierto nubes de hielo en un objeto cercano a tan sólo 7,3 años luz de la Tierra. Las nubes envuelven a un cuerpo celeste del tamaño de Júpiter que se conoce como enana marrón. De confirmar el avistamiento de éstas nubes se trataría del primero más allá de nuestro sistema solar.

Kevin Luhman, astrónomo de la Universidad que ha realizado el hallazgo, ha utilizado el telescopio espacial de la NASA WISE de rayos infrarrojos y que mediante el estudio de las imágenes obtenidas llegó a darse cuenta de que lo que tenía delante era un cuerpo que parecía inerte, pero a la vez rodeado de nubes de hielo. Es decir, más agua en lugares cada vez más recónditos para nosotros.

Las enanas marrones son estrellas fallidas y tiene tan poca masa que no puede sostener las reacciones nucleares por lo que recién llegada a la vida se desvanece y se deja enfriar lentamente. De ahí que Luhman viera el tamaño de Júpiter. Exactamente lo que vio en las imágenes era el objeto WISE J0855-0714, cuya temperatura esta por debajo del punto de congelación del agua, siendo más frío que la temperatura media de la Tierra, pero lo interesante es que por lo menos es más caliente que Júpiter.

Jacqueline Faherty, astrónoma de la Institución Carnegie para la Ciencia en Washington, ha estado obsesionada con este objeto desde su descubrimiento. El nuevo vecino parece un planeta gigante pero solitario, lo que significa que no tiene sol cuyo fulgor interfiere con nuestra visión de ella. Además, se trata de uno de los cuatro sistemas estelares más cercano al sol, después de Alpha Centauri, la estrella de Barnard y Luhman 16.

Jacqueline Faherty, astronoma de la Institución Canegie para la Ciencia en Washington
Jacqueline Faherty, astrónoma de la Institución Carnegie para la Ciencia en Washington.

Con todo y debido a que el objeto es pequeño y frío, es tan tenue que nadie pudo observarlo antes, tan sólo detectarlo por otros métodos. Faherty aclara que “fui a la guerra con el telescopio para tratar de conseguir esta imagen” y continua con su inquietante discurso “quería ponerme pintura de guerra bajo los ojos y usar un pañuelo, porque sabía que esto no iba a ser una cosa fácil. Nunca estuve tan nerviosa al telescopio”.

Para adquirir una imagen de detección, es decir una imagen que aclare el lugar, la forma y características lo más precisas posibles de la enana marrón tuvo que combinar 151 imágenes del objeto para el cual utilizó el Magellan Baade (telescopio Magallanes), un telescopio en el observatorio de Las Campanas en Chile. La revista The Astrophysical Journal Letters, publicará un informe del equipo de Faherty.

Es tentativo, es la primera evidencia de nubes de agua fuera de nuestro sistema solar, incluso dentro del sistema solar

“Es increíblemente interesante” dice Jonathan Fortney de la Universidad de California en Santa Cruz y astronómo que ayudó a desarrollar esos modelos aunque no participó en el descubrimiento. Continua afirmando que “es tentativo, ya que es la primera evidencia de nubes de agua fuera de nuestro sistema solar, incluso dentro del sistema solar”. Tan sólo podemos ver este tipo de nubes de agua en la Tierra y muy escasas pero también existen en Marte.

Fortney sostiene que las nubes de agua son un fenómeno nuevo, “una de las cosas que realmente no sabemos es qué tan común es en parte la nubosidad en el resto del cosmos”. Venus cuyas nubes consisten en ácido sulfúrico y es totalmente nublado, mientras que la Tierra, parcialmente nublada se parece más a la enana marrón que igualmente tiene una densidad de nubes similar.

Para verificar el descubrimiento se requerirá la observación mediante espectroscopios. El objeto es tan tenue que tendremos que esperar al lanzamiento del Telescopio James Webb para observarlo, y no lo enviaremos hasta finales de ésta década.

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