• Banco Popular ha liderado las caídas, con una bajada del 2,7%
  • El selectivo sigue sin poder con la resistencia de los 9.544 puntos
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El Ibex 35 ha caído de forma moderada por segunda sesión consecutiva. Tras perder los 9.500 puntos en la jornada del lunes, el selectivo ha visto lastrada su cotización por el mal comportamiento de Banco Popular (-2,7%), BBVA (-1,5%, aunque ha descontado dividendo) y Bankia (-1,2%). Finalmente, ha bajado un 0,43%, hasta 9.453 puntos.

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El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha avanzado este martes que el Consejo de Ministros aprobará el viernes el real decreto ley que establecerá un sistema "extrajudicial" para que, de forma "gratuita", los usuarios afectados por las cláusulas suelo puedan reclamar las cantidades indebidamente cobradas y alcanzar un acuerdo con las entidades en el plazo máximo de tres meses para su devolución.

Además, Viscofan ha bajado un 2,2%, y las eléctricas, con Endesa (-1,7%) y Gas Natural (-1,4%) a la cabeza, tampoco han tenido un buen día. En positivo, ArcelorMittal (+4,7%) ha liderado las ganancias, seguido de IAG (+2,3%), Acerinox (+1,8%), Gamesa (+1,1%) y Repsol (+1,1%), pese a que el precio del petróleo ha bajado por segunda jornada consecutiva.

El mercado está indeciso en este arranque de año. Por un lado, se siguen todos los movimientos de Donald Trump, para ver hasta qué punto el magnate va a ir cumpliendo con lo prometido, y en este punto hay muchas más dudas que certezas.

Por otro lado, en Europa los inversores se mueven 'con pies de plomo'. Las bolsas no tienen ganas de caer pero, al mismo tiempo, temen decidirse por subir con fuerza ante un escenario muy poco definido que presenta demasiadas incertidumbres en el horizonte.

Las bolsas no tienen ganas de caer pero, al mismo tiempo, temen decidirse por subir con fuerza ante un escenario muy poco definido con demasiadas incertidumbres en el horizonte

En declaraciones este lunes en CNBC, los expertos de Goldman Sachs restaban importancia al convulso calendario político que se presenta en el Viejo Continente en 2017, que ven como una situación de la que pueden surgir muchas oportunidades. También los expertos de Credit Suisse creen que se está exagerando el riesgo político en Europa y recalcan la capacidad de reacción y de adaptación de la economía a posibles 'sustos'. A pesar de estas opiniones, la tranquilidad está lejos de ser la tónica del mercado en el momento actual. Más bien se puede decir que se ha impuesto una 'calma tensa' que habrá que ver hacia dónde lleva.

Tras la sesión de este martes, de moderadas caídas, ya son seis las jornadas en las que el Ibex se desplaza lateralmente dentro de un estrecho rango de precios, encajado entre los 9.400 por abajo y la resistencia de los 9.544 puntos por arriba. Para cerrar ese hueco de los 9.544 habría que hacerlo "en velas semanales", señala el experto de Bolsamanía, José María Rodríguez, o lo que es lo mismo, habría que superarlo al cierre de un viernes. "Da la sensación de que la superación de esta resistencia podría ser inminente, pero no nos adelantemos a los acontecimientos", precisa Rodríguez.

MÁS TENSIONES POLÍTICAS

Por si fueran pocos los focos de incertidumbre que 'iluminan' el panorama europeo, Irlanda del Norte se ha sumado a las tensiones en el Viejo Continente tras la dimisión del vice-ministro principal, Martin McGuinness. Con toda probabilidad, tal y como auguran los analistas políticos, esta crisis desembocará en unas elecciones autonómicas anticipadas.

McGuinness es el número dos de la coalición entre protestantes y católicos y ha anunciado que dejará su cargo en protesta por la gestión de un escándalo en la política de energías renovables del Gobierno de Belfast que salpicaría a Arlene Foster, ministra principal y líder del Partido Democrático Unionista (DUP), socio mayoritario de la coalición.

En otro orden de cosas, este martes vuelven a escena los bancos italianos. Popolare di Vicenza y Veneto Banca, que fueron rescatados el año pasado, proponen un acuerdo con sus accionistas descontentos que podría costar a los bancos más de 600 millones de euros. Según Reuters, los dos bancos son vistos como el próximo gran problema del sistema bancario italiano.

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